"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

martes, 20 de octubre de 2015

La Caballería Celeste: Energía, potencia y Fuerza.




Caminar es la Búsqueda y el Encuentro

En todas las culturas, la espada simboliza el poder y la fuerza, e históricamente ha sido un instrumento reservado al guerrero, al ser defensor de las fuerzas de la Luz.

Como símbolo de poder es capaz de quitar la vida, pero también de proveer la energía regeneradora que destruye la ignorancia para establecer la paz y la justicia, de allí que se la asocie a un sentido espiritual y de purificación.

La espada -y sus equivalentes simbólicos, la lanza y la flecha- son armas representantes del eje del mundo, si las consideramos en un sentido profundo y, aunque no siempre los tengan, pueden ser tomadas de modo general, con doble filo o doble punta.
En la espada de doble filo, la dualidad está marcada en el mismo sentido del eje y refiere a los dos conjuntos de fuerzas inversas resultantes de la polarización que, habiéndose originado en una única esencia, el Principio, condiciona el mundo manifestado; idea también presente las dos serpientes enroscadas en torno al caduceo.
El eje es lugar donde las oposiciones se resuelven y concilian en el equilibrio perfecto. Su carácter esencial es la inmutabilidad; en torno de sí, se efectúa la revolución de todas las cosas y de la cual él no participa. Es el llamado "invariable medio" por la tradición extremo-oriental.
En otro nivel del sìmbolo, la espada se asimila al rayo, que es la fuerza que produce, en palabras de Rene Guènon, "las condensaciones y las disipaciones, referidas a la acción alterna de los principios complementarios", yin y yang, que corresponden a los términos herméticos "coagulación" y "solución" respectivamente, es decir, a la generación y a la disolución.
Particularmente, se la asocia al rayo solar y al relámpago o como derivada de este último, lo que se representa de modo sensible en la hoja ondulante de la espada flamígera. Esta espada se relaciona con el fuego y es símbolo del poder espiritual. La espada es la Cruz Se empuña con la mano izquierda, ya que no es usada como arma de defensa o de combate sino como "instrumento de transmisión", a diferencia de otros que portan espadas rectas en su mano derecha. 


"Señor, haz de mi espada luz, para los que te buscan,
fuerza, para los desalentados,
esperanza, para los oprimidos,
misericordia, para los arrepentidos,
tormento, para los perversos,
justicia, para los excluidos.

Señor, hazme digno de mi espada,
que ella nunca sea blandida si no fuera 
para combatir el buen combate;
que pueda con ella mutilar diariamente al demonio de mi ego
para que, un día, pueda degollarlo definitivamente
y entonces, Señor,
pueda verte cara a cara
y pueda ponerla a tus santos pies
como símbolo de la victoria sobre mí mismo
y poder cantar,
junto con tus querubines y serafines,
la gloria de tu nombre.

Kadosh, Kadosh, Kadosh, Adonai, Sabaoth.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo."



“La Caballería Celeste, Los que ven, aquello que aparentemente no se puede Ver” 

 “…pero todavía no has llegado a la visión abierta” Cristo le dice esto y vemos como Cristo convertido en ciervo se marcha volando…Pero esto no es todo lo que has de ver, hay algo superior, eso que no hay lengua que pueda describir ni corazón que pueda expresar… El último grado, la contemplación dónde se han suprimido todas las imágenes y es la perfecta unión con Dios.

A través de lo invisible llegaremos a lo invisible. La luz de las candelas (razón) que queda apagada por la luz del grial (revelación, metafísica, iluminación), nos encontramos ante la transformación, aquel que ha penetrado en los secretos del valle, adquiriendo así una identidad que se revela a través de la toma de conciencia de su nombre. Tres gotas de sangre que han caído en la nieve, porque una oca ha sido herida por un halcón, ve el rostro de su amada y en la lejanía en ese momento realiza el amor, realizando en su interior el amor a la dama. El mito del grial empieza por la vía interrogativa, el héroe lo que debe hacer es preguntar. Si no hay pregunta no hay respuesta, no se establece la comunicación entre cielo y tierra. El combate ya no tiene sentido, la aventura se resuelve a través del combate, pero eso ya no sirve, la cortesía ni el combate, ya no sirven. La via interrogativa con la que nace el mito, vira da un giro muy importante, sobre el grial no hay nada que preguntar…

EL GRIAL HAY QUE VERLO. LA SANGRE DEL CRISTO HAY QUE BEBERLA. EL GRIAL NOS REMITE A LA HISTORIA SAGRADA, SANTA, INTRODUCIÉNDONOS EN LA VISIÓN DEL GRIAL. 

La Armadura como protección física del cuerpo, simboliza la defensa espiritual. El caballero armado se “aísla” del mundo circundante y cada pieza de su arnés, según la parte del cuerpo que protege, recibe un simbolismo adicional dimanando del anatómico. La armadura, a la vez que una defensa, es una transfiguración del cuerpo, una “metalización” ligada al simbolismo de los metales (esplendor, duración, brillo…)

Las Armas, en el complejo simbólico del héroe y de su lucha, las armas son en cierto modo el oponente a los monstruos; la diversidad de unas corresponde a la diversidad de los otros. Por ello el arma empleada en los combates míticos posee una significación profunda y determinada: caracteriza tanto al héroe que la utiliza como al enemigo que éste debe destruir. No siendo el enemigo-en interpretación psicológica del símbolo-sino el peligro interior del héroe, el arma se convierte en genuina representación del estado de conflicto (alas de Ícaro, escudo de Perseo, maza de Hércules, bastón de Edipo, tridente de Neptuno, Hades y Satán) En la epístola de san Pablo a los efesios (6, 10-17), cuando el Apóstol da consejos sobre el modo como el cristiano deberá enfrentarse con el adversario, dice: 

“Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en su virtud todopoderosa. Revestíos de la armadura de Dios para poder contrarrestar las asechanzas del diablo porque no es nuestra pelea solamente con hombres de carne y sangre, sino contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en el aire. Por tanto, tomad las armas todas de Dios, o a todo su arnés para poder resistir el día aciago y sosteneos apercibidos en todo. ESTAD, PUES, A PIE FIRME, CEÑIDOS VUESTROS LOMOS CON EL CÍNCULO DE LA VERDAD Y ARMADOS DE LA CORAZA DE LA JUSTICIA Y CALZADOS LOS PIES PRONTOS A SEGUIR Y PREDICAR EL EVANGELIO DE LA PAZ; EMBRAZANDO EN TODOS LOS ENCUENTROS EL BROQUEL DE LA FE, CON QUE PODÁIS APAGAR TODOS LOS DARDOS ARDIENTES DEL ENEMIGO; TOMAD TAMBIÉN EL YELMO DE LA SALUD Y EMPUÑAD LA ESPADA DEL ESPÍRITU (QUE ES LA PALABRA DE DIOS)”. 

Según san Efrén, el simbolismo implícito en el párrafo anterior se precisa alegóricamente del modo siguiente. Elmo, esperanza; cíngulo, caridad; calzado, humildad; escudo, cruz; arco, oración; espada, palabra de Dios. 

El mismo sentido moral aparece en la interpretación simbólica de Diel, al señalar que, con las “armas prestadas por la divinidad” (en efecto, en mitos, leyendas medievales y cuentos folklóricos, las armas suelen aparecer en circunstancias milagrosas), el hombre debe combatir la exaltación de sus deseos irracionales, el monstruo seductor, sirviendo así a las finalidades superiores de la especie y del espíritu. Las armas simbolizan, pues, las funciones y fuerzas de espiritualización y sublimación al modo como los monstruos representan la exaltación de lo inferior. En mitos y leyendas se exalta el poder, para así decirlo autónomo, de las armas, objetos y atributos de los grandes héroes, santos y semidioses, como el olifante de Rolando, el martillo de Thor, la vara de Moisés. 

Aparte de la determinación del sentido generalizado de las armas, volviendo a su clasificación particularizada, diremos que el simbolismo de algunas se enriquece por el elemento del que dependen: las boleadoras y la onda están asociadas con el aire; la lanza, con la tierra; la espada, con el fuego; el tridente, con las profundidades. Otra connotación proviene de la pertenencia común de las armas; el cetro, la maza, el bastón y el látigo, son atributos reales; la lanza, la daga y la espada pertenecen al caballero; el cuchillo y el puñal son armas ocultas, innobles hasta cierto punto; el rayo y la red son armas de los dioses uránicos, etc. 

Estableciendo un paralelismo entre la jerarquía de las armas y los arquetipos junguianos, componentes de la vida anímica personal, podríamos establecer las asimilaciones siguientes: sombra (cuchillo, puñal), Ánima (lanza) Mana (maza, red, látigo), Si mismo (espada). 

Por estas identificaciones puede Schneider afirmar que la lucha de la lanza contra la espada es la de la tierra contra el cielo. Por otro lado, hay una determinación específica de la espada como “arma de salvación” asociada a los ritos  medicinales y a las ceremonias de más alta trascendencia. 

Las armas de aplastamiento, como la maza, implican la idea de destrucción mejor que la de victoria. Símbolos de poder desde la prehistoria, continúan siendo en los tiempo cristianos sagradas y se cuelgan de la puerta o se colocan en el dintel para alejar el peligro, tanto de los hombres como de los animales (Kühn, El arte rupestre en Europa).

“La Caballería Celeste, Los que ven, aquello que aparentemente no se puede Ver”
 “…pero todavía no has llegado a la visión abierta” Cristo le dice esto y vemos como Cristo convertido en ciervo se marcha volando…Pero esto no es todo lo que has de ver, hay algo superior, eso que no hay lengua que pueda describir ni corazón que pueda expresar… El último grado, la contemplación dónde se han suprimido todas las imágenes y es la perfecta unión con Dios.A través de lo invisible llegaremos a lo visible. La luz de las candelas (razón) que queda apagada por la luz del grial (revelación, metafísica, iluminación), nos encontramos ante la transformación, aquel que ha penetrado en los secretos del valle, adquiriendo así una identidad que se revela a través de la toma de conciencia de su nombre. Tres gotas de sangre que han caído en la nieve, porque una oca ha sido herida por un halcón, ve el rostro de su amada y en la lejanía en ese momento realiza el amor, realizando en su interior el amor a la dama. El mito del grial empieza por la vía interrogativa, el héroe lo que debe hacer es preguntar. Si no hay pregunta no hay respuesta, no se establece la comunicación ente cielo y tierra. El combate ya no tiene sentido, la aventura se resuelve a través del combate, pero eso ya no sirve, la cortesía ni el combate, ya no sirven. La via interrogativa con la que nace el mito, vira da un giro muy importante, sobre el grial no hay nada que preguntar…
EL GRIAL HAY QUE VERLO. LA SANGRE DEL CRISTO HAY QUE BEBERLA. EL GRIAL NOS REMITE A LA HISTORIA SAGRADA, SANTA, INTRODUCIÉNDONOS EN LA VISIÓN DEL GRIAL. 

¿Qué noches oscuras hay que pasar para llegar a la sala del Rey pescador y preguntarle que le ocurre a él? 
¿Qué te sucede ....? Esa es la pregunta amorosa...
Es esa salida del Sí Mismo, cuando ya no se trata de preguntar, sino de salir de si para SENTIR, Sintiendo la Herida del Otro, cuando la sientes en tu propio costado,
la compasión Sentida. 
Esa es la Respuesta Sentida. Es el Amor.
Ese triángulo invertido, con el otro que se coloca encima que es la lanza que desde el punto de vista figurativo se puede reducir al triángulo (copa) y la lanza (el otro, erguido) que se podría reducir al símbolo de la totalidad (el sello de Salomón) que es el CORAZÓN. 

EL AMOR.

El país de la libertad es el Amor....más allá de las virtudes...
El país de la libertad es el Amor....


Gracias a: Diccionario de símbolos- Juan Eduardo Cirlot y Victoria Cirlot.
"Aprended de la Naturaleza en su Obrar" 
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viernes, 16 de octubre de 2015

Júbilo: Soleá de los Cañaverales

"Por mucho tiempo pensé que la alegría era previa al amor. Pero no. Hay siempre una secuencia. Así como el amor responde a cuándo amar y a quién, la alegría responde al “para qué” de las cosas, de las relaciones, las situaciones que vivimos y, en última instancia de la vida misma. La auténtica alegría conectada es lo más cercano a la felicidad a la que todos los seres humanos aspiramos: el estado de plenitud en el que se manifiesta que nada falta en un momento determinado. Que todo es perfecto. Por ello, la alegría rige el espíritu y atisba la finalidad de todo lo que existe y sucede.

En “Ajuste de cuentos” (...), memorias autobiográficas de Mario Muchnik, se habla de “cruzar la línea de sombra y alcanzar el sosiego, riendo”.

El periodista y escritor Juan Cruz, en una profunda y jugosa entrevista explica: “Esas razones para seguir riendo se resumen en un nombre propio, su mujer, Nicole, y en un sentimiento, el amor. ‘Ella y yo somos uno, por eso río’”.  Y le atribuye una frase prestada de Hemingway: “Conoció la angustia y el dolor, pero nunca estuvo triste una mañana”.

Tal vez a una cierta edad sea más fácil alcanzar la plenitud de la alegría sosegada, porque se ha dejado de perseguir metas, se ha reconocido la propia sombra –cuando se ve no es tan monstruosa ni peligrosa-, y se puede agradecer cada día que amanece y cada hora vivida, como un regalo de la vida. 

Como cantaba Enrique Morente en la “Soleá de los cañavarales”: “Nadie hable mal del día hasta que la noche llegue; yo he visto mañanas tristes tener las tardes alegres; los pájaros eran clarines entre los cañaverales, que le dan los buenos días al divino sol que sale. Qué cosita más sensible: yo iba a pelear con la muerte y alcanzarla es imposible”.

Y así como el miedo sirve para establecer límites, la tristeza encuentra opciones, la rabia vitaliza y sanea lo insano, el orgullo descubre y transforma, y el amor motiva y une, la alegría revela abriendo caminos, eleva irradiando y nos renueva haciéndonos fluir y disfrutar, pues encontramos la certeza absoluta. Para ello es necesario la ecuanimidad de aceptar dolores y contratiempos sin estancarse en ellos. Camaron nos lo recuerda en una de sus canciones más populares: “Volando voy, volando vengo, por el camino yo me entretengo, ‘enamoraó de la vida, aunque a veces duela…”.



"Madre Luna soy...Madre de mis sueños y mi realidad! 
Cuerpo de tierra y Alma de sol". A.C.H





(...) Y esa alegría no ha de ser alimentada, forzosamente y siempre, por estímulos positivos externos, sino por los ojos del corazón cuando, como dice la canción, rugen de amor y, por ello, pueden ver belleza en cada instante y en cada circunstancia, con pasión y ecuanimidad, pero sobre todo con AGRADECIMIENTO.



“Una vez que la mujer consigue hacer suya su propia autoridad interior da un salto cuántico hacia la octava superior de lo femenino. Ello no significa que la vida se le haga más fácil, sino que el hecho de traspasar un umbral le permite entrar en otro vórtice de energía que hará emerger sus sentidos más sutiles: 

la intuición, la claridad interior y la sensibilidad hacia la vida.

Realmente toma conciencia de que la vida le habla, y su paisaje externo refleja el interno: la misma existencia se transforma entonces en su fuente de enseñanza, aportándole todo lo que necesita aprender, y es capaz de darse cuenta de que las personas y los sucesos con los que se enfrenta actúan continuamente como fieles espejos. 

Si necesita ayuda, esta mujer sabe que en su interior cuenta con una poderosa Fuente que le guiará; su corazón se abre más y puede ver con mayor claridad sus elecciones y las opciones de las que dispone. Le es posible cambiar con facilidad y rapidez, en lugar de hacerlo con dolor y lentitud, y su expresión adquiere mayor profundidad y consistencia, mucho más sentimiento y cualidad de ser.

Cuando comenzamos a entrar en ese delicado estado de gracia y experimentamos el poder, la potencia y la profundidad que conlleva el hecho de ser mujer, la única respuesta posible es inclinar la cabeza en silencio y expresar internamente nuestro agradecimiento.

La octava superior de lo femenino es la Gracia, la total rendición ante nuestro Poder Superior, y ella es la que domina. 

Ya no necesitamos depender de nada que provenga de fuera de nosotras para conseguir el bienestar, ya que nuestra profunda sumisión y liberación permiten que todo suceda. 

Por fin, la risa y la vida brotan desde lo más profundo de nuestro SER, pues hemos dado a luz a nuestro hijo: el Júbilo.

Cada vez somos más conscientes del fenómeno de la sincronicidad o “coincidencia significativa”, como le llamaba Carl Jung; estos momentos avalan nuestra seguridad de que nuestro ser interior está en armonía con algo más grande y lógico que nuestra mente consciente conoce” 





La soleá es un cante de gran belleza y, aunque da la sensación de que su ejecución es fácil, los verdaderos aficionados saben apreciar las dificultades que entraña sacar adelante dignamente una soleá. 

La soleá tiene un tempo lento y pesado, aunque su compás es igual que el de las alegrías y las bulerías, pero con otro carácter.

Según el concepto de compás manejado en el mundo del flamenco, el esquema rítmico de la soleá es

1 2 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Las cifras en negrita indican los pulsos fuertes del compás. Al contar en voz alta, los pulsos 1 y 2 en el principio suelen nombrarse también como 11 y 12 al final.

Desde el punto de vista de la teoría musical clásica, el compás, que usualmente se concibe en ella desde el primer acento musical métrico, empezaría en el pulso que en la cultura flamenca se marca como 3º por atenderse en ésta a la letra de la canción, que a menudo comienza en anacrusa. Sería, al entender de la música clásica, un compás de 3 tiempos, sólo que con acentos desplazados, o más bien sería un compás de 12 pulsos que respondería al esquema

3 + 2 + 2 + 2 + 3.

La organización de los pulsos del compás puede transcribirse de estas dos maneras:





CONCEPTO DE COMPÁS SERIE DE PULSOS
Flamenco 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9- 10- 11- 12

Clásico 2 - 3 - 1 - 2 - 3 - 1 - 2 - 1 - 2 - 1 - 2 - 1


Con justicia se ha calificado a este palo como columna vertebral del cante jondo.

Se dice que la palabra andaluza soleá, solear, soleares, deriva de la castellana soledad, que, a su vez, procede de los vocablos soidade, soedade, suidade, de la lengua lírica gallego-portuguesa. 

No obstante, otros estiman que la soleá es un cante de diálogo que nació como copla improvisada por los campesinos andaluces, ya que se cantaba por ellos en los momentos de realizar las faenas agrícolas: escardado del trigo, recogida de la aceituna: "...no olvidemos que la recogida de la aceituna se llama soleo, y que solear —de sol— significa asolear, tender una cosa al sol".



AAJ


Es la caña, el cañaveral, la abundancia, la unidad, el poder, las siete virtudes (fuego, agua, aire, tierra, corazón del cielo, corazón de la tierra y el centro) del poder divino, la clarividencia, las palabras sagradas, el amor a la humanidad, la telepatía, las señales del cuerpo, los sueños inesperados, el conocimiento sagrado del sexo y el desarrollo de la serpiente del fuego y el poder.

Simboliza el rito de la abuela Ixmucane'(luna) relatado en el Pop Wuj, según el cual ella llora ante el cañaveral para que las cañas sembradas por sus nietos Jun Ajpuu e Ixbalanque antes de descender al Xib'alba' (inframundo), reverdecieran, simbolizando así que ellos estaban con vida.

Es el triunfo sobre toda la maldad y el mal espíritu. Son los arcos de las casas o pilares de fuerza. El bastón sagrado, símbolo de la autoridad tanto terrenal como espiritual. Es el triunfo de la vida sobre la muerte. La firmeza y la convicción son señales de comunicación.

El cañaveral como símbolo de la comunidad nos dá la abundancia, la dulzara de saber acrecentar compartiendo. El retorno al hogar, el lugar de orígen, el sagrado tabal, el lugar de convergencia y manifestación de las energías superiores.

Representa también la columna vertebral, el fuego interno que se mueve y activa los poderes secretos. Es el pilar que conecta la energía cósmica y telúrica.



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Fragmentos: http://alfonsocolodron.net y http://fenix-loshijosdelfuego.blogspot.com.es
 “EL DESPERTAR DE LA MUJER CONSCIENTE” de Mary Elizabeth Marlo.





miércoles, 14 de octubre de 2015

La Diosa y el Femenino Sagrado, Guardianas de la Luz.




(...) Entonces ni si quiera podía imaginarse así misma en tan magnífica situación. Le parecía lejano e inaccesible. (...) Y ahora, después de muchas lunas, es ella...

Lunas y felicidad, lunas e ilusiones, lunas y decepciones, lunas y dolor, lunas y conocimiento, lunas y sangre, lunas y sabiduría ancestral, lunas y visiones, lunas y espejismos, lunas y el Amor reflejándose en el Cielo y en el Mar, Lunas Rotas, Lunas Rosas, Lunas como Espejos, Lunas como Globos, Lunas en la Tierra

 Lunas como Soles, y la Luna En Mi. 


"Ella Sí Estuvo en la Luna"




Mi primer amor, mi boda, los embarazos y los partos, la crianza de mis hijos; el dolor ante lo que se va, la muerte; la ilusión de ver crecer a los que se quedan; la certeza de las pisadas del camino; lo cercano y lo lejano; las crisis de adolescencia, las de adultos; la ignorancia y la sabiduría; los roles que jugamos, las máscaras, los papeles, las caretas; los hijos y los padres, los maridos y las mujeres, el esposo y la esposa; el triunfo y la derrota; las subidas y bajadas las idas y venidas;  las crisis del matrimonio; el crecimiento y la evolución; solos y a solas; en compañía a ratos y a pedazos; la distancia entre lazos de sangre, la hermandad entre lazos del alma; la unión de los lazos de sangre, la unión de los lazos del alma; asistir a los pasos obligados de la vida, la emoción de los enamoramientos, el anhelo de plenitud y realización a través de la pareja; Los besos robados, los últimos besos y los que no saben a gloria; Los besos alados y el asombroso descubrimiento de las voces del alma; la posesión del espíritu, el cielo y el infierno, lo relativo del paso del tiempo al descubrir que el tiempo no existe sino a través de nosotros mismos y lo que somos; Naturaleza y sustancia; descubrir con asombro eso de lo que estamos hechos; lo visible y lo invisible. La materia y la sustancia de la que se compone todo lo creado, agua, fuego, aire, tierra y espíritu, y entre ambas el mismo polvo de estrellas. Seres cósmicos, soplos de vida Una, de opuestos complementarios, almas completándose así mismas a través del otro en perfecta simbiosis espiritual para realizar la unión de los opuestos en Un@. La Unión de las energías femenina y masculina, yin y yang dando paso al Principio de la Armonía, uno de los principales pilares sobre los que se sustenta el principio más elevado, místico y espiritual, el Matrimonio Sagrado o "coniuctio" como lo llamó, Jung, término usado en Alquimia para referirse a las combinaciones y aleaciones químicas que psicológicamente indica la unión de los opuestos y el nacimiento de nuevas posibilidades. Yo creciendo, un Ser SIENDO.

El matrimonio sagrado entre el Sol y la Luna, cuyo origen pagano es el llamado hieros-gamos,  la unión marital del místico con Dios, del alma con su espíritu del Todo con la Nada, AMOR.

La Unión de los Opuestos en Uno Mismo: el Logos (Pincipio Masculino) y el Eros (Principio Femenino), la unión del Ánima y el Ánimus, sólo de esta manera, la Mujer la Diosa y el Hombre, Dios, complet@s en Sí Mism@s, pueden Ser Dueñ@s de Sí, y de su Destino en armónica bidireccionalidad con el Dueño del Di@s que nos habita.

No dependerán ya de lo Masculino o lo Femenino, del opuesto complementario, pues el Matrimonio Sagrado es la unión más elevada operada por el DIOS/DIOSA hecho Hombre/Mujer completos en sí mismos. La realización a través de una pareja sólo tendrá sentido como compañer@s en el camino de la Vida, en una relación de crecimiento y aprendizaje más pura, más consciente, más respetuosa y por tanto más sana en alineación con la conquista de nuestro personal estado de plenitud y bien-estar, maestría interior, lograda a través de la recuperación del Sí-Mismo, Redondo, Completo, Circular, Ascendente.







Hestia, más conocida por su nombre romano, Vesta, que por su original nombre griego,  fue la diosa del fuego ardiente en un hogar circular. Se la representaba con sus símbolos que eran el círculo y el fuego.  

La pura e inmaculada Vesta, era la diosa del fuego. Gradualmente se fue convirtiendo en la diosa protectora de Roma cuya llama representaba el bienestar del estado es decir la res pública. Siendo una de las diosas más antiguas, ya que era hija de Rhea y Cronos, era considerada protectora de la humanidad.

En la mitología romana, Vesta era la diosa del hogar, hija de Saturno y de Ops y hermana de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno y Ceres.

La diosa tenía por sobrenombre, Aio Locucio y representa el arte de mantener el fuego del hogar, el templo interno de cada persona.

Para comenzar a comprender la importancia de Vesta primero debemos entender cuán importante era la chimenea en el hogar familiar para los romanos. En esta parte de la casa no sólo se cocinaban los alimentos sino que también era el altar familiar donde la cabeza de familia ofrecía sus oraciones y sacrificios.

Vesta era representada antropomórficamente en la forma de una mujer de gran belleza que sostenía un cuenco en una mano y una antorcha en la otra, representando el fuego sagrado -que los Romanos consideraban como el emblema del fuego de la vida que ardía en el pecho de los seres humanos. Hestia inventó el arte de construir, por lo que con ella finalizaban siempre las oraciones a los dioses. De ella dependía la felicidad conyugal y la armonía de la familia. Extendió su protección sobre los altares, los palacios de los gobernantes y, por analogía, sobre los estados entendidos como el hogar de cada pueblo. De ella, por tanto, dependía la armonía y la felicidad de los habitantes de una ciudad. 

Con el paso del tiempo incluso se amplió su protección a todo el universo, asumiendo que un fuego sagrado místico daba vida a toda la naturaleza.




Vesta habla sobre la necesidad de cultivo del mundo interior: el hogar, las emociones, el centro solar de cada persona, del grupo o la comunidad. Así, generalmente se la representa por un círculo, puesto que en la Antigua Roma, el círculo simbolizaba la totalidad y estaba en medio de la Ciudad.

Es un arquetipo capaz de conectar con su centro interno a la mujer en la que se activa. 

Esto es lo que Jung definió como "el punto central en el interior de la psique, con el que todo está relacionado, por el que cada cosa se ordena, y que es, en sí mismo, fuente de energía. Este centro no es pensado ni sentido como el ego, pero si puede expresarse como el Ser" C.G.Jung, Sobre el Simbolismo del mandala, 1938.


La diosa Hestia, representada como un círculo con su fuego, ayuda a la mujer a comunicarse con su Ser. De hecho, en Roma, el Templo circular de Vesta estaba situado en el corazón de la ciudad. Se dice que su forma era una reminiscencia del vientre, el centro creativo de una mujer y también de la tierra, madre de la naturaleza, de la cual nacen los animales y los árboles. El fuego es la conexión entre el ónfalos, ombligo femenino del universo y lo divino, la unión de las familias, ciudades, comunidades, sociedades, la armonía del conjunto, los cimientos, la base, la constitución de lo nuevo....nacido de las raíces, de lo ancestral, modificado, transformado a través de la activación del recuerdo, las memorias, nuestra vuelta al origen, el nacimiento del sí-mismo, desde el ombligo del mundo, desde el AMOR, DIVINO ENCARNADO EN LO HUMANO...

Sostén de un nuevo orden ante la llegada de una Nueva Era, un sector en principio más restringido pero cada vez más extendido desde las redes silenciosas planetarias que a muchos ya nos conectan, propugna el surgimiento de una Nueva Conciencia. 

Una nueva apertura al Sagrado Femenino desde los corredores de la memoria del instinto de cada una de las mujeres y hombres que están cambiando el mundo recordándose así mismos...Nuevas visiones...., apertura de la vieja consciencia colectiva para rasgar los velos del inconsciente que nos habita...otro inconsciente colectivo forjado a golpe de consciencia, AMOR y a fuego lento, desde el hogar del espíritu...nuevas terapias, psicología transperosnal, yoga, tantra, taoísmo, amor por uno mismo y por los demás seres, y el resto de la naturaleza...profundización en nuestros caminos, los del alma, viajes compartidos, seres que se reúnen para mandar amor, ritualizarlo y conectar con el espíritu uno....de Gaia y más allá de ella..Realidades paralelas y otros espacios habitados por la Nada, que Todo lo contiene. Una nueva manera de mirar al mundo interno y el externo como proyección del si mismo...otra manera diferente de contarle al mundo la historia, nuestra historia, a través del círculo y desde él círculo, como lo hicieron antaño nuestros abuel@s mediante transmisión oral y escrita bajo la protección del Círculo, los guías y maestros internos convocados por el Maestro que hay en Tí y en Mí, del uno el dos y del dos el Tres. 

La espiritualidad de las mujeres acompaña al despertar de la femeneidad y de la diosa, del sagrado femenino en cada Ser Humano,  Paulo Coelho rendía homenaje en Brida a todas esas mujeres que murieron injustamente quemadas o ahorcadas en Europa:

Que la Virgen María nos recuerde siempre que fuimos quemadas y perseguidas porque practicábamos la Religión (Re-ligare) del Amor. Mientras las personas intentaban parar el tiempo con la fuerza del pecado, nosotras nos reuníamos en las fiestas prohibidad para celebrar lo que aún había de bello en el mundo. A causa de ello fuimos condenadas y quemadas en las plazas. 

Wicca apretó la cuchara de palo con las dos manos y extendió sus brazos hacia delante.

Aquí está el símbolo del martirio de nuestras antepasadas. Que la llama que devoró los cuerpos mantenga siempre encendidas nuestras almas. Porque ellas están en nosotras. Porque nosotras somos ellas". 

La mujer más anciana del grupo se acerca y, sin decir palabra, con los ojos fijos en los suyos, le ofrece una antorcha. Ella con una reverencia, la toma y prende la pira, donde ha de reverberar el fuego sagrado. La pira se enciende y la llama brilla, llenando de luz el templo.

Naranjas, azules, violáceos, palpitan, la envuelven, la hipnotizan. Ella y la llama son una. Siente su calor en todo el cuerpo, su sabiduría, su belleza y su poder...Ya no hay cuerpo, no hay límites, no hay pirs; ella es el fuego, el fuego es ella. De pronto se despega de su cuerpo; puede ver el templo desde arriba, extiende sus brazos y vuela. En un prado, bajo la luz de la luna, siente fuego en su cuerpo, éxtasis, vértigo...Un hombre joven, con guirnaldas en el pelo, hiedras enredadas en los brazos y piel morena, la acaricia y le hace el amor. En el orgasmo vuelve a sentirse llama, al tiempo que luna, árbol, mar, viento y estrella...Los límites se pierden, se difuminan, ella se expande se esparce por el universo...vuela....

De repente voces, risas, música, movimiento circular ....vuelve a verse en el templo frente a la llama. Todas las mujeres bailan a su alrededor. 

Como guardiana de la luz sagrada lleva incorporada la sabiduría de toda su vida y la de la naturaleza. Centrada y fundida en esa luz divina, velará para que nunca se extinga, para que siempre esté en el corazón de los hombres, para que pueda iluminar a los que la necesiten, perdidos en la oscuridad. 




"Igual que Artemisa y Atenea, Hestia es una diosa virgen, dueña de sí misma. Como ellas, nunca fue victimizada por dioses o mortales y tenía la capacidad de enfocarse en aquello que le importaba, sin ser distraída por las necesidades ajenas, ni necesitar de otras personas. 

Sin embargo lo que la diferencia de las diosas de las caza y la sabiduría es que Hestia se concentra en su experiencia subjetiva interna. Esta deidad ve la realidad desde dentro y siente de manera intuitiva qué es lo que acontece. Es su referencia interna lo que la ayuda a tomar decisiones.

El arquetipo de esta diosa proporciona a la mujer un sentido de integridad y de totalidad, haciéndola sentir completa en sí misma. 


“Hestia fue la diosa del hogar y los templos. Es la menos conocida de las diosas del Olimpo. Su equivalente romano fue Vesta. No fue representada en forma humana, sino como una llama ardiendo en el centro de la casa, el templo o la ciudad. El símbolo de Hestia era el círculo. Un fuego sagrado en el centro del hogar que se sentía espiritualmente, que proporcionaba calor e iluminación.

Hestia era la mayor de las tres diosas vírgenes. Pero al contrario que Artemisa o Atenea, ella no salía al mundo. Permanecía dentro de la casa o del templo.

Las diosas ‘vírgenes’ tienen la cualidad de ser completas en sí mismas, y todas tenían la capacidad de enfocarse sobre lo que les importaba y concentrarse en ello. Hestia se concentraba en su interior, en su experiencia subjetiva interna.

La manera de percibir a Hestia es mirando hacia dentro, y sintiendo de forma intuitiva qué es lo que pasa. Poniéndonos en contacto con nuestros valores, y en lo que tiene significado desde el punto de vista personal. Ésto también lleva a la comprensión interna del carácter de las demás personas y a poder ver el significado de sus acciones.

Hestia también puede desapegarse emocionalmente de los demás, como Artemisa y Atenea, busca la tranquilidad serena que encuentra más fácilmente en soledad.

Cuando este arquetipo está presente en una mujer, los acontecimientos no tienen el mismo impacto en ella que en otras personas. Esta mujer no está “apegada” a la gente, a los resultados, a las posesiones, o al prestigio o al poder. Como su identidad no es importante, no está atada a las circunstancias externas.


El desapego le da una calidad de “sabia anciana”. Es como un familiar mayor que lo ha visto todo y lo ha atravesado sin que disminuya su ánimo y con su carácter templado por la experiencia.”


Es así el “Hogar” un destino psicológico dónde conectarnos con un centro espiritual, al igual que, en la antigua Grecia, el hogar era un lugar sagrado al que regresar porque Hestia estaba allí. Como símbolo del Sí-Mismo o centro de la personalidad experimentamos a nuestra propia “Hestia” como ese centro interior de quietud que se asocia con el sentido de plenitud.


Las Diosas del Fuego nos conectan con la  intensidad , la búsqueda, el coraje , la acción, el dinamismo,la intuición , la pasión y la creatividad. Podemos invocarlas cada vez que necesitamos recuperar la energía vital, la alegría, el optimismo, la confianza la inspiración, la decisión, la franqueza, la sinceridad  y la autoestima.


Ellas nos ayudan a transformar todo lo que debe ser transformado y a fortalecer nuestra propia identidad.


El mensaje del Fuego es "Cree en Tí". 


Diosas de Fuego 

Benditas sean y 
sean Bienvenidas a este círculo de sanación
Pele, Bridghid, Hestia,
bendigan dentro nuestro el fuego que nos trae alegría, coraje, decisión, creatividad, inspiración, espiritualidad y búsqueda...
que  la llama sagrada de su amor queme todo nuestro temor 
para volver a ser  mujeres íntegras,
brillando con luz propia, 
guardianas del  Fuego Sagrado de la Vida.
Gracias y Benditas Sean


Bridghid diosa del fuego creativo


Pele
el impulso vital
diosa hawaiana del volcán


Guardiana del fuego Sagrado

Virgen y enfocada hacia dentro, 
al calor del fuego del hogar, ese es mi Templo.





ღ•❥*⁀`•.¸¸.*BARAKAღ•❥*⁀`•.¸¸.*




Días inspirados por: 
Los Rostros de Eva y Las Diosas de Cada Mujer”






La Cura




La noción de que todo está predeterminado y que se manifiesta según la voluntad divina, no se puede refutar sobre bases lógicas. Es un reclamo metafísico irrefutable, que no se puede falsificar (ni confirmar) mediante evidencia empírica. 

Sin embargo, de hecho entra en conflicto con nuestro sentido profundo de que somos capaces de influir en nuestras vidas, de que tenemos libre albedrío y el poder de elegir. 

La noción de “que todo está bien como está”, o “todo está como se supone que tiene que ser” ese, “todo es perfecto” muchas veces entra en conflicto con cómo nos sentimos en nuestra vida cotidiana. 

Cuando una tesis espiritual está flagrantemente en oposición con el sentido común, con nuestra intuición diaria, esto me enciende una luz roja. Pues, creo que es a través de nuestra naturaleza sintiente, nuestra intiución, o voz interior, como nos conectamos con nuestra alma. 

Más que la mente y las ideologías que ésta desarrolla, es el corazón, el centro de nuestros sentimientos e intuiciones, el que constituye la puerta de entrada a la verdad espiritual. 

Cuando hay una gran brecha entre lo que se siente genuinamente bueno para uno mismo y lo que plantea una enseñanza espiritual como algo bueno y verdadero, siempre me inclino a favor del sentimiento humano como lo apropiado. 

El aire de superioridad y de complacencia con el cual se hacen los reclamos espirituales supuestamente intuitivos tampoco ayuda.

¿Y entonces qué? Si las cosas no están predeterminadas, si no hay un significado mayor detrás de todo lo que ocurre...¿es la vida entonces un simple juego de coincidencias? ¿No hay una historia mayor, ni un propósito? 

¿Y si todo es libre albedrío y está abierto a las múltiples posibilidades podemos todavía creer en Dios? ¿Si Dios existe, entonces, por qué Dios permite tanto dolor y sufrimiento; cuál sería la explicación? 

Quisiera plantear que hay razones con sentido espiritual para que las cosas ocurran como lo hacen, pero eso no significa que lo que sucede esté bien y sea bueno. 

Hay una razón para todo, pero eso no implica que debía haber ocurrido como ocurrió. Mi enfoque es que hay una diferencia entre reconocer una lógica espiritual detrás del evento que ocurre, y creer en la predestinación. 

Hay de hecho leyes espirituales que funcionan en nuestras vidas, pero no están en oposición con nuestro libre albedrío. Para aclarar lo que quiero decir apliquémoslo a un ejemplo. 

Mi depresión era provocada evidentemente por mis temores y creencias negativas. Creo que pertenece al propósito de mi alma el traer estos temores y creencias negativas a la superficie de mi percepción en algún punto, para que puedan sanar. 

Pero eso no significa que las cosas tengan que ocurrir exactamente como lo hicieron, o que yo no tuviese elección respecto a lo que sucedía en mi vida. 

Recuerdo claramente que antes que la depresión se adueñara de mí (y terminara en el hospital), recibí varias señales, especialmente de mi cuerpo que me mostraban que estaba muy estresada y debía aplicar los frenos. 

No lo hice y eso no estaba predeterminado. 

Hay una explicación para el hecho de que no actuara de acuerdo a mi intuición y las señales de mi cuerpo: tenía temor a fallar, temor a decirle ‘no’ a la gente, porque valoraba su reconocimiento y temía el rechazo. 

Esto explica por qué no apliqué los frenos a tiempo, sin embargo aunque había razones definidas, era mi elección. El mismo hecho de que estuviese consciente de esas señales e intuiciones, muestra que había espacio para la elección.

Así que en retrospectiva hice algunas elecciones incorrectas. 

Ahora no cabe culparse a uno mismo interminablemente respecto a las elecciones desafortunadas que uno ha hecho en el pasado. 

Recriminarse de forma áspera hace surgir sentimientos de culpa que son destructivos y contraproducentes (hablo desde mi propia experiencia aquí). 

Enjuiciarse a uno mismo no es muy útil. 

Sin embargo, decir que no podía evitarlo porque se supone que sucediera es como ir al otro extremo, esto es pura negación. No hay manera de evitar el hecho de que podía haber elegido otra cosa. 

(Sin embargo no lo hice, y en el aquí y ahora, por alguna razón, todo el camino hasta llegar a mi, ha hecho de mí quién yo soy en este momento, con todas mis luces y mis sombras, traídas a la luz, con todas mis renuncias y elecciones, abiertas las heridas sanadas o no, desde mi visión amorosa, me reconozco a mí misma como quién yo soy, responsable de mis decisiones, responsable de mi misma y consciente de lo que he hecho hasta ahora y lo que quiero hacer hoy con mi vida)

Así, la mejor manera de abordar esto es con una visión de compasión y cariño. Al ser compasivo con uno mismo, reconocemos que somos humanos que podemos fallar, y hace mucho más fácil aprender de nuestros errores. 

Si somos capaces de perdonarnos, podemos ver las adversidades del pasado como lecciones con sentido que nos han permitido ganar en introspección para hacer mejores elecciones en el futuro. 

En esa forma, las situaciones trágicas se convierten en significativas y con un propósito, no porque sean intrínsecamente apropiadas o deseadas (normalmente no lo son) sino porque uno está preparado para aprender de ellas y hasta transformarse a partir de las mismas. 

Por tanto, el que algo tenga sentido espiritualmente no está determinado por los eventos objetivos en sí mismos, sino por la forma en que los interpretamos y experimentamos.

De esta forma, el libre albedrío y un cierto grado de predeterminación pueden reconciliarse. 

Imaginen que su alma quisiera vivir a través de ciertas experiencias en esta vida. Esa es la razón por la cual su alma eligió confrontar ciertos desafíos, que eran pre-programados en su vida. 

Ciertas personas que encuentran, diferentes oportunidades o desaciertos que vienen hacia ustedes, pueden de hecho haberse prestablecido de antemano. La cuestión aquí, sin embargo, es cómo ustedes, el humano con libre elección, responderá a estos encuentros y situaciones, y en qué grado pueden ustedes detectar el propósito y significado de lo que les sucede. 

Esto no es algo inamovible, y el propósito final de su alma es abrazar las lecciones inherentes en los desafíos con amor y aceptación. 

De esa forma, ustedes harán diferentes elecciones en el futuro y atraerán encuentros y situaciones más positivas, eliminando la necesidad de enfrentar el mismo desafío una y otra vez.

A veces es difícil responder a los desafíos más graves con confianza y aceptación. 

Es por eso que yo digo que es el objetivo final de su alma. A veces es una inmensa lucha para reconocer el valor de las experiencias profundas de pérdida o dolor o rechazo. 

La resistencia y la desesperación son normales y muy humanas. 

No obstante creo que esta es la invitación profunda de nuestra alma para abrazar aun la parte más oscura de nuestras vidas y de nosotros mismos con entendimiento y cariño, no porque ‘esté bien así’, sino porque aceptar y trabajar con ello es la única salida. 


Es la única vía hacia la luz.


Cuando estaba en medio de mi depresión psicótica, no experimenté ningún sentido ni significado en lo que me estaba sucediendo. 

Mis seres queridos también sufrieron la pesadilla. Eventualmente fui hospitalizada en una sala psiquiátrica contra mi voluntad. 

Mi recuperación comenzó allí. Después de recuperarme entendí como se siente cuando un sufrimiento profundo rinde frutos. 

En cuanto me giré hacia la luz y quise vivir de nuevo, experimenté gran alegría y noté la abundancia en mi vida como nunca antes. 

Lo que daba por sentado antes, se convirtió en fuente de maravilla y profunda gratitud. 

A menudo me detenía frente a mi hogar, regresando del mercado y me maravillaba ante el hecho de que existiera un lugar para mí en la tierra, donde podía vivir con las dos personas que más amaba, mi esposo e hija. 

Me asombraba el apoyo genuino y el cuidado de las personas que me rodeaban, los que eran conocidos antes se convirtieron en amigos íntimos. 

No sólo este total abatimiento que trae la psicosis me dio una nueva apreciación de lo que antes daba por sentado, sino que también me aportó percepciones duraderas que ahora me ayudan a vivir mi vida con menos temor y mayor plenitud. 

Unos cuantos años después, escribí un libro sobre mi oscura noche del alma, que me ayudó a integrar toda la experiencia más plenamente y con el beneficio de la retrospección. 

Después de publicar este libro (en holandés, espero publicarlo en inglés para fines de año) recibí cartas de personas que se reconocían en mi historia y se sentían apoyadas y reconfortadas con ella. 

Por tanto mi noche oscura del alma ganó en sentido. Gradualmente, esta horrenda experiencia aparece en una luz diferente, la luz de sanación y sentido. 

Sin embargo, esto no significa que se ‘suponía que sucediera’ o que ‘realmente’ era algo bueno.


¿Es todo como debiera ser? 
¿Es la única forma en que puede ser? 

¡No!. 
Hay mucho sufrimiento y tragedia en la tierra. 


Yo creo que atraemos algunas situaciones negativas a nuestras vidas para que seamos conscientes de la negatividad dentro de nosotros (ira, temor, desconfianza). 

Estas situaciones pueden estar prestablecidas en parte. Pero el propósito detrás de esos desafíos es que hagamos elecciones diferentes en el futuro para que podamos liberarnos de la negatividad y dejemos de atraerla a nuestras vidas. 

Un evento doloroso o trágico no es intrínsecamente bueno o valioso, será así solamente cuando los humanos tengan el coraje y la claridad de mente de encontrar sentido en el mismo y permitir que los transforme. 

Tenemos una elección en cómo respondemos a ‘lo que es’. 

Tenemos el potencial de transformar la negatividad y el dolor mediante nuestra actitud interna y de hacer la vida más ligera y alegre para nosotros y los demás. Este es el propósito de la espiritualidad. 

El orden superior que buscamos tan desesperadamente detrás de los eventos externos en nuestras vidas, no está fuera de nosotros. 


Necesitamos crearlo nosotros mismos: 
esa es nuestra misión como hijos libres de Dios.







Energía Crística Universal Uno. 


Versión resumida de "Todo está como debiera ser, ¿o no?" por Pamela Kribbe:
“Para mí, el nombre Jeshua no se refiere tanto a la personalidad histórica de Jesús sino a la energía Crística universal de la cual todos formamos parte. Cuando yo canalizo a Jeshua, me siento profundamente atraída hacia este campo de amor y compasión y en ese estado de conciencia recibo los mensajes de Jeshua.”

Traductora al español del material canalizado por Pamela Kribbe: Sandra Gusella. Lugar de residencia: Rosario, Argentina.