"Queda mucho por decir,
pero será Él quien te lo diga
para que lo entiendas, no yo"
Mawlânâ Yalâl al-Dîn Rûmî (m. 1273)
"El amado en el Amado transformado..." decía San Juan de la
Cruz.
" (...) De este modo, entre las funciones propias de la mente de 5D se distingue aquella que ya ha sido descrita como la de plantear el diseño de lo que se ha decidido que se quiere crear y atraer en la realidad física, con la ayuda indispensable del verdadero secreto de la Creación Consciente, el amor incondicional y la aceptación total."
El conocimiento y el miedo
El tiempo ha representado uno de
los inventos más significativos de la mente pensadora en esta era racional de
experiencia en la Tierra, mente que se abastece de los medios necesarios para
entender la realidad desde su propio punto de vista lineal. En un sentido o en
otro, hacia delante o hacia atrás, ascendente o descendente. Siempre se ha
concebido un sentido bidireccional.
Lo mismo hace con el argumento de
la existencia del tiempo, creación de la propia racionalidad mental, para ir
desde el pasado hasta el futuro, y viceversa, actividad característica de la
mente lineal de 3D que, simultáneamente, alimenta un ego conectado con ella,
ansioso de la ilusión que le proporciona los ejercicios de hipótesis,
comparaciones, averiguaciones y cavilaciones en el tiempo fuera del momento
presente.
Así es como el binomio mente-ego
actúa como un solo equipo dentro de las pautas de la tridimensionalidad. Cabeza
y plexo solar conectados en esta dinámica existencial de la 3D, siendo este
último, el chakra del plexo solar, en el que se vienen a percibir las emociones
relativas al ego.
Se sabe que en el marco del Aquí
y del Ahora presentes, estado de máxima conciencia, alerta y entendimiento de
todo lo que ha lugar y de lo que no, premisas en las que el ser humano abre una
puerta a la infinita multidireccionalidad de los potenciales, la mente y el ego
no pueden seguir desempeñando su pretendido ejercicio lineal y, a la vez,
ilusorio, basado en el control de intentar permanentemente concretar garantías
de certidumbre y seguridad del todo pasajeras, que solo una mente asentada en
expectativas puede anhelar y adoptar como válidas.
La búsqueda continua e incansable
de recuerdos pasados, comparaciones de lo que fue y nos gustaría que fuera, metas
y desafíos futuros, y disquisiciones mentales varias, que merman de forma
considerable las mismas energías con las que contamos y que no suelen conducir,
en verdad, a nada, son la especialidad del sobrefuncionamiento que le ha sido
asignado a la mente humana de 3D.
Una búsqueda ardua que añora la
felicidad sin encontrarla. Una búsqueda, que basada en esa falta de compleción
del ser, tiene un claro enfoque de limitación por la propia percepción de
carencia de dicho estado de plenitud y que, continuamente, se está
persiguiendo, y, como el enfoque es el que marca la dirección de nuestra
energía, que es creativa en sí misma, manifestaremos más de lo mismo, más
limitación y carencia de esa plenitud que no se llega a alcanzar.
La mente de 3D funciona con la
base de lo que quiero, pero no tengo; con la exigencia del esfuerzo porque no
tengo suficiente y quiero siempre algo más.
Es decir, la naturaleza de la
actividad mental de la 3D es la limitación y la carencia en sí mismas, el no
tener, consecuencias de un olvido en el que cayó la propia esencia del ser
humano con respecto a la divinidad de Dios en él mismo. Esta amnesia es la que
está comenzando a difuminarse con la apertura de los canales energéticos que se
que están activando en aquellos que avanzan en el camino de la ascensión y con
la entrada de la nueva energía en el planeta.
Relacionamos esto con lo
desarrollado en capítulos anteriores, en los que se explicaba y describía el
nuevo estado de la Creación Consciente, por el cual, enfocándonos en lo que
queríamos y transmutando los aspectos en amor y aceptación, facilitábamos la restauración
del estado de la abundancia como seres divinos encarnados en la Tierra, a
diferencia de un estado lineal y temporal en el que subyace la desconfianza de
que todo pueda materializarse por el poder de la nueva energía del amor y, por
tanto, se propugna el desafío, la lucha, la resistencia y el sobreesfuerzo.
La mente de 3D genera siempre la
ilusión de un anhelo perdido, si no un proyecto, otro, en una búsqueda
establecida en un espacio temporal.
Siempre se encuentra inmersa en
ese bucle del que es incapaz de salir, inercia propiciada siempre por la falta
de algo que le proporcione la plenitud que persigue con utopía, ya que, con las
mismas premisas de búsqueda y falta, alienta y aviva de manera continua el
sentido de limitación, manifestando esto mismo, la ausencia de lo pretendido.
Sin embargo, el ser humano de la
5D conoce como proyectar y plasmar lo que desea. Posee la sabiduría de
permanecer en un punto de neutralidad, sin involucrarse en el enredo de
pensamientos, emociones, palabras, actitudes y acciones. Aguarda en la
confianza de que el potencial que pretende manifestar ya existe y es en
armonía, a su vez, con el resto de los otros potenciales, manifestados o no
manifestados, en el astral de esta dimensión, aguardando el momento justo y preciso
para su aparición física. El humano de 5D entiende que, de esta forma, disipa
sus resistencias internas que son las que, en definitiva, se acaban reflejando
en las resistencias externas que retrasan e impiden la concreción del potencial
que está por llegar. Sabe que en todo ello radica las claves que dan fuerza a
la manifestación de los potenciales, para que así lo hagan con la mayor
inmediatez hasta que, finalmente, se produce la materialización de los mismos.
Es, de este modo, el
funcionamiento mental, argumentando en el tiempo, el que asegura la existencia
de muchos de los miedos más comunes en esta sociedad, todo ello con la
aceptación de conocimientos y patrones mentales y de conducta adquiridos a
través de experiencias y sistemas de creencias que se adoptaron como válidos en
la infancia, en la familia, en la sociedad, en la religión y en la etapa
académica. Valga la siguiente relación de casos como ejemplos de lo que se ha
comentado.
Ejemplos
- Recuerdos de momentos pasados
que gustaría volver a revivir. La mente, haciendo uso del tiempo, nos ubica en
la falta de lo que se anhela, pudiendo causar tristeza por la ilusión de la
falta, desazón por la resignación de no alcanzarlo y miedo por la creencia de
nunca llegar a obtenerlo.
- Memoria de experiencias no
deseadas relacionadas con la salud, con las relaciones o con la economía. El
hecho de atraer un pensamiento del dolor o sufrimiento acaecido por ciertas
vivencias, tiempo pasado, interpretando que se pueden volver a repetir, tiempo
futuro, conduce a la emoción del temor.
- Comparaciones de logros que se
desearían alcanzar. El enfocarse en el futuro en situaciones hipotéticas, que
pretendemos para nosotros y que, quizás, hemos visto a otros, puede llegar a
conjugar desde resistencias y no aceptación de las condiciones actuales de
vida, ansiedad por la no consecución de las metas planteadas y hasta miedo al
fracaso ante uno mismo y la sociedad.
- Condicionantes tradicionales y
religiosos que pueden hacer adoptar actitudes de culpabilidad y de no
merecimiento. En algunos casos, por ejemplo, las religiones han catalogado
ciertas situaciones como impías o pecaminosas, abogando por la supresión de las
mismas y asociando conceptos de culpa y no merecimiento que figuran en lo más
profundo del ser humano, incluso desde encarnaciones pasadas.
Estos son simples supuestos que
cuentan con una misma naturaleza de proyección en el tiempo y búsqueda continúa
de lo que no se posee, avalado por conocimientos, actitudes, conductas y
conceptos aprendidos y aceptados como válidos, activando, de este modo, la
naturaleza del aspecto emocional alterado y no equilibrado.
* El Juicio
Las pautas en este punto
revelador de la relación entre pensamientos y emociones son claras a la hora de
no inducir situaciones emocionales que generan distorsión y desequilibrio.
Llegado al estado de quietud interior necesario en el que se puede afinar la
percepción, estado asociado más con identificar y distinguir que con la
observación en sí, en la cual la mente puede incidir en la búsqueda, en este
caso, de causas, motivos y precedentes, derivando en el juego de la
separatividad de los opuestos en dualidad, observador y observado, únicamente
se indica que hay que dejar caer y dejar ir los pensamientos, conceptos y
patrones mentales que condicionan las emociones y, en definitiva, el
comportamiento.
En la tarea altruista,
voluntariosa y valiente de alinear los aspectos internos, mentales y
emocionales, en las condiciones de relajación, abandono en la luz y en la
energía del amor, se cultiva, como ya se ha explicado, el espacio donde se
propicia la activación del centro energético del corazón, cuya actividad de
emisión de energía de alta vibración energética, por sí misma, irá aquietando
la mente, ampliando el grado de percepción los ruidos existentes en ella,
aplacándolos y estableciendo un estado de mayor calma y silencio, e irá
erosionando bloqueos y resistencias en aquellas partes del cuerpo que presenten
oposición al paso del flujo energético.
Sin duda, los conocimientos
aprendidos, pensamientos y actitudes, inducen en muchas ocasiones a un estado de
establecimiento de prejuicio sobre todo lo que nos sucede. La mente viene a
asociar directa, automática y, a veces, inconscientemente una idea, pensamiento
o conclusión sobre cualquier situación que nos acontece y, en definitiva,
establece un mecanismo de juicio a priori o a posteriori.
Todo esto puede resultar a
algunas personas algo exagerado, argumentando que con moderación se posee la
facultad que hace posible que, interiormente, nada tenga por qué magnificarse
demasiado. En cambio, en estos párrafos se explica que la esencia del mecanismo
de la mente de 3D en el tiempo, descrito en este capítulo, conduce, por sí
misma, a estados de insatisfacción y miedo, que pueden verse sobredimensionados
en este tiempo de fin de ciclo planetario, en el que se acelera la necesidad de
revisión de aspectos y realidades sin resolver, y que, por supuesto, deben ser
aminorados y diluidos para la consecución del proceso de ascensión.
Si prejuzgamos, enfocamos la
energía en el marco en el que el pensamiento limita la verdad de la propia
experiencia al predeterminarla.
Si se utiliza esta vara de medir,
se atraerá, del mismo modo, la misma medida en forma también de juicio y
limitación. “Con la medida en la que juzguemos, seremos juzgados”. Esta frase
no hace alusión a que algún ser va a venir a ajusticiar a nadie. Por supuesto,
tampoco pretende acrecentar la emoción y el sentido de culpabilidad como en
ocasiones se ha pretendido. Simplemente, hace referencia a que, en un estado de
existencia donde el juicio impera, atraeremos eso mismo a nuestra vida por la
vibración energética de nuestros pensamientos, emociones y palabras, y, en
definitiva, de nosotros mismos. Es el caldo de cultivo donde los juicios, como
formas energéticas, se reproducen.
Habrá muchos que vivan en un mundo
donde las catalogaciones, expectativas y juicios sean los denominadores comunes
de su realidad y, aun así, subsistan anestesiados sin vislumbrar otros estados
de conciencia, dentro de lo que para ellos constituye su normalidad, en su
respectivo nivel de conciencia o inconsciencia.
Por otra parte, consideremos,
pues, que hasta los conceptos que aprendimos en alguna fase de nuestra vida, si
les dimos conformidad, aunque nos parezcan insignificantes, los acabaremos
manifestando y reflejando en nuestra realidad física.
En la energía del amor,
con su poder de creación, todo lo que aceptemos como cierto lo atraeremos tarde
o temprano ante nosotros. Si a alguna cuestión, aunque pareciera inverosímil,
le ofrecemos nuestra validación, podemos llegar a materializarla en nuestra
realidad.
En el mismo momento en que
centramos nuestro enfoque, como siempre, emitimos la señal que terminamos
plasmando en el plano astral de esta dimensión, antesala donde se concentran
todos los potenciales posibles antes de manifestarse en el mundo físico.
Dependerá en parte de nosotros, cómo de evolucionados estemos en el amor, el
que podamos manifestarlo con mayor o menor rapidez. Por ello, si presentamos
resistencias y faltas de armonía magnificadas, estas pueden acabar reflejándose,
del mismo modo, con prontitud en el plano físico.
Es por esto que, en el proceso de
cambio en esta dimensión, se hace tan necesario que soltemos el lastre de
tantos patrones inculcados por las creencias que han desempeñado un
protagonismo principal hasta nuestros días, sustentadas por energías de miedo y
limitación.
De esta forma, la persona
empoderada en su propia soberanía y maestría, que alcanza la conexión con el
centro de energía de su propio ser que la une a su propio Yo Superior Divino y
a Dios, deja caer cualquier estado mental preestablecido que lo mantiene sujeto
al tiempo, identificándolo previamente, sin reprimirlo ni censurarlo, ya que
siguen siendo partes vivas del propio ser que necesitan armonía y no rechazo,
sino dejarlas ser, permitiendo que se expresen libremente en nuestro interior,
y dejarlas ir, cuando así suceda.
En conclusión, desapareciendo los
condicionantes mentales, se acabarán desvaneciendo también aquellos miedos
sustentados por el estado de la mente lineal y temporal. Si por la existencia
de realidades externas de trama difícil, aun liberando todo pensamiento, las
tensiones internas persisten, en el estado de neutralidad donde no se
manifiesten acciones, palabras o actitudes que provoquen seguir alimentando,
por reacción, estos bloqueos, se encontrará la vía para que tanto interior como
exterior se alineen y armonicen.
La Funcionalidad de la Mente de
5D
El funcionamiento óptimo de la
mente de 5D está muy alejado de la actividad temporal de una mente con inercia
a un parloteo constante e inconsciente.
Es este estado mental, fuera del
marco del espacio-tiempo, el que habilita y establece, según se ha venido a
llamar en los Mensajes Canalizados, el tiempo del no tiempo.
De este modo, entre las funciones
propias de la mente de 5D se distingue aquella que ya ha sido descrita como la
de plantear el diseño de lo que se ha decidido que se quiere crear y atraer en
la realidad física, con la ayuda indispensable del verdadero secreto de la
Creación Consciente, el amor incondicional y la aceptación total. Plasmamos al
principio, a través de la mente, lo que queremos concretar exactamente.
Por otro lado, también se
distingue por otra cualidad fundamental, la percepción. La mente está creada y
configurada como una antena perfecta, muy completa y potente, que es capaz de
recibir las señales que emiten otros en forma de pensamientos e ideas.
No es
cierto que los pensamientos estén dentro de nuestra cabeza, como incluso en la
actualidad se sigue creyendo. Los pensamientos, en realidad, son captados por
la mente, bien desde nuestro cuerpo energético mental, bien de otras personas
que entran en contacto con nosotros y actúan dentro de nuestro campo de
influencia, bien por otras personas que, aun estando a grandes distancias,
transmiten señales mentales que son recibidas y atraídas por nuestra mente
debido a que puedan referirse a nosotros o porque guarden alguna relación
concerniente a nuestras experiencias o a nuestros propios aspectos internos.
La percepción, tal y como se está
describiendo, se asemeja claramente a las funciones propias de captación,
recepción e identificación, que no llegan a guardar mucha relación con el
entramado de las señas de identidad relativas al análisis racional de la mente.
Este estado de percepción es al que se llega como consecuencia del aumento
energético en el planeta y en los cuerpos, que conlleva este nivel de
activación.
El discernimiento, capacidad
mental que nos hace distinguir acerca de cualquier posible disyuntiva, será,
por supuesto, también una característica importante para la Humanidad de la 5D,
pero, igualmente, no asentada tanto en las pautas del análisis racional, sino
más bien sustentada en un funcionamiento más simple, sencillo, hábil y directo,
basado en la identificación del entorno y sus experiencia, alejado, por
supuesto, de cualquier similitud con la naturaleza del prejuicio.
En la activación energética
propia del individuo de 5D, la actividad que asumen los centros energéticos o
chakras repercute en la conexión de la glándula relativa a cada uno de ellos.
En este caso, la glándula pineal, ubicada en el centro del cerebro y asociada
al séptimo chakra, el de la corona, adquiere un rol muy destacado, siendo la
telepatía y otras aptitudes psíquicas actividades desempeñadas por esta
glándula y características reseñables y presumibles en el ser humano del futuro
en la 5D terrestre.
CAPÍTULO 7 - LA RELACIÓN ENTRE LA
MENTE Y EL TIEMPO
AUTOR: RAFAEL MONTAÑO CARMONA
EL LIBRO DE LA AUTOMAESTRIA