Jung señala el camino,
es nuestra tarea humanizar
y espiritualizar a nuestros semejantes.
Volar
Experimentar un segundo nacimiento y recuperar la autenticidad del Ser que Somos, descubrirnos y darnos permiso para Ser y Ver más allá del Ocaso confiando en la intuición
y las señales que nos guían y nos llevan a imaginar que hay más...
Que un mundo mejor es posible.
La revolución es interior y el cambio viene de dentro.
El principal motor para operar el cambio es el Amor.
Amor somos y del Amor venimos.
En el camino nos encontraremos, y a tu vuelta te examinarán en él.
"Jung tenía razón: el dios de la guerra cabalga nuevamente en el psique humana".
¿¿Estaría aún hoy en día de actualidad esta afirmación??
De nosotros depende encauzar su fuerza destructiva en productividad, esta es la metáfora del genio dentro de la botella.
La cosmogonía nórdica peca de fatalista en su concepción acerca del fin del mundo, Ragnarok u ocaso de los dioses.
Los pueblos germanos poseyeron una rica imaginación comparable, pero de ningún modo superior, a la cultura mediterránea.
La teología escandinava-germana difiere básicamente en un punto de la grecolatina:
los dioses Nórdicos no son inmortales mientras que los helénico romanos si lo son, esto trae como resultado una concepción de mayor valorización del mundo del más allá.
Para los antiguos nórdicos no existía nada después del ocaso, para nosotros sí.”
Dentro de la mitología nórdica, él más importante de los dioses era Odín, llamado entre otras denominaciones “ El Señor de la guerra”es considerado el dios principal de la mitología nórdica y algunas religiones eternas.
Su papel, al igual que el de muchos dioses nórdicos, es complejo. Es el dios de la sabiduría, la guerra y la muerte. Pero también es considerado, aunque en menor medida, el dios de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza.
La figura equivalente en la teogonía teutónica de esta divinidad es WODAN o WOTAN y en la Anglo-sajona: WODEN.
La traslación de nombres y cualidades de Dioses, hombres y héroes es un hecho sumamente común y se conoce con el nombre de sincretización, fenómeno por el cual y debido a el proceso de transculturación, diversos pueblos adoptan productos, en este caso teológico, de otras culturas asimiladas.
Como por ejemplo de lo antes dicho basta citar el tratamiento sufrido por la figura a la cual conocemos como a la diosa Venus (cultura romana), quien reúne los atributos de la Afrodita griega y que se podrían rastrear desde la divinidad conocida por los Sidonios como Astarté; la Diosa Anaitis (cultura meda), Alillat, divinidad de los antiguos pueblos arábigo-semitas, Kephthys (cultura egipcia), Salamo (cultura babilónica), la Diosa Atergatis (cultura Asiria) y la Actoret de los Cartagineses, a los cuales habría que añadir muchas otras hasta llegar a confluir en la primigenia imagen arquetípica del ANIMA.
Volviendo a Wotan, este –según las zagas rúnicas-, poseía un ejercito de muertos y un séquito de Walkirias, mujeres guerreras y también figuras primordiales al igual que las Amazonas.
Los relatos Homéricos acerca de Pentesilea, las guerras contra Troya y el mito alrededor de Heracles y el ceñidor de Hipólita mencionan “in extensum” a éstas últimas.
Las walkirias acompañantes de Odin/Wotan eran un total de trece, numero de ambiguas connotaciones y que se relaciona en nuestros días con lo nefasto, pese a que el Tarot simboliza precisamente la “Resurrección”.
Estas mujeres guerreras eran elegidas por el Dios de entre el reino de los muertos.
Cabalgando por los aires y sobre los océanos seleccionaba a aquellos “Morituri”, es decir los que van a morir en las batallas de quienes besándolos en las mejillas, al igual que el beso de Judas, el Iscariote, o el “mafioso”, de la muerte, llevaban sus almas al Walhalla, un lugar de las delicias y uno de los tres palacios donde habitaban los dioses, en donde los guerreros tenían una supuesta existencia ideal comiendo y bebiendo hidromiel (equivalente al ignoto néctar griego) y reviviendo nuevamente los combates en los cuales fueron muertos en una suerte de eternización de la guerra.
El concepto teutón del Walhalla y los premios que allí aguardan a los que mueren honrosamente, tiene una particular coincidencia con ciertos pasajes Koránicos, como por ejemplo:
“...Y aquel que combate en la senda de Ala, ya muera ya triunfe, de cierto le daré galardón grande”. El Koram, Azora IV “Las Mujeres”.
Como se puede apreciar, se enfatiza el concepto de bienaventuranza en una suerte de glorificación de la guerra, el combate y la agresión.
La inteligencia y la fortaleza que los antiguos teutones atribuían a Wotan, le habían sido dadas mediante la cabeza de Mimir, custodiando las aguas de la fuente de la sabiduría del mundo subterráneo que permitía beber de ellas a Odin a cambio de un ojo.
Esta fue, de acuerdo algunas interpretaciones de los antiguos textos rúnicos y las zagas, una de las razones por las cuales durante la guerra sostenida por los Ases, es decir los dioses de Asgaard, equivalente nórdico al Olimpo griego, que en un total de doce acaudillados por Odin/Wotan se enfrentaron con los Vanes, cuyo líder era Hermdall, guardián del arco iris que conectaba el mundo terrenal con el subterráneo. Mimir resulto muerto y decapitado a causa de su traición.
Sin embargo, Wotan una vez vencedor de la contienda entre los dioses, insuflo vida a la cabeza a la cual utilizó como esclava y consejera.
El Dios de la guerrra tenía otros aliados. Dos negros cuervos, símbolos ancestrales de la fuerzas de la muerte, como rememora en su poema “The Raven” Edgard A. Poe, quienes eran llamados Hunim y Munin, los que le servían difundiendo sus ordenes en el mundo y según cuenta la leyenda, le alcanzaron en su combate con el Dios Thor, la lanza llamada Gungner, sin la cual hubiera quedado inerme frente a su rival, el Dios del trueno.
Además de estas aves, era acompañado por dos lobos que no deben confundirse con el lobo Fenris, guardián del mundo subterráneo llamado Hel, que en el moderno alemán es Holle y en el ingles Hell que literalmente significa “infierno”. La figura de Fenris, encuentra su equivalente en la mitología griega en el can Cerbero, celoso custodio del Hades, dominado tan solo por las fuerzas de Hércules , la dulzura de Orfeo y la astucia de Ulises.
Wotan tenia dos poderosos elementos más. Uno de ellos era la gran espada regalada por el Dios Loki, encarnación del fuego el mal y la superstición la cual este había hecho fabricar por los enanos Brok y Sindro, habitantes del mundo subterráneo y el otro, el mágico anillo denominado Drauppner el cual, más que como símbolo de la fertilidad, adjudicado por los Eddas habría que entender como un Ouroboros, es decir la imagen del retorno cíclico o eterno.
Wotan es representado de diferentes formas lo cual presenta una gran dificultad de descripción. La opinión más común es de adjudicarle un solo ojo en medio de la frente, producto de su alianza con Mimir y no como erróneamente se pretende como símbolo del sol. La nariz roma se disminuye aun más frente a una abundante cabellera negra al igual que su barba, “Cual la sombra de la muerte y las alas de sus cuervos”.
Con respecto a este último atributo físico exigen también coincidencias pues entre los Dioses escandinavos y germanos la barba tenia además de la obvia connotación viril, características mágicas.
Esta última acepción es característica del arquetipo denominado “Anciano sabio” y que podría simbolizarse en cuanto a características nigrománticas y de poder en el Moisés hebreo, el mago Merlín o el “Hércules Barbatus” denominación dada por los soldados germanos al Dios Thor es prueba de respeto.
En las zagas rúnicas se menciona que los dioses menores exhortaban a Wotan diciendo “ Haz que retumbe tu barba contra ellos”. Existía un cántico llamado “ Barditus” o de la barba, del cual proviene la actual palabra “Bardo” o Juglar.
Como el “Señor de la guerra” Wotan es representado con un yelmo de oro, fabricado por sus súbditos del mundo subterráneo, los Dwarfs, quienes, gracias a la influencia cabalística hebrea se sincretizaron en los gnomos, enanos y duendes que aparecen en los Mitos y Leyendas comunes a la humanidad, sosteniendo la espada regalo de Loki y la lanza Gungner la cual al ser arrojada, comenzó la primera guerra del mundo, hecho posterior a su regreso de Germania.
El Dios de la guerra poseía un corcel bermejo llamado Sleipner, de ojos sanguinolentos que iluminaban la noche con su luz roja. Su sola presencia originaba pavor y desorden.
“Todo él olía a cadáver por su contacto habitual con el mundo de los muertos" (A. Espina.”Dioses y Héroes nórdicos” ED. Aguilar)
Los relinchos de Sleipner reunían el aullido del chacal, el rugido del león y el silbido de la serpiente, pero con intensidad mil veces mayor. Su resoplido derribaba en tierra individuos y objetos y las pezuñas era como martillos destructores de cuanto pisaban.
Esta es la deidad a la cual C.G Jung describe como el arquetipo de Wotan, el destructivo, el agitador, el cíclico, simbolizado en La guerra.
Se entiende la conceptualización de este arquetipo si consideramos al inconsciente colectivo de la especie humana, no solo como reservorio de los productos culturales transmitidos filo y ontogenéticamente, sino también como contenedor de patrones de acción (action’s patterns).
El Wotan que todos llevamos dentro es el equivalente a la irrupción brusca en el plano consciente, no solo individual sino también a nivel de las sociedades de la autodestrucción.
Este producto arquetípico, no es solo patrimonio de ciertas culturas. Gracias a las conceptualizaciones junguianas acerca del símbolo como expresión del arquetipo es factible observar cómo Wotan, en este caso, surge en todas las tradiciones de la humanidad.
Citemos por ejemplo las sagradas escrituras: “ Y oiréis de guerras y rumores de guerras, mirad que no os turbéis pues es necesario todo esto que acontezca”. La Biblia. Apocalipsis 6 (Mateo24-2-6)
Y en especial:
“ Y salió otro caballo bermejo, y al que montaba le fue dado el poder de quitar de la tierra la paz y que se matasen unos a otros. Y se le dio una gran espada...”. ( Apocalipsis)
Nuevamente encontramos a Wotan en el símbolo de uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis, inclusive con atributos similares.
La memoria colectiva de los pueblos, aunque aparentemente inconexa, nos demuestra por el proceso de sincretizacion que el resurgimiento de este arquetipo expresado simbólicamente es un hecho en la historia de la humanidad.
El Wotan teutón y el jinete bíblico son el símbolo de las fuerzas destructivas y autodestructivas del ser humano.
En Marzo de 1936, tres años antes del estallido de la segunda guerra mundial, Jung alertó sobre esta eclosión de la barbarie irracional en su articulo aparecido en la Neue Schweizer Rundschau, titulado precisamente ”Wotan”.
Allí aludía, de ésta forma, a su temor de que en un país civilizado, en referencia a la Alemania de preguerra:
“ Al que se creí mucho más allá de la Edad Media, Wotan pudiera despertar de nuevo, como un volcán apagado de renovada actividad”.
CG Jung. Op.cit.Hay versión castellana. Consideraciones sobre la historia actual ED. Guadarrama
En éste articulo, lamentablemente mal interpretado por unos pocos debido a falta de conocimientos, o lo que es peor, una tendenciosa orientación en la que se pretendió bastardizar los conceptos de la Psicología analítica, Jung equipara a Wotan con todo lo que su carga de muerte, aniquilamiento y desolación significa:
“Me atrevo a soltar la afirmación herética de que el viejo Wotan, con su carácter abisal nunca exhausto, explica mejor el nazismo que los factores nacionales”. (C.G Jung.Op.Cit.)
El Wotan que llevamos dentro, pues como dice Jung los “Dioses y los demonios están dentro de uno”, puede permanecer en épocas de paz en un nivel larvado, pero ello no significa que haya muerto.
“Los arquetipos son como cauces de ríos a los que el agua ha abandonado, pero a los que se puede encontrar después de cierto tiempo... Como experiencia trágica, Wotan es el dios de los Alemanes y no el dios universal...”. (C.G Jung.Op.Cit.)
Por último, Jung nos alerta sobre el peligro del resurgimiento de Wotan diciendo:
“ De ser correcta esta conclusión, el nazismo no sería ni con mucho la última palabra. Habría que esperar en los próximos años o decenios, sucesos misteriosos de los que por los demás, apenas podemos hacernos ahora una idea...”.
Y, con cuarenta años de anticipación el sabio suizo nuevamente tuvo razón ¿Qué está sucediendo actualmente en el mundo?
En el Líbano la guerra civil continua destrozando a uno de los países más prósperos del medio oriente y ejemplo de cultura para el mundo. La tierra del poeta J.Hibran, cuenta con más de 100.000 seres humanos muertos desde 1975 y la reconciliación parece estar aún distante.
En Sudáfrica, con un gobierno de reconocida política racista, se producen disturbios y muertes casi cotidianamente, mientras los países industrializados, como por ejemplo el reino unido y su primera ministra, quien se opuso a sancionar el gobierno de Botha durante la conferencia de la comunidad de naciones , con la excusa sofista de que dichas sanciones dejaría deliberadamente a miles de trabajadores negros sin empleos... dan vuelta la cara y rememoran Poncio Pilatos.
Kampuchea (ex – Camboya) sufre los ataques de las fuerzas vietnamitas y la guerra prosigue desde las épocas del khmer rojo.
En Irlanda del norte gracias a la conocida intransigencia británica, la lucha con el ejército republicano irlandés (IRA) continuara Irán e Irak entran en el séptimo año de una guerra que ya lleva más de 500.000 muertos.
El conflicto de Afganistán tiene un total de vida humana inmoladas que fluctúa entre los 200.000 a 300.000 seres.
Existen guerras en Angola, el Salvador, Etiopía-Somalia, Guatemala, Mozambique, Nicaragua, Perú, Sri Lanka, Sahara occidental y Uganda por no mencionar potenciales conflictos como en el medio oriente o el Atlántico Sur.
Lamentablemente nuestro país, también engrosó las listas de vidas humanas perdidas en el altar sacrificial de Wotan.
En lo que ya va del siglo XX, el jinete de caballo bermejo llevo 76.000.000 de seres a la muerte.
Jung tenía razón: el dios de la guerra cabalga nuevamente en el psique humana.
Depende de nosotros encauzar su fuerza destructiva en productividad, esta es la metáfora del genio dentro de la botella.
La cosmogonía nórdica peca de fatalista en su concepción acerca del fin del mundo, Ragnarok u ocaso de los dioses.
Los pueblos germanos poseyeron una rica imaginación comparable, pero de ningún modo superior a la cultura mediterránea. La teología escandinava-germana difiere básicamente en un punto de la grecolatina: los dioses Nórdicos no son inmortales mientras que los helénico romanos si lo son, esto dota de una concepción de mayor valoración al mundo del más allá.
Para los antiguos nórdicos no existía nada después del ocaso, para nosotros sí.
Esta concepción fatalista fue tratada por los demás en los últimos tiempos del paganismo en el grandioso poema Voluspá.
Esta gran diferencia acerca de la trascendencia de la vida, debida a la difusión universal del concepto judeo-cristiano de alma como entidad sagrada e inviolable, el monoteísmo y las cualidades morales, éticas de cooperación social que detentan todas las grandes religiones, nos brinda una eficaz arma para encausar nuevamente en Wotan.
Jung señala el camino, es nuestra tarea humanizar y espiritualizar a nuestros semejantes.
La patología mental, sea esta individual o social no se agota tan solo en el plano primario de las necesidades no satisfechas como tampoco surge únicamente a consecuencia de éstas.
Estamos asistiendo a los albores de una nueva era y de nosotros depende superar nuestro “paganismo mental”, constituido por “ paraísos artificiales” que van desde las adicciones a sustancias, patologías derivadas de la organización de las sociedades modernas, estrés, ansiedad, depresión, psicopatologías y/o enfermedades cuyo origen son las emociones mal gestionadas, a la conducta psicopática, neurótica o personalidad en general desadaptada al medio “hostil” en el que se desenvuelve (entendiendo por hostil, contrario a nuestra propia naturaleza como Seres Humanos)
A ellos debemos anteponer la fe en la trascendencia de los valores espirituales humanos.
Las dificultades que nos agobian no son solo personales, políticas o económicas.
Todas ellas son manifestaciones de otra, invisible, pero mucho peor, la pérdida de confianza en nuestros semejantes y en nosotros mismos, en síntesis: la crisis moral.
Frente a Wotan cíclico debemos sustentar firmemente la búsqueda y recuperación de nuestros valores espirituales: la trascendencia de nuestros hechos como legado para el futuro y, de modo especial, la fe en una instancia suprema como creadora de todas las cosas grandes y pequeñas.
Notas del autor:
Este trabajo fue escrito en 1980 y publicado en 1987. Hoy, por hoy, la situación de Sudáfrica es distinta y el Líbano, de una forma parcial y afectando a gran parte de su pueblo, en especial los católicos maronitas, se encuentra en una situación diferente. De cualquier manera, las guerras inmotivadas, ridículas como todas las guerras, se han ido sucediendo e intercambiando, desde Chechenia, Iraq, Afganistan, etc. Así pues, considero, que, pese a diferencias históricas, el trabajo que realicé, tiene más actualidad que nunca pues se ve corroborado en sus resultados. Horacio Ejilevich Grimaldi. 18 de Julio 2004.
"La paz mundial se alcanzará cuando suficientes personas
tengan la paz interior para construirla."
Peace Pilgrim
La Paz es un logro superior a la alegría, porque la paz es una corriente profunda y permanente. La alegría es un estado imprevisto y fluctuante, pero la paz permanece. Aferrarse a un estado de constante felicidad sería erróneo, pues la naturaleza material (interior y exterior) siempre fluctúa. Con tan solo vernos entendemos que somos corrientes de interminables emociones. Nunca busques la felicidad porque ella sucede, lo importante es dar los pasos correctos. Un paso certero siempre viene seguido de la paz del corazón, más allá de la crisis, el dolor o los riesgos que haya que afrontar. A veces toca caminar en la floresta y otras en el desierto, a veces lo correcto implica gran alegría y otras duras pruebas.
¿Qué puede sostenernos entre tanta impermanencia?
La Paz…que permite abarcar todo el espectro de nuestra naturaleza y nos armoniza por completo con lo que sucede. Una persona que está en paz es como el “ojo del huracán” que se mantiene intacto mientras todo se moviliza a su alrededor. Así la paz lleva a un estado de serenidad, trascendencia, aceptación y plenitud. Si hay un tesoro mayor que la felicidad, es la paz del corazón."
Para crecer y Amarnos a nosotros mismos, es necesario reconocer y aceptar todos nuestros aspectos, incluso los más temidos.
No sirve de nada luchar, reprimir o negar aquello que nuestra mente juzga como negativo. Se trata de observar, sin juzgar, y aceptarlo todo, todo el tiempo.Ese es el secreto de la alquimia.
En relación al proceso de desarrollo personal, crecimiento espiritual o ampliación de conciencia, con respecto al arquetipo de Odin que en su polo más oscuro representa al dios de la guerra, se trata de perdonar y perdonarnos a nosotros mismos. A través del Perdón Sanamos el Alma, la nuestra y la de nuestros antepasados, restaurando el natural fluir de nuestro ser con la existencia, invirtiendo la rueda del karma trascendiéndolo para pasar a vivir en dharma conectados así con la parte más esencial de nosotros mismos, el sí-mismo-la parte con el Todo-al Dios, con Dios.
W O T A N por Carl G. Jung (1936)
"En Alemania nacerán diversas sectas
aproximándose fuerte al feliz paganismo.
El corazón cautivo y pequeñas recepciones
harán que se vuelva a pagar el verdadero diezmo".
(Michel de Nostradamus, 1555)
"Con la (Primera) Guerra Mundial parece haber surgido en Europa un momento en que ocurren cosas que antes, a lo sumo, sòlo se habrían imaginado. Ya la guerra entre naciones civilizadas era considerada casi una vieja fábula; un absurdo semejante parecía cada vez menos posible en este mundo de la razón e internacionalmente organizado. Y lo que siguió a la guerra fue un verdadero pandemónium: revoluciones fantásticas en todas partes, cambios violentos del mapa, regresos políticos hacia prototipos medievales o incluso más antiguos, Estados que fagocitaron a sus vecinos, superando ampliamente, en cuanto a totalitarismo, todos los experimentos teocráticos anteriores, persecuciones de cristianos y judios, masacres masivas por motivos políticos; y, para acabar, una incursión piratesca emprendida a la ligera contra un pacífico pueblo en vía de desarrollo [La invasión de Abisinia por Italia].
Cuando suceden estas cosas en grande, no debería uno maravillarse en absoluto si en una escala menor suceden también cosas extrañas en otras esferas. En el campo de la filosofía debemos ciertamente esperar un tiempo antes de que podamos establecer con fundamento el tipo de época en la cual vivimos. Pero en el campo religioso podemos ver que están ocurriendo hechos significativos.
Que en Rusia el colorido esplendor de la Iglesia griega ortodoxa haya sido sustituído por un movimiento ateo de dudoso gusto y cuestionable inteligencia no es de extrañar, por cuanto el nivel espiritual de la reacción "científica" es deplorablemente bajo.
A fin de cuentas, incluso en el Cercano Oriente se da un suspiro de alivio cuando de la atmósfera llena de humo por las procesiones de lámparas –que son todo lo que queda de la Iglesia Ortodoxa–, se entra en una digna mezquita donde la sublime e invisible omnipresencia de Dios no ha sido sustituída por la parafernalia de ritos y vasos sagrados. Y, en el fondo, tarde o temprano también debía despuntar en Rusia la Ilustración del siglo XIX con su iluminismo "científico". Pero que en un país verdaderamente civilizado que se pensaba que hacía tiempo que había salido de la Edad Media, un antiguo dios de la tormenta y la embriaguez, Wotan, que históricamente había estado un largo tiempo en reposo, pudiese volver a despertar a una nueva actividad como un volcán extinguido, es más que extraño: es realmente excepcional.
Como usted sabe, aquel Dios cobró vida en el Movimiento de la Juventud Alemana y fue honrado desde el comienzo de su resurrección con sangrientos sacrificios de ovejas. Eran jóvenes rubios (y a veces mujeres) que, armados con mochila y guitarra, eran vistos vagabundeando sin cesar por todos los caminos de Europa, desde el Cabo del Norte hasta Sicilia, fieles seguidores del dios andariego.
Más tarde, hacia el final de la República de Weimar, el papel errante fue asumido por miles y miles de personas desempleadas que se encontraban en todas partes deambulando sin rumbo fijo. En 1933 no se vagabundeó más, sino que se marchaba por centenares de miles, desde niños de cinco años hasta ancianos. El movimiento de Hitler, literalmente, puso en marcha la totalidad de Alemania, dando vida al espectáculo de una nación que migraba marcando el paso. Wotan, el vagabundo, había despertado. Así, podía vérselo en la sala de reuniones de una secta en el norte de Alemania conformada por gente modesta, representado como un Cristo un poco avergonzado, sentado en un caballo blanco. No sé si estas personas eran conscientes del parentesco primordial de Wotan con las figuras de Cristo y de Dionisio; probablemente no.
Al principio, Wotan, el viajero incansable, el alborotador que suscita querellas aquí y allá y además obra la magia, fue transformado por el cristianismo en un demonio; no era más que un fuego fatuo en las noches de tormenta, un cazador espectral acompañado por su séquito, y esto, también, sólo en las tradiciones locales, que eran cada vez más descoloridas. Fue la figura de Ahasverus [el judío errante], forjada en la Edad Media, la que asumió el papel del caminante incansable; se trata de una leyenda cristiana, no judía: el tema del vagabundo que no ha aceptado a Cristo fue proyectado sobre los judios (así como normalmente redescubrimos en los otros nuestro contenido psíquico que se ha hecho inconsciente). En todo caso la coincidencia del antisemitismo con el despertar de Wotan es una sutileza psicológica que podría valer la pena recordar.
"Una reciente monografía de Martin Ninck sobre Wotan (Wodan und Germanischer Schicksalsglaube, Jena, 1935) ha completado y perfeccionado nuestro conocimiento de la naturaleza de Wotan. El lector no debe temer que se trate únicamente de un estudio científico, escrito con distanciamiento académico. Si bien los derechos de la objetividad científica están plenamente protegidos y el material ha sido recogido con meticulosidad y se expone en un bello orden con rara perfección y penetración, es evidente que el autor siente su materia como algo cercano a la vida real y que la cuerda de Wotan aún vibra en él.
Esto no es un defecto sino una cualidad principal del libro que, sin esta participación entusiasta del autor, podría haberse convertido en un tedioso catálogo.
Ninck traza un cuadro grandioso del arquetipo alemán Wotan: lo describe en diez capítulos, basándose en todas las fuentes disponibles, como guerrero furioso (berserker), dios de la tormenta, caminante, luchador, dios del deseo (Wunsch) y del amor (Minne), señor de los muertos, señor de los Einherjer [héroes muertos que habitan en el Walhalla], maestro del conocimiento secreto, encantador, y dios de los poetas. Incluso su mítica corte, las Valkyrias y el Fylgja [espíritu acompañante, a menudo en forma animal], está tomada en consideración por cuanto este trasfondo está incluído en el significado total de Wotan.
La búsqueda de Ninck sobre el nombre de Wotan y su origen es muy instructiva: muestra cómo aquel dios encarna tanto el lado impulsivo y emocional del inconsciente, como el intuitivo e inspirador, y es por un lado el dios de la ira y el frenesí, y por otro un experto en los caracteres rúnicos y un anunciador del destino.
A pesar de que Wotan fue identificado por los romanos con Mercurio, ningún dios romano ni griego corresponde exactamente a sus características. Con Mercurio tiene en común la vida errante; con Plutón, y también con Kronos, el imperio sobre los muertos; el frenesí lo liga a Dionisio, en particular en su aspecto adivinatorio.
Sorprende el hecho de que Ninck no haga mención de Hermes, el dios helénico de la revelación que como pneuma [respiración, espíritu] y como nous [intelecto, mente] asocia su significado con el viento, y que establece un puente con el pneuma cristiano y con el milagro de Pentecostés. Como Poimandres, el pastor de los hombres, Hermes también es un dios "que atrapa" [Ergreifer] a los hombres.
Ninck señala acertadamente que Dionisio, al igual que los otros dioses, siempre se ha mantenido bajo la autoridad de Zeus omnipotente, lo que revela una profunda diferencia entre el temperamento griego y el germánico.
La eliminación de Kronos, al cual Ninck atribuye una íntima afinidad con Wotan, tal vez podría hacer pensar en una superación y un despedazamiento, en tiempos prehistóricos, del arquetipo de Wotan. En todo caso, el dios germánico representa una totalidad a un nivel primitivo, una situación psíquica en la cual la voluntad del hombre se identificaba con la del dios que lo tenía completamente en su poder.
Pero entre los griegos habían dioses que prestaban su apoyo al hombre contra otros dioses, y el padre Zeus no estaba muy lejos del ideal del déspota benévolo e ilustrado.
Wotan no dio signos de envejecimiento, él simplemente desapareció, a su manera, cuando los tiempos le fueron contrarios, y permaneció invisible durante más de un milenio, actuando de forma anónima e indirecta.
Los arquetipos se parecen a los lechos de ríos abandonados por el agua, que pueden retornar a su nivel en un momento más o menos lejano; son como los antiguos ríos en los cuales las aguas de la vida han fluído durante mucho tiempo, y han cavado un profundo canal para ellas; cuanto más han fluído en la misma dirección tanto más es probable que temprano o tarde retornen a su lecho.
Si en la sociedad humana, y especialmente al interior del Estado, la vida de los individuos está regulada como por un canal, la vida de las naciones es como la corriente de un río impetuoso que nadie domina, o que, sin embargo, nunca puede dominar un hombre, sino Uno que siempre ha sido más fuerte que los hombres. La Sociedad de las Naciones, que debería haber sido investida de una autoridad supranacional, es según algunos todavía un niño necesitado de protección y asistencia, mientras que otros la tienen por un aborto. Así, la vida de las naciones transcurre sin un freno, sin guía, inconsciente, como una roca que se precipita por una pendiente y se va estrellando, deteniéndose sólo frente a un obstáculo insuperable. Por lo tanto, los acontecimientos políticos pasan de un obstáculo a otro, como los torrentes que se arrastran por barrancos, pantanos y meandros. Cuando no es el individuo el que se mueve sino la masa, el control humano disminuye, y comienzan a funcionar los arquetipos; lo mismo sucede en la vida del individuo que se enfrenta a situaciones que observa que ya no es capaz de dominar con sus medios usuales.
Pero ¿qué significan todas las bellezas del pasado y de una humanidad completamente diferente ante el encuentro, nunca antes experimentado por el hombre de hoy, con un dios tribal viviente e insondable?
Ellas son arrastradas como hojas secas por el vórtice del viento impetuoso, y las alteraciones rítmicas de los Edda están inextricablemente insinuadas en los textos místicos cristianos, la poesía alemana y la sabiduría de los Upanishads.
Hauer mismo se encuentra absorbido [ergriffen] por la presentida profundidad de las palabras alemanas primigenias en una medida de la que por cierto no había estado consciente antes.
No es culpa ni del indólogo Hauer ni del Edda, ya que ambos existían desde hace mucho tiempo, sino del kairos –las actuales circunstancias temporales, la época– que, de hecho, en un examen más detenido, resulta además llamarse Wotan.
Yo aconsejaría por lo tanto al Movimiento Alemán de la Fe no ser más tan escrupuloso.Las personas inteligentes no lo confundirán con los brutales seguidores de Wotan que se limitan a "simular una fe".
Hay representantes de aquel movimiento que, desde un punto de vista intelectual y humano, estarían plenamente en condiciones no tan sólo de "creer" sino también de "saber" que el dios de los "alemanes" es Wotan y no el Dios universal de los cristianos.
Ello no es un deshonor sino un trágico suceso. Siempre ha sido peligroso caer en las manos de Dios y de un dios viviente.
Como es sabido, Yahveh no es una excepción, y han existido un tiempo filisteos, edomitas, amoritas y otros que estaban fuera de la experiencia jahwística y no la sufrían ciertamente sino como algo muy desagradable.
La experiencia semítica de Dios, Alá, fue por mucho tiempo un asunto muy penoso para toda la cristiandad. Desde el exterior, juzgamos demasiado a los alemanes contemporáneos como agentes responsables. Tal vez sería más justo considerarlos como "víctimas".
Si usamos consecuentemente nuestro modo de ver, que reconocemos como muy peculiar, debiéramos concluír que Wotan no sólo debe manifestar su carácter inquietante, dominador y tempestuoso, sino también su completamente diferente otra cara de su naturaleza, aquella extática y adivinatoria.
Si esta conclusión se confirma, el nacionalsocialismo no tiene ciertamente la última palabra; cabría esperar, en cambio, en los años o décadas por venir, que surgieran del trasfondo cosas que todavía no podemos ni siquiera imaginar.
El despertar de Wotan es una regresión y un retorno al pasado; el río, por causa de un atasco, ha debido interrumpir su transcurso por su antiguo lecho. Pero la obstrucción no durará para siempre; tal vez es un reculer pour mieux sauter [retroceder para saltar mejor], y el agua superará el obstáculo. Entonces por fin será manifestado lo que Wotan "murmuró junto a la cabeza de Mimir".
46. Los hijos de Mimir [espíritus del agua] se agitan, y la tierra [Meter] se incendia cuando suenan las notas del antiguo cuerno Gjallar; Heimdall [el guardián de los dioses] sopla fuerte, levantando el cuerno. Odín habla con la cabeza de [el decapitado] Mimir.
47. El antiguo fresno Yggdrasil se estremece; gime el gran árbol, y el lobo [Fenrir] se desencadena. En temor se agitan quienes están en los caminos de Hel [el reino de la muerte] hasta que el hijo de Surtur [el lobo Fenrir] lo devore [a Odín].
48. ¿Qué sucede entre los Ases?, ¿qué sucede entre los elfos?. Todo en Jotunheim [el reino de los gigantes] resuena. Los dioses [Æsir] están en consejo. Se lamentan los enanos, los amos de las murallas montañosas, ante las puertas de piedra. ¿Querrías saber más?.
49. Ahora Garm aúlla fuertemente delante de la gruta Gnipa [entrada de Hel]. Las cadenas se rompen y el lobo libre se escapa. Mucho yo sé, y más puedo ver del destino de los dioses [Ragnarok], los poderosos en combate.
50. Hrym [el líder de los gigantes] viene en su nave desde el Este, y lleva su escudo por delante. Se retuerce la serpiente Jörmundgand con furia de gigante y sacude las aguas. El águila [el gigante Hraesvelg] grita y destroza los cuerpos. Naglfar [el barco de los gigantes] no tiene impedimento.
51. Ese barco viene desde el Este: La gente de Muspell viene desde el mar, y Loki maneja el timón. Con el lobo [Fenrir] vienen los hijos de la locura; entre ellos va [Loki] el hermano de Byleist.
LOS HIJOS DE HITLER DOCUMENTAL
Nacieron en familias acomodadas, muy cercanas al núcleo más poderoso del III Reich. Heredaron apellidos como Himmler, Goering, Goeth... Crecieron arropados por el silencio de sus familias, quienes les negaron todo lo ocurrido, pero no pueden evitar sentirse culpables.
"Los hijos de Hitler", una producción israelí que, tras décadas en la sombra, revela la culpa con la que cargan los descendientes directos de varios jerarcas nazis.
El peso de la culpa
“Es difícil explicar la culpa” dice en el documental el nieto de Rudolf Hoess, a quien se le atribuye la muerte de dos millones de judíos en Auchswitz. “Pero cargo con esa culpa, no puedo evitar sentirme culpable”.
Es difícil explicar la culpa
Como él, otros de los protagonistas de "los hijos de Hitler" no pudieron imaginar que su padre o su abuelo hubieran dirigido las “SS”, o que abrieran campos de concentración como el de Auschwitz, donde supervisaron el exterminio de millones de personas en las cámaras de gas. En sus familias, como explica Niklas Frank, el hijo de uno de los colaboradores más próximos de Hitler y gobernador de la Polonia ocupada, "todo terminó el 8 de mayo e 1945".
Lucha de sentimientos
El documental reúne conmovedores testimonios cómo el de Monika Goeth, la hija del sádico comandante del campo de concentración de Plaszow, famoso por la película “La lista de Schindler”, cuando le preguntó a su madre de niña si su padre había matado a algún judío y la respuesta fría que obtuvo de ella fue: “bueno, sí que mató a unos pocos”
En "Los hijos de Hitler" se aborda el delicado equilibrio que han alcanzado algunos de ellos para calibrar la natural admiración de cualquier niño por sus padres y la innata repulsión por los crímenes que cometieron.
A Niklas, Monika y otros protagonistas del documental, la vergüenza y el horror les arrastran a renegar de sus orígenes, aunque se debaten en una contradictoria lucha de sentimientos. “¿Dónde queda el amor por los padres si uno es sincero y si sabe realmente lo que hicieron o pensaron? ¿Es posible? ¿Dónde se pone el límite?”, afirma con dolor la sobrina nieta de Himmler.
El perdón/Redención
Algunos de estos descendientes de los criminales del nacionalsocialismo se han enfrentado a su infierno privado y han querido redimir sus culpas, pidiendo perdón por los horrores que cometieron sus familiares, a los parientes de las víctimas del Holocausto.
“Hay que dar aquella verdad que convence sin atar y que atrae aún sin convencer, porque se habla con el lenguaje del corazón y el lenguaje del corazón no persigue meta definida alguna, solamente persigue la unidad y la unidad no tiene meta, como la verdad no tiene meta, como la paz no tiene meta, como la música no tiene meta”
Vicente Beltrán Anglada - Conf. 4-10-85
"Para que cambie la psicología de las naciones,
antes tiene que cambiar la psicología del individuo.
EL AMOR SIEMPRE ES LA RESPUESTA"
Odin
Nota:
El 10 de enero, un amigo me escribía lo siguiente. A menudo en mis entrevistas hay una pregunta que se repite habitualmente de la gente...¿Como puedo ser felíz estando el mundo como está?¿Como es que hay tantas guerras, hambre, etc,etc?
Cuando pensamos en la guerra, la rechazamos, queremos que acabe..cuando pensamos en el hambre, en las injusticias sociales, políticas, económicas...en las manipulaciones mediáticas, etc...las rechazamos porque no las queremos en nuestro mundo...pero...sabemos que aquello que rechazas crece y no solo eso, te domina.
Mucha gente tiene la falsa creencia de que "tienen" que hacer algo para cambiar esto...no, ese no es el primer escalón.
El primer escalón es la ACEPTACIÓN SIN CONDICIONES...y ahora yo te pregunto:
¿Tú, Serías capaz de sentarte y amar este mundo tal y como es en estos momentos, y sin cambiar absolutamente nada...?
¿Cuando un niño pequeño se hace daño a sí mismo por ignorancia...?
¿le pegas, lo castigas, lo reprimes, o lo abrazas, lo amas y lo aceptas?
El mundo solo refleja nuestras sombras, ¿Estás dispuesto a sentarte y a amarte tal y como eres en este momento, sin cambiar ni un solo pelo, sin condición alguna?
¿Y si Hitler (por poner un ejemplo puesto que es foco de los odios de la inmensa mayoría), tuviese como misión de vida junto con todas sus víctimas el de materializar y manisfestar en la forma física todo el odio manifiesto y no manifiesto de la Humanidad existente y no existente...para dar la oportunidad de sacarlo fuera del inconsciente colectivo primero, y para dar la oportunidad de amarlo sin condición alguna ?
¿Tú, podrías sentarte y amar a Hitler sin poner ninguna condición y decirle te abrazo y GRACIAS por lo que viniste a hacer??
Sé que este contenido no va a ser apto para todo tipo de consciencia...sé que suena fuerte y duro pero.....¿y si es así?
¿qué movería en tí esa información?
Pues bien...ya había oído estas reflexiones a cerca del tema...y en su día no tuve energías para entretenerme a contestar tal cuestión. Hoy sinceramente, tampoco era mi intención...Sin embargo, por alguna razón que desconozco, pero cuyo mecanismo reconozco y siento, este post quería salir...pese a mis reticencias a alimentar la sombra en este particular trayecto mío...las sombras se agolpan alborotadas para salir por cualquier grieta...y aquí mi tiempo y mi persona...en homenaje a tantos otros cuyo dolor tienen que negociarlo con la sangre de los antepasados.
He recopilado aquí aquellos datos "causales" que fueron llegando sin aparente nexo de unión o hilo conductor que fusione todo contenido, sin pretensión alguna de concluir nada más allá de lo que la claridad de cada mente atisbe a vislumbrar en consonancia con el espíritu de este tiempo sacando cada cual sus propias conclusiones.
De la Naturaleza Dual al Uno
contenedor de todos los Misterios, Sabiduría y Poder.
WOTAN.
Un sólo Dios, una sola nación, una misma Fuente
y tantos templos como calles por las que llegar a ellos.
Y la misma respuesta: El Amor.