Caminar es la Búsqueda y el Encuentro
En todas las culturas, la espada simboliza el poder y la fuerza, e históricamente ha sido un instrumento reservado al guerrero, al ser defensor de las fuerzas de la Luz.
Como símbolo de poder es capaz de quitar la vida, pero también de proveer la energía regeneradora que destruye la ignorancia para establecer la paz y la justicia, de allí que se la asocie a un sentido espiritual y de purificación.
La espada -y sus equivalentes simbólicos, la lanza y la flecha- son armas representantes del eje del mundo, si las consideramos en un sentido profundo y, aunque no siempre los tengan, pueden ser tomadas de modo general, con doble filo o doble punta.
En la espada de doble filo, la dualidad está marcada en el mismo sentido del eje y refiere a los dos conjuntos de fuerzas inversas resultantes de la polarización que, habiéndose originado en una única esencia, el Principio, condiciona el mundo manifestado; idea también presente las dos serpientes enroscadas en torno al caduceo.
El eje es lugar donde las oposiciones se resuelven y concilian en el equilibrio perfecto. Su carácter esencial es la inmutabilidad; en torno de sí, se efectúa la revolución de todas las cosas y de la cual él no participa. Es el llamado "invariable medio" por la tradición extremo-oriental.
En otro nivel del sìmbolo, la espada se asimila al rayo, que es la fuerza que produce, en palabras de Rene Guènon, "las condensaciones y las disipaciones, referidas a la acción alterna de los principios complementarios", yin y yang, que corresponden a los términos herméticos "coagulación" y "solución" respectivamente, es decir, a la generación y a la disolución.
Particularmente, se la asocia al rayo solar y al relámpago o como derivada de este último, lo que se representa de modo sensible en la hoja ondulante de la espada flamígera. Esta espada se relaciona con el fuego y es símbolo del poder espiritual.
La espada es la Cruz
Se empuña con la mano izquierda, ya que no es usada como arma de defensa o de combate sino como "instrumento de transmisión", a diferencia de otros que portan espadas rectas en su mano derecha. "Señor, haz de mi espada luz, para los que te buscan,
fuerza, para los desalentados,
esperanza, para los oprimidos,
misericordia, para los arrepentidos,
tormento, para los perversos,
justicia, para los excluidos.
Señor, hazme digno de mi espada,
que ella nunca sea blandida si no fuera
para combatir el
buen combate;
que pueda con ella mutilar diariamente al demonio de mi ego
para que, un día, pueda degollarlo definitivamente
y entonces, Señor,
pueda verte cara a cara
y pueda ponerla a tus santos pies
como símbolo de la victoria sobre mí mismo
y poder cantar,
junto con tus querubines y serafines,
la gloria de tu nombre.
Kadosh, Kadosh, Kadosh, Adonai, Sabaoth.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo."
“La Caballería Celeste, Los que ven, aquello que aparentemente no se puede Ver”
“…pero todavía no has llegado a la visión abierta” Cristo le dice esto y vemos como Cristo convertido en ciervo se marcha volando…Pero esto no es todo lo que has de ver, hay algo superior, eso que no hay lengua que pueda describir ni corazón que pueda expresar… El último grado, la contemplación dónde se han suprimido todas las imágenes y es la perfecta unión con Dios.
A través de lo invisible llegaremos a lo invisible. La luz de las candelas (razón) que queda apagada por la luz del grial (revelación, metafísica, iluminación), nos encontramos ante la transformación, aquel que ha penetrado en los secretos del valle, adquiriendo así una identidad que se revela a través de la toma de conciencia de su nombre. Tres gotas de sangre que han caído en la nieve, porque una oca ha sido herida por un halcón, ve el rostro de su amada y en la lejanía en ese momento realiza el amor, realizando en su interior el amor a la dama. El mito del grial empieza por la vía interrogativa, el héroe lo que debe hacer es preguntar. Si no hay pregunta no hay respuesta, no se establece la comunicación entre cielo y tierra. El combate ya no tiene sentido, la aventura se resuelve a través del combate, pero eso ya no sirve, la cortesía ni el combate, ya no sirven. La via interrogativa con la que nace el mito, vira da un giro muy importante, sobre el grial no hay nada que preguntar…
EL GRIAL HAY QUE VERLO. LA SANGRE DEL CRISTO HAY QUE BEBERLA. EL GRIAL NOS REMITE A LA HISTORIA SAGRADA, SANTA, INTRODUCIÉNDONOS EN LA VISIÓN DEL GRIAL.
La Armadura como protección física del cuerpo, simboliza la defensa espiritual. El caballero armado se “aísla” del mundo circundante y cada pieza de su arnés, según la parte del cuerpo que protege, recibe un simbolismo adicional dimanando del anatómico. La armadura, a la vez que una defensa, es una transfiguración del cuerpo, una “metalización” ligada al simbolismo de los metales (esplendor, duración, brillo…)
Las Armas, en el complejo simbólico del héroe y de su lucha, las armas son en cierto modo el oponente a los monstruos; la diversidad de unas corresponde a la diversidad de los otros. Por ello el arma empleada en los combates míticos posee una significación profunda y determinada: caracteriza tanto al héroe que la utiliza como al enemigo que éste debe destruir. No siendo el enemigo-en interpretación psicológica del símbolo-sino el peligro interior del héroe, el arma se convierte en genuina representación del estado de conflicto (alas de Ícaro, escudo de Perseo, maza de Hércules, bastón de Edipo, tridente de Neptuno, Hades y Satán) En la epístola de san Pablo a los efesios (6, 10-17), cuando el Apóstol da consejos sobre el modo como el cristiano deberá enfrentarse con el adversario, dice:
“Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en su virtud todopoderosa. Revestíos de la armadura de Dios para poder contrarrestar las asechanzas del diablo porque no es nuestra pelea solamente con hombres de carne y sangre, sino contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en el aire. Por tanto, tomad las armas todas de Dios, o a todo su arnés para poder resistir el día aciago y sosteneos apercibidos en todo. ESTAD, PUES, A PIE FIRME, CEÑIDOS VUESTROS LOMOS CON EL CÍNCULO DE LA VERDAD Y ARMADOS DE LA CORAZA DE LA JUSTICIA Y CALZADOS LOS PIES PRONTOS A SEGUIR Y PREDICAR EL EVANGELIO DE LA PAZ; EMBRAZANDO EN TODOS LOS ENCUENTROS EL BROQUEL DE LA FE, CON QUE PODÁIS APAGAR TODOS LOS DARDOS ARDIENTES DEL ENEMIGO; TOMAD TAMBIÉN EL YELMO DE LA SALUD Y EMPUÑAD LA ESPADA DEL ESPÍRITU (QUE ES LA PALABRA DE DIOS)”.
Según san Efrén, el simbolismo implícito en el párrafo anterior se precisa alegóricamente del modo siguiente. Elmo, esperanza; cíngulo, caridad; calzado, humildad; escudo, cruz; arco, oración; espada, palabra de Dios.
El mismo sentido moral aparece en la interpretación simbólica de Diel, al señalar que, con las “armas prestadas por la divinidad” (en efecto, en mitos, leyendas medievales y cuentos folklóricos, las armas suelen aparecer en circunstancias milagrosas), el hombre debe combatir la exaltación de sus deseos irracionales, el monstruo seductor, sirviendo así a las finalidades superiores de la especie y del espíritu. Las armas simbolizan, pues, las funciones y fuerzas de espiritualización y sublimación al modo como los monstruos representan la exaltación de lo inferior. En mitos y leyendas se exalta el poder, para así decirlo autónomo, de las armas, objetos y atributos de los grandes héroes, santos y semidioses, como el olifante de Rolando, el martillo de Thor, la vara de Moisés.
Aparte de la determinación del sentido generalizado de las armas, volviendo a su clasificación particularizada, diremos que el simbolismo de algunas se enriquece por el elemento del que dependen: las boleadoras y la onda están asociadas con el aire; la lanza, con la tierra; la espada, con el fuego; el tridente, con las profundidades. Otra connotación proviene de la pertenencia común de las armas; el cetro, la maza, el bastón y el látigo, son atributos reales; la lanza, la daga y la espada pertenecen al caballero; el cuchillo y el puñal son armas ocultas, innobles hasta cierto punto; el rayo y la red son armas de los dioses uránicos, etc.
Estableciendo un paralelismo entre la jerarquía de las armas y los arquetipos junguianos, componentes de la vida anímica personal, podríamos establecer las asimilaciones siguientes: sombra (cuchillo, puñal), Ánima (lanza) Mana (maza, red, látigo), Si mismo (espada).
Por estas identificaciones puede Schneider afirmar que la lucha de la lanza contra la espada es la de la tierra contra el cielo. Por otro lado, hay una determinación específica de la espada como “arma de salvación” asociada a los ritos medicinales y a las ceremonias de más alta trascendencia.
Las armas de aplastamiento, como la maza, implican la idea de destrucción mejor que la de victoria. Símbolos de poder desde la prehistoria, continúan siendo en los tiempo cristianos sagradas y se cuelgan de la puerta o se colocan en el dintel para alejar el peligro, tanto de los hombres como de los animales (Kühn, El arte rupestre en Europa).
“La Caballería Celeste, Los que ven, aquello que aparentemente no se puede Ver”
“…pero todavía no has llegado a la visión abierta” Cristo le dice esto y vemos como Cristo convertido en ciervo se marcha volando…Pero esto no es todo lo que has de ver, hay algo superior, eso que no hay lengua que pueda describir ni corazón que pueda expresar… El último grado, la contemplación dónde se han suprimido todas las imágenes y es la perfecta unión con Dios.A través de lo invisible llegaremos a lo visible. La luz de las candelas (razón) que queda apagada por la luz del grial (revelación, metafísica, iluminación), nos encontramos ante la transformación, aquel que ha penetrado en los secretos del valle, adquiriendo así una identidad que se revela a través de la toma de conciencia de su nombre. Tres gotas de sangre que han caído en la nieve, porque una oca ha sido herida por un halcón, ve el rostro de su amada y en la lejanía en ese momento realiza el amor, realizando en su interior el amor a la dama. El mito del grial empieza por la vía interrogativa, el héroe lo que debe hacer es preguntar. Si no hay pregunta no hay respuesta, no se establece la comunicación ente cielo y tierra. El combate ya no tiene sentido, la aventura se resuelve a través del combate, pero eso ya no sirve, la cortesía ni el combate, ya no sirven. La via interrogativa con la que nace el mito, vira da un giro muy importante, sobre el grial no hay nada que preguntar…
EL GRIAL HAY QUE VERLO. LA SANGRE DEL CRISTO HAY QUE BEBERLA. EL GRIAL NOS REMITE A LA HISTORIA SAGRADA, SANTA, INTRODUCIÉNDONOS EN LA VISIÓN DEL GRIAL.
¿Qué noches oscuras hay que pasar para llegar a la sala del Rey pescador y preguntarle que le ocurre a él?
¿Qué te sucede ....? Esa es la pregunta amorosa...
Es esa salida del Sí Mismo, cuando ya no se trata de preguntar, sino de salir de si para SENTIR, Sintiendo la Herida del Otro, cuando la sientes en tu propio costado,
la compasión Sentida.
Ese triángulo invertido, con el otro que se coloca encima que es la lanza que desde el punto de vista figurativo se puede reducir al triángulo (copa) y la lanza (el otro, erguido) que se podría reducir al símbolo de la totalidad (el sello de Salomón) que es el CORAZÓN.
EL AMOR.
El país de la libertad es el Amor....más allá de las virtudes...
El país de la libertad es el Amor....
Gracias a: Diccionario de símbolos- Juan Eduardo Cirlot y Victoria Cirlot.
"Aprended de la Naturaleza en su Obrar"
ღ•❥*⁀`•.¸¸.*BARAKAღ•❥*⁀`ღ•❥*