"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Cabeza de Río


Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!



Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos

donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.


Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

Toma este vals, este vals del “Te quiero siempre”.
En Viena bailaré contigo




con un disfraz que tenga
cabeza de ríoMi Alma en fotografías y Azucenas.

Morente & Lagartija Nick - Omega.


SABOR (A)MAR 

Pies de Mar Cabeza de Río 
¡ Por que Te Quiero, Te Quiero Amor Mío,
en el desván dónde Juegan los Niñ@s Yo Te Veo¡¡¡ 

Cabeza de Río ***Primero Manhathan, luego Berlin*** 

"Te Quiero Siempre, con todo lo que la palabra Con-Lleva". 

AMEN AHORA.





Algunos días no pertenecen a la vida, ni a la muerte.
Algunos días van más allá de la existencia misma,
porque son propiedad del silencio.
Y sólo la música puede traducirlo...

"¿Y en qué sorteo dices que te ha tocado esta ruta...?
Me ha tocado una ruta en mi imaginación ".

- "AHORA?" 

- "Vale"



Alfa & ....Omega.


B  G  A  R  A  C  K  I  A   S 



viernes, 19 de mayo de 2017

Sencillo y Profundo: NaturalMente Unido.




Vida garfio
[Poema .Juana de Ibarbourou]

Amante: no me lleves, si muero al camposanto
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
Alboroto divino de alguna pajarera
O junto a la encantada charla de alguna fuente.

A flor de tierra, amante. Casi sobre la tierra,
Donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos,
Alargados en tallos, suban a ver de nuevo
La lámpara salvaje de los ocasos rojos.

A flor de tierra, amante. Que el tránsito así sea
Más breve. Yo presiento
La lucha de mi carne por volver hacia arriba,
Por sentir en sus átomos la frescura del viento.

Yo sé que acaso nunca allá abajo mis manos
Podrán estarse quietas.
Que siempre como topos arañarán la tierra
En medio de las sombras estrujadas y prietas.

Arrójame semillas. Yo quiero que se enraícen
En la greda amarilla de mis huesos menguados.

¡Por la parda escalera de las raíces vivas
Yo subiré a mirarte en los lirios morados! 



La gente suele preguntarme a dónde nos lleva el despertar. ¿Dónde acaba todo esto? Esta pregunta resulta muy difícil de contestar, porque cualquier cosa que responda puede convertirse en otro objetivo en la mente.

Los objetivos mentales son, por supuesto, grandes obstáculos para llegar a ser plenamente conscientes y estar plenamente despiertos. Sin embargo, sin duda hay una trayectoria hacia el despertar, una maduración desde el despertar hasta lo que podríamos llamar iluminación.

Cuanto más entramos en la experiencia directa del Ser, de lo no nacido, de lo inmortal, de lo no creado que somos, más entramos en una verdadera sensación de no-dualidad.

La maduración del despertar es este profundo retorno a nuestra esencia, a la simplicidad de lo que somos, que está antes y más allá del ser y del no ser, de lo existente y de lo inexistente. Es donde hay una desaparición, por así decirlo, donde nuestras mentes ya no se quedan fijadas en ningún plano de la experiencia, ni en ninguna expresión particular. La tendencia a quedarse atascado ha sido liberada.

Este despertar no es un estado místico, de inmensidad o de ser especial. Es un estado de naturalidad y comodidad. En el ámbito humano, se experimenta con una profunda naturalidad y simplicidad.

En otro ámbito, es la sensación innegable de que cualquiera que haya sido nuestro viaje, hay cierta sensación de finalidad. Como dijo un viejo maestro zen, es como un trabajo bien hecho. Al final del día, vuelves a casa. En cierto punto de la propia vida espiritual, es como si lo abandonáramos todo espontáneamente. Esto resulta difícil de entender hasta que te ocurre. Abandonas la espiritualidad misma, la búsqueda de la libertad. Es necesario que nos liberemos de nuestra necesidad de libertad para iluminarnos en nuestra necesidad de iluminación.

En cierto sentido, la iluminación es morir en lo cotidiano, en una “cotidianidad” extraordinaria. Empezamos a darnos cuenta de que lo ordinario es extraordinario. Es casi como entender un secreto oculto: que en todo momento hemos estado en la tierra prometida, que en todo momento hemos estado en el reino celestial.

Como diría Buda, desde el principio mismo sólo ha habido nirvana. Pero percibíamos las cosas erróneamente.

Como diría Buda, desde el principio mismo sólo ha habido nirvana. Pero percibíamos las cosas erróneamente. Al creer nuestras imágenes mentales, al contraernos debido al miedo, la vacilación y la duda, habíamos percibido mal dónde nos encontrábamos. No nos dábamos cuenta de que estamos en el cielo, de que estamos en la tierra prometida, de que el nirvana está aquí mismo, ahora mismo, exactamente donde nos hallamos.

Este tipo de visión, esta percepción, no tiene sentido para la mente convencional. Ésta diría: “Bueno, eso suena maravilloso, pero todavía hay gente que se muere de hambre; niños que pasan hambre. Hay abuso, violencia, odio, ignorancia y avaricia”. Ciertamente, existe la experiencia de todas esas cosas; eso es innegable. Pero, al mismo tiempo, vemos que toda esa división es producto del sueño de las mentes humanas. Esto no significa que lo descartemos ni que lo evitemos; al contrario. Lo que vemos es la perfección subyacente en la vida.


"La Verdadera Meditación no consiste en un master de técnicas; consiste en soltar el control"

A partir de este trabajo básico de ver, experimentar y conocer literalmente la perfección subyacente de la vida, nos mueve una fuerza completamente diferente. Ya no somos atraídos o empujados; ya no sentimos que necesitamos conseguir, o que tenemos que ser conocidos, reconocidos, confirmados, amados u odiados, ni que gustar o no gustar. Éstos son estados de conciencia dentro de la mente que sueña. Cuando hemos reconciliado todos estos opuestos, cuando han sido armonizados dentro de nuestro sistema, hay algo más que nos mueve en la vida. Es algo extraordinariamente simple. Esa fuerza, esa energía que nos mueve, es al mismo tiempo la sustancia misma de nuestro ser, nuestro propio yo.

Esta energía no está dividida. Siempre es completamente trascendente y siempre está aquí por completo, ahora, en este momento. Nunca hace falta un momento diferente, mejor. Cuando vemos este momento como realmente es, lo percibimos como algo extraordinario. No necesitamos convertirlo en ninguna otra cosa, porque ya es extraordinario tal como es. Cuando comprendemos esto, hemos sanado la división ilusoria dentro de nosotros, y hemos empezado a sanarla dentro de la gran conciencia de la humanidad.



Nuestra mayor contribución a la humanidad es 
nuestro despertar. 


Es abandonar literalmente el estado de conciencia en el que se halla la masa de la humanidad y descubrir la verdad de nuestro ser, que es la verdad de todos los seres.

Nuestra mayor contribución a la humanidad es descubrir la verdad de nuestro ser, que es la verdad de todos los seres. Cuando lo hacemos volvemos como un regalo, como un recién nacido. En cierto sentido, hemos vuelto a nacer.

La tradición cristiana nos ofrece la historia de la transfiguración de Cristo: es literalmente una transformación, un nuevo nacimiento, que tuvo un impacto y una influencia increíbles. A veces, al intentar ayudar exteriormente olvidamos que la mayor ayuda que podemos ofrecer es nuestro propio despertar. Esto no significa que dejemos de hacer lo que podamos en el exterior: prestar ayuda, alimentar a los hambrientos, cuidar de los pobres y de los enfermos. Esto no significa que nada de lo anterior tenga que ser evitado ni que no sea útil. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que nuestra mayor contribución es curar las divisiones ilusorias dentro de nosotros. 

Ése es el gran regalo que podemos ofrecer a la humanidad; eso es lo que va a hacerla cambiar.

La humanidad no va a cambiar porque diseñemos otro sistema de gobierno, por algo que se le imponga desde fuera, ni por las ideas nobles o los grandes sistemas. La verdadera transformación siempre viene de dentro. Viene del despertar. Llegamos a ver que el mundo externo no es sino una expresión de lo interno. Lo que se manifiesta no es sino una expresión de lo no manifestado.

Si, como cultura, corno especie, continuamos viviendo en un estado de conciencia dividido, por más que cambiemos externamente continuaremos manifestando división. No obstante, cuando cada uno de nosotros entra en el estado natural, simple y no dividido realiza una contribución a todos los seres, sin intentarlo, sin atribuirse ningún mérito, incluso sin saberlo. Cuando tu conciencia deja de estar dividida, te conviertes en parte de la manifestación de la unidad. Llegas a saber que la iluminación es extraordinariamente maravillosa y profunda, pero también muy simple.


La gran definición de la iluminación es simplemente el estado natural de ser.


De modo que el estado de conciencia en el que se encuentra la mayoría de la humanidad no es natural. Está alterado. No hace falta que busquemos estados alterados de conciencia; la humanidad ya se halla en un estado alterado de conciencia. Se lo llama separación. La separación es el estado de conciencia alterada definitivo.

No hace falta que busquemos estados alterados de conciencia; la humanidad ya se halla en un estado alterado de conciencia. Se lo llama separación.

A diferencia de lo que suele creer la gente, la iluminación no tiene nada que ver con los estados alterados de conciencia. La iluminación es un estado de conciencia no alterada. Es pura conciencia tal como realmente es, antes de convertirse en algo, antes de sufrir alteración alguna.

El reino del cielo es el estado natural de ser. 



El nirvana no es un objetivo al que nos aferremos; no es algo que intentemos conseguir o que tratemos de imponernos a nosotros mismos. Sólo lo descubrimos cuando llegamos a plasmar nuestra manera de ser totalmente natural y espontánea. Únicamente podemos experimentarlo al darnos cuenta de quiénes somos y de qué somos cuando simplemente somos conscientes.

Ésta es la promesa del despertar. No es únicamente una promesa personal para uno mismo, sino ...




una promesa para la conciencia misma, y por lo tanto para Todos los Seres.

B  A  R  A  K A V  I  V  E


Fuente: Adyashanti. El final de tu mundo (Editorial Sirio, 2011)




lunes, 15 de mayo de 2017

El destino es de Aire para VolarNos Juntos





¿Dónde estás Mirando Tú?


23 – IX

No hay tiempo.
Ya no hay tiempo.
Pero, ¿alguna vez hubo tiempo?

La ilusión de la vida por delante,
se conjuga con el verbo
de la vida por detrás.

Y todo transcurrir no es más que un punto,
quizá un punto extensible
o el revés de ese punto,
porque el tiempo es puntual.
Un punto que a veces se desliza levemente,
como una gota de asombro de la luz
o un inesperado corpúsculo de sombra,
tan sólo para justificar algo parecido a un nivel
en el barómetro casi fijo
que mide la presión imposible de la vida.

O tal vez simplemente
la presión diagonal de lo imposible.



15 - XII

Buscar una cosa
es siempre encontrar otra.
Así, para hallar algo,
hay que buscar lo que no es.

Buscar al pájaro para encontrar a la rosa,
buscar el amor para hallar el exilio,
buscar la nada para descubrir un hombre,
ir hacia atrás para ir hacia delante.

La clave del camino,
más que en sus bifurcaciones,
su sospechoso comienzo
o su dudoso final,
está en el cáustico humor
de su doble sentido.
Siempre se llega, 
pero a otra parte.

Todo pasa.
Pero a la inversa.



17 - III

Detener la palabra 
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que pueda prescindir de todo nido.

El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.


- Roberto Juarroz: Los Extremos de la Palabra -


B *A* R *A* K* A