"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

jueves, 29 de enero de 2015

Journey of the KA Sound Transformation





La verdadera espiritualidad es la capacidad 
de Amor-Sabiduría y Libertad 
que hay dentro del Corazón del Ser Humano.

¿De que le sirve al Ser Humano ganar el Mundo
si pierde su Alma? 

Mensajes del Espíritu Uno. 

 “Ningún problema puede resolverse 
desde el mismo nivel de conciencia en que se ha creado”.

Albert Einstein

BarakaakaraB




Paz y Amor


    
  


Vuela libre Alma aventurera
que los días de llorar
aquí en la tierra pasaron ya.

Disfruta el vuelo junto a Dios
allá en la inmensidad de las estrellas.

Es hora de reír con tu recuerdo
en las Galaxias y mi nuevo amor
que Dios dispuso para volver a soñar.

Mientras yo aquí honrare tus caricias
con mis metas, logros y buenas Historias,
permíteme Ser feliz con este nuevo amor.

Mi alegría y sonrisas en este nuevo caminar
será la gratitud con la cual te llevaré presente
mientras llega la hora de planear en las nubes
y saludarte en las galaxias, vientos y magias.

Vuela libre Alma de Luz, se que no me abandonas
gracias por tanto AMOR y protección
en silencio desde las estrellas…
es hora de que Vueles libre
es hora de continuar…Paz...y Amor.

Pau Zam



5 de diciembre de 2011, 1.19
Escultura: Vicenzo Gemito



lunes, 26 de enero de 2015

Dejas de Sufrir cuando aceptas la Naturaleza en Ti



“El Ser Humano debe percibir que vive en un mundo que en cierto sentido es enigmático. Qué en él suceden y pueden experimentarse cosas que permanecen inexplicables, y no tan sólo las cosas que acontecen dentro de lo que se espera. Lo inesperado y lo inaudito son propios de este mundo.Sólo entonces la vida es completa.”

Carl G. Jung


Nunca nadie te mira desde donde tú te ves...
EnAmorArte está en La Magia de Poder Verte para Verlo





LA MAGA 
(Cuadernos de Magia)


Tu misma me anuncias con antelación en el sueño







OM NAMAH SHIVAYA

OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA

HARI OM TAT SAT

OM SHANTI, SHANTI, SHANTIHI



jueves, 22 de enero de 2015

El Gran Dador








"El tiempo y el espacio... 
preciosas libertades que facilitan los pasos del camino... 
Camino que parte de lo más profundo del espíritu 
e iniciado en el corazón, avanzando sobre sus pasos...

Hacia la unidad del Ser 

La vida en el espacio y en el tiempo... 
Un clamor deshaciendo nudos..." 


EL AMOR DEL CORAZÓN EXPANDIDO TRANSITÁNDOSE 

BARAKAAKARAB




Del Verdadero Matrimonio




Cuenta, cuentacuentos,
cuenta una historia, una leyenda. 
Háblanos de la gente de antaño,
de Loundja, la hija de la ogresa, y del hijo del sultán.

Comienza por "érase una vez",
ofrécenos sueños. 
Comienza por "érase una vez".
Cada uno de nosotros tiene una historia en el fondo del corazón.

Cuenta, olvida que somos mayores.

Como si fuéramos niños,
queremos creer en todas las historias.
Háblanos del paraíso y del infierno,
del pájaro que jamás ha volado.
Danos el sentido de la vida.

Cuenta como te han contado,
sin añadir, sin quitar.
Ten cuidado, existe una memoria.
Cuenta, haz que olvidemos nuestra realidad.

Abandónanos en ese "érase una vez".



Tanto el cine como el teatro, las novelas, las canciones o la poesía, tratan siempre del amor.


Del amor y del matrimonio. Sobre este tema no hay discusión: los hombres y las mujeres llegan a la tierra con la necesidad de amar y, además, la mayoría de ellos sienten la necesidad de unirse en matrimonio con la persona que aman.

Evidentemente, amor y matrimonio no van siempre juntos; a veces hay amor sin matrimonio, y otras, matrimonio sin amor. Sin embargo, y de una manera general, un hombre y una mujer que se aman tienden a casarse para vivir siempre juntos y cuidarse mutuamente. Así pues, normalmente, los hombres y las mujeres se aman y se casan.


Ahora planteo esta pregunta:

«Está claro que vuestra principal preocupación es el amor y el matrimonio, pero, ¿cómo lo habéis comprendido? ¿Porqué tenéis que casaros? O, más bien, sin tener en cuenta el matrimonio, ¿por qué pensáis que tenéis que establecer contacto con otro ser, uniros a él y, aunque sólo sea durante unos segundos, formar un solo ser con él?...»

¿Quién sabrá responder? Muy pocos.

Pocos se plantean este dilema; ya que es así, no hay que romperse la cabeza. Pero, he aquí que los Iniciados, que tienen la costumbre de reflexionar sobre todas las manifestaciones de la existencia profundizando en ellas, han descubierto que esta tendencia tan natural y extendida de buscar a otro ser para unirse a él, encierra uno de los grandes secretos del universo.

El hombre sería la divinidad en sí mismo, si comprendiera el significado de esta tendencia y supiera utilizarla en sus trabajos espirituales y en su acontecer diario.


La tradición nos enseña que en el origen el ser humano fue creado macho y hembra. Así pues, el hombre es al mismo tiempo hombre y mujer, y toda mujer es, a la vez, mujer y hombre.

Ser hombre o ser mujer es solamente la mitad, y cada uno tiene que encontrar su otra mitad para Ser lo que en realidad ya es, o siempre fue: un Ser Completo.

¿Dónde? Dentro de uno mismo, y esto es lo que ignoramos.

Para cada hombre y para cada mujer, el verdadero matrimonio es la unión interna con la otra mitad de su ser, y no la unión externa con otra mujer u otro hombre.

El verdadero matrimonio es éste (la unión mística o bodas alquímicas): encontrar la otra mitad de sí mismo, atraerla, fusionarse con ella y convertirse finalmente en un ser completo para realizar el trabajo mágico de síntesis e integración.


La mayoría de matrimonios que se realizan en la tierra no son más que experiencias o ensayos con más o menos éxito, mientras estamos esperando poder realizar el verdadero matrimonio que es de orden espiritual.

Este verdadero matrimonio está representado en la India mediante el símbolo del «lingam».


Este símbolo, nos enseña que los dos principios - el masculino representado por la línea vertical, y el femenino por la base horizontal - jamás deben estar separados en el ser humano.






El lingam de Shiva es el símbolo del Ser Supremo. Es tanto Maheswara Mismo, como el Ser Supremo y el Señor del universo.

En este aspecto tiene tres partes. La parte inferior representa Brahma. La parte central, que es de forma octogonal, representa Vishnu. La parte superior, que es de forma cilíndrica, representa a Shiva, Rudra o Pujabhaga.

El Lingam de Shiva significa literalmente el cuerpo de Shiva. Al lado del símbolo de la  AUM (OM), es quizás el símbolo más potente, poderoso y popular en todo el hinduismo.

En casi todos los templos de Shiva, el culto se hace generalmente sólo a los Shiva lingas.

En el plano físico, el objeto se parece al órgano sexual masculino, lo que sugiere el poder creativo de Shiva.

La base simboliza a la de la hembra, sugiriendo y emulando la parte más sugestiva de su consorte Parvati.

Enfocándonos en el plano físico, un Shiva lingam es un símbolo fálico, en representación de los órganos sexuales masculinos y femeninos, en un estado de equilibrio y felicidad conyugal.

En el plano mental, simboliza la unión de la mente y el cuerpo.


Espiritualmente representa la unión entre Purusha y Prakriti, los más altos principios del universo manifiesto.


Cada hombre y cada mujer tienen que llegar a realizar interiormente la unión de estos dos principios. Naturalmente, ello es muy difícil y la mayoría de las veces, cuando el hombre y la mujer se unen físicamente, en realidad están separados: en su alma, en su cabeza, están separados.

El hecho de que estén físicamente separados no tiene importancia; lo importante es que cada uno realice en sí mismo el matrimonio de los principios masculino y femenino.

Si sois capaces de comprender los misterios del matrimonio, comprenderéis todos los secretos de la vida. 

El matrimonio está muy extendido, pero muy pocos conocen su sentido profundo. 

Las personas se casan porque así conciben que ha de ser, para tener compañía, distracción, por aburrimiento para afrontar una nueva etapa, porque se ansían placeres, para sustentarse económicamente o mejorar su posición social, por huir de la soledad o porque uno por sí mismo es incapaz de desenvolverse en la vida cotidiana y necesita una compañía o una ayuda que le asista y le cubra sus vacíos y carencias.

¿En qué han convertido los seres humanos el matrimonio? En cualquier otra cosa menos el compartir el verdadero misterio que encierra.


"El matrimonio es un acto tan sublime que no estoy muy seguro de haberlo profundizado totalmente". 

Lo que sí sé es que el matrimonio espiritual permite realizar grandes cosas. El hombre posee la fuerza y la quintaesencia, pero mientras no esté casado internamente, no puede condensar esta quintaesencia para hacerla visible, tangible y real en el campo físico: le falta el factor capaz de proporcionar la materia para realizar las cosas, el principio femenino. 

Y la mujer que tiene todos los materiales, si no está casada interiormente, no tiene la llama, la chispa capaz de abrasarlo todo; por mucha materia que posea, si no le prende fuego está muerta y estancada, pues le falta el espíritu. 

"Esto no lo olvidéis nunca".


Así pues, reflexionad sobre esas cosas e intentad no pasaros la vida sin comprender nada, inmersos en el sueño de la inconsciencia. 

Vivid una vida sensata, lo más honesta posible con vosotros mismos, abandonando todo lo que os ata a las regiones inferiores, todas estas sensaciones y ocupaciones que no os aportan nada. Tomad lo esencial y ¡poneos a trabajar!


El matrimonio es una cuestión muy amplia que podemos estudiar por todas partes en la naturaleza. 

Así la química, la física, la astronomía, la botánica, la anatomía, la psicología, etc., nos hablan sin cesar del matrimonio. 

Tomemos por ejemplo el agua, que es un elemento indispensable para la vida en el universo. El agua no es otra cosa que el hijo nacido de la unión de un padre, el oxígeno, y de una madre, el hidrógeno: H2O. 

¿Por qué la unión del 1 (O) Y del 2 (H2)...? Porque el 1 es el número del principio masculino y el 2 del femenino. 

Consideremos también el ejemplo de la palabra. ¿Cómo se produce en el hombre la palabra: por medio de sus brazos, piernas, orejas, nariz, vientre? No; se produce mediante la boca, y está formada por la lengua y por los labios; y cuando la lengua y los dos labios se ponen en movimiento, producen la palabra articulada. 

La lengua es el principio masculino y los dos labios el femenino. 

De esta manera el principio masculino y el principio femenino alumbran un hijo: la palabra. 

¡Ved la fantástica ciencia que encierra esta página del gran libro de la naturaleza viviente!

Si los filósofos hubieran reflexionado sobre los mecanismos de la palabra, sobre los elementos que entran en juego para que el hombre pueda proferir sonidos articulados, habrían podido descubrir, por analogía, en primer lugar que Dios encierra en sí los dos principios por medio de los cuales ha creado a su Hijo, el Verbo, y que este Hijo ha puesto en movimiento todas las criaturas. 

Porque la palabra no es insensata, la palabra no existe sin razón, está destinada a alguien con algún objeto. San Juan dijo: «En un principio era el Verbo». 

El Verbo representa el movimiento, el hijo.

Ahora quiero explicaros lo esencial de lo que quiero que comprendáis. Así como Dios ha creado el mundo por medio de la Palabra, de la misma manera los hombres crean la vida en el plano físico, es decir, abajo. 

En la boca los dos principios siempre están juntos. Para poder hablar es preciso que los dos labios y la lengua estén juntos para producir sonidos. 

No consiguiréis articular palabra alguna sin poner la lengua y los labios en movimiento. En Dios los dos principios están juntos, unidos; nunca están separados, y por esto Dios crea continuamente.

(El hombre hecho a imágen y semejanza de Dios encierra el mismo potencial creador en sí mismo y el don del hacedor de milagros para interactuar con lo externo, si lo hace desde la UNIÓN, verdadera com-unión con Dios, a través del matrimonio místico)

Mientras que los seres humanos actúan como si los dos principios estuviesen separados, poseyendo los hombres únicamente el principio masculino y las mujeres el principio femenino; pero como quiera que  sea, para crear la vida es preciso unirlos, de ahí se derivan todas las dificultades y complicaciones.

Aquellas criaturas que no desarrollan en sí mismas los dos principios masculino y femenino, no acaban de estar hechas realmente a imagen de Dios, y no alcanzan la plenitud. Evidentemente no me refiero a la posesión de los dos principios en el plano físico, sino en el espiritual: 


El principio del amor y el principio de la sabiduría unidos simultáneamente.



Sólo tienen la verdad y poseen la fuerza aquellos seres que han realizado la unión de los dos principios en sí mismos. 


Y, ¿quiénes son estos seres? Son los verdaderos Maestros, los verdaderos Iniciados que han comprendido la santa trinidad del Amor, la Sabiduría y la Verdad. 


Estos seres se manifiestan realmente como representantes y guías de Dios, y viven plenamente. Estos son los modelos a seguir.

La palabra que no está llena de amor y de inteligencia no puede realizar absolutamente nada, no puede actuar sobre la materia para darle forma. Las palabras vacías, sin sentido, el hablar por hablar, no pueden dar ningún fruto. 

Todo esto nos obliga a estudiar y a esforzamos para que nuestras palabras afecten al mundo entero, a toda la creación, al mundo visible y al invisible, y pongan en movimiento a los hombres, a los ángeles, a los arcángeles, a los espíritus y a los elementos. 


Por consiguiente, es necesario que en esta palabra exista tanto la inteligencia y la luz, como el calor y el amor, la plenitud del amor. 


En este preciso momento las palabras se vuelven poderosas. 


El hecho de que al hablar a vuestros amigos, a vuestro marido o a vuestra mujer, o bien a vuestros hijos, no obtengáis resultados, quiere decir simplemente que vuestras palabras no son suficientemente cálidas y luminosas.

Todos vosotros, todos nosotros llevamos en nosotros mismos, en nuestra boca, símbolos de una importancia cósmica. Todo el mundo tiene boca, pero la utilizamos continuamente para quejarnos en lugar de utilizarla para dar gracias día y noche de poseerla. 

Además, esta boca tiene una lengua, y hay que esforzarse y para no utilizarla mal, porque se dice que aunque no tiene huesos, los tritura. 


Cuando no se es inteligente, ni sabio, ni razonable, ni bueno, machacamos los huesos de los demás mediante nuestra lengua; basta con mover la lengua para desunir familias, ahorcar personas, masacrarlas. ¡Esto es lo que sucede con la boca y con la lengua! 

Ha llegado el momento de tomar conciencia de que al darnos la boca y la lengua, Dios nos ha dado algo precioso, y tendríamos que decirle: «Señor Dios, perdóname por no haber comprendido hasta ahora los tesoros que Tú has puesto en mi boca, por no haber comprendido que al pronunciar palabras puedo imitarte, volverme como Tú, y ser cada día un reflejo de Ti. 

No me he dado cuenta y, por consiguiente, con mis palabras he sido torpe: he dicho cosas insensatas, he herido a las personas, los he trastornado y, precisamente, lo he echado todo a rodar con este instrumento que Tú me has dado. 


En lugar de hacer el bien, de consolar, de aliviar, de dirigir y guiar a los demás, en lugar de vivificarlos y resucitarlos, de elevarlos y proyectarlos hacia Ti, el Señor, el Creador, los he puesto por los suelos y los he envilecido. 


Perdóname, Señor, y enséñame a utilizar mi boca y mi lengua para hacer el bien, iluminar y dar calor a los demás, y no utilizarlas sólo para comer, beber y decir tonterías sin ton ni son.»

La boca es un órgano tan extraordinario y poderoso que tenemos que cuidar de no dejar escapar palabras venenosas, sino que éstas deben ser constructivas, educativas, vivificantes. E incluso si regañáis o fustigáis a alguien, debéis hacerlo sólo con la finalidad de iluminar y ayudarle. De esta manera os creáis un porvenir indescriptiblemente hermoso.

En los Evangelios está escrito: «Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado», es decir, tu porvenir será bueno o malo, luminoso o tenebroso, celestial o infernal, según las palabras que hayas proferido durante tu existencia.

Así pues, las palabras son tan importantes para la construcción de nuestro porvenir, que es necesario reflexionar y meditar toda la vida sobre este tema. Hay que tener en cuenta la importancia de la palabra, y, al abrir la boca, cuidar de que siempre sea para bien.

Aún puedo ir más lejos al profundizar en esta idea para enseñaros que todo está íntimamente relacionado, que en el universo existe una ley de correspondencia absoluta. 

El sol habla..., y su verbo es la luz que se derrama sobre la tierra, sobre las plantas, sobre los animales y las personas. Porque el sol invisible que actúa sobre el sol visible produce la luz y ésta se transforma en calor.

Supongamos ahora que la lengua corresponde al padre, los dos labios a la madre, y la palabra al niño; entonces, lo que el padre da a la madre, es el verbo que vitaliza, que anima. 

La ley es idéntica: de la misma manera que el sol invisible actúa sobre el sol visible, el cual a su vez actúa sobre la tierra para fertilizarla, de la misma manera que el hombre fertiliza a la mujer, así también la palabra fertiliza las almas y los corazones. Se trata de la misma ley. Así pues, el que habla se convierte en el padre, el que escucha en la madre, y así nacen los hijos....

Llegados a este punto, diréis: «Entonces, ¿pueden los hombres convertirse en madres? Naturalmente, porque aquél que escucha es como si fuera una mujer. Basta un cambio de polarización. 

Cuando una mujer habla a su marido, está adoptando la polaridad masculina, y el marido que la escucha toma la polaridad femenina, y así nacen los hijos. Los hijos son los sentimientos, las emociones, las decisiones y los actos. 


El mismo principio se aplica en cualquier circunstancia, en cualquier nivel y en todos los planos. Infaliblemente siempre se trata de la misma ley. Hay que saber hacer malabarismos entre uno y otro plano.

Tenéis que intentar ampliar un poco vuestra manera de ver las cosas. Si os quedáis cristalizados en ciertos conceptos, jamás comprenderéis la plenitud de la vida, pues todo está interrelacionado. «Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo».

Muchos espiritualistas repiten esta frase sin comprenderla realmente, porque desconocen a qué corresponden las palabra «abajo» y «arriba». 

Para comprenderlas es necesario reemplazarlas por otras que representen imágenes, criaturas, existencias o mundos... 


¿Qué podemos poner en lugar de la palabra «abajo»? Abajo, por ejemplo, puede ser el sexo, la tierra, la mujer, la materia o el infierno, y arriba, el cerebro, el cielo o el sol, el hombre, el espíritu... Lo que sucede es que Hermes Trismegisto ha mantenido el secreto, no lo ha precisado, y a nosotros nos corresponde encontrarlo.

Pero lo más extraordinario de todo esto es que ha añadido: «Para hacer el milagro de una sola cosa». 

Efectivamente, «Lo que está abajo es como lo que está arriba, lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer el milagro de una sola cosa». 


Así pues, abajo y arriba producen algo conjuntamente, producen «una única cosa», el hijo y, ¿qué es esta única cosa? Hermes Trismegisto tampoco lo ha explicado. 


La lengua y los dos labios son dos cosas que se unen para hacer el milagro de una única cosa, que puede ser el Verbo. 


Pero lo que sí es cierto es que se necesitan dos para producir esta única cosa: el principio masculino y el femenino, lo que está arriba y lo que está abajo. 


Cuando un hombre y una mujer quieren tener un hijo, es necesario que uno se coloque arriba y el otro abajo. El que está debajo es como aquél que está arriba; la diferencia estriba en la posición. Y, ¿para qué? Para producir el milagro de una sola cosa: el hijo.

Así pues, reflexionad sobre esas cosas e intentad no pasaros la vida sin comprender nada, inmersos en el sueño de la inconsciencia. A partir de ahora vivid una vida sensata, abandonando todo lo que os ata a las regiones inferiores, todas estas sensaciones y ocupaciones que no os aportan nada. Tomad lo esencial y ¡poneos a trabajar!


«Todo lo que está abajo es como lo que está arriba». Estas palabras de Hermes Trismegisto nos revelan que el matrimonio antes de existir abajo, entre los seres humanos, ya existía arriba.

Porque arriba, continuamente se está realizando una unión, un intercambio entre los principios cósmicos masculino y femenino, que en el plano físico se refleja bajo la forma del matrimonio.

Esto es lo que nos revela la Ciencia Iniciática. 

En el Génesis se dice: «En un principio Dios creó el cielo y la tierra». 


El cielo y la tierra son dos símbolos que hay que interpretar, así como la relación existente entre ellos; son los símbolos de los dos principios, emisor y receptor, masculino y femenino. 


Estos dos principios se unen, y de dicha unión nacen, los hijos. 


Todo lo que veis, e incluso lo que no veis, es una creación resultante de los dos principios. Todo lo que se produce en la tierra es hijo de esta unión de la tierra y el cielo. 


Si la tierra rompe los lazos y no está unida al cielo, éste no le da su energía ni su impulso, y entonces se convierte en un desierto.

El cielo y la tierra, los principios masculino y femenino, existen ya como realidades en los sublimes reinos de las alturas, y se reflejan a continuación en todas las regiones y en todos los planos, incluso en el plano físico. 

Por todas partes vemos la unión de dos principios, masculino y femenino, y que esta unión origina una fuerza, una energía. 


Cuando queréis enchufar un aparato eléctrico, utilizáis una toma macho y otra toma hembra, pero, ¿os habéis dado cuenta de que cada una está polarizada? Hay dos y dos... 


Efectivamente, cada cosa, cada ser posee en sí los dos polos. La tierra, el cielo, el hombre, la mujer, tienen cada uno dos polos. 


Así pues, cuando se unen se convierten en cuatro, lo cual hace que las fuerzas circulen y nazcan los hijos. Pero sin este contacto, sin esta unión, sin esta fusión, sin este intercambio, nada se produciría.

Ahora bien, si trasladamos esta cuestión al campo de la vida interna, nos daremos cuenta de que mientras el hombre no establezca contacto con esa realidad que lo sobrepasa - el cielo, el mundo divino -, permanecerá solo. 

Y si permanece solo, será estéril, improductivo, y un día desaparecerá sin dejar rastro. Vosotros podéis replicarme: 


«Pero si tenemos mujer (o marido), y tenemos hijos...» Pero eso sucede en el plano físico y no basta. 


El verdadero matrimonio consiste en llegar a conocer la manera de trabajar con los dos principios en todos los campos. 


Si se han cumplido todas las condiciones en el plano físico y material, naturalmente que se obtienen ciertos resultados: una muchedumbre, una gran prole, pero en otros campos somos estériles y estamos solos, porque no hemos comprendido que esta ley del matrimonio hay que realizarla en todas las regiones: en el plano astral, en el mental, emocional, etc...

«Todo lo que está abajo es como lo que está arriba, y todo lo que está arriba es como lo que está abajo». 

Arriba está el orden divino, abajo está el plano físico. Todo lo que encontramos en el plano material corresponde a una verdad en el plano espiritual. 


Los Iniciados han ocultado esta verdad bajo el símbolo de la serpiente que se muerde la cola. 




Este es el símbolo del verdadero matrimonio. Y, ¿cómo puede serlo, - diréis -, una serpiente que se traga su propia cola? 

Pues sí, porque el verdadero matrimonio del ser humano consiste en la fusión de la cabeza y la cola. El otro matrimonio no es sino un reflejo de ello.

En su conciencia, el hombre está separado de sí mismo, por consiguiente debe descubrir esta parte que no conoce y unirse a ella. 

Esta idea también está expresada en la frase que encontramos grabada en el frontispicio del templo de Delfos: 


«Conócete a ti mismo» 


pero muy pocos han comprendido el sentido de esta inscripción. Un día leí la explicación que daba un profesor de la Sorbona de ella, y verdaderamente me quedé estupefacto: ni siquiera los más eruditos la comprenden; explican esta frase como si fueran niños, despojándola de su autenticidad, de su profundidad.

Conocerse a sí mismo no significa conocer nuestro carácter, con sus cualidades y sus defectos, o conocer los límites de la condición humana. 

Si sólo fuera esto, incluso los niños serían capaces de conocerse. Así pues, en la frase «Conócete a ti mismo», ¿qué significa este «ti mismo»? ¿Los brazos? ¿Las piernas? ¿El cerebro? No. ¿Los sentimientos? ¿Los pensamientos? Tampoco. 


Tú mismo, uno mismo es una parte de Dios, «y conocerás el universo y a los dioses» una chispa, un espíritu inmortal, algo indefinible, muy lejano, muy alto... 


Aquí es donde el hombre debe encontrarse para conocerse, en esta entidad que es inmortal, que es omnisciente, que es todopoderosa: su Yo superior, que es una parcela de Dios... y tomar conciencia de que depende de El, que forma parte de El, que no existe como existencia y actividad separada de El. 


Entonces descubre que todo lo que pensaba y sentía era una ilusión, algo irreal, que la realidad es este Yo, este Sí mismo interno que es el propio Dios, y que obtendrá energía, luz y amor del Eterno si se esfuerza por unirse a El, por sentir que forma parte de El, que es uno con El y su conciencia se funde con el Eterno. Entonces ya no se sentirá como algo aislado, pequeño, doliente, sino que se sentirá como Dios mismo.



Ya os he explicado que mientras el hombre se identifique con su cuerpo físico será vulnerable, débil, mortal como el cuerpo físico, y todo lo que le suceda a este cuerpo le afectará.

Pero si deja de identificarse con su cuerpo físico, con sus impulsos instintivos, y se identifica con el centro del universo, con la fuente de la vida, con el Creador, se alejará cada vez más de la debilidad, de la vejez, de la enfermedad y de la muerte, acercándose a Aquél que es inmortal, omnisciente, omnipotente. Por esta razón los Iniciados insisten tanto en este «Ti mismo », pues mientras el hombre se conforme con saber lo que no es, jamás alcanzará lo que aspira: la libertad, la paz, la felicidad. 


Conocerse es fundirse 

con la inmensidad de Dios. 


Entended bien que cuando los Iniciados de la antigua Grecia decían: «Conócete a ti mismo», no preconizaban conocer todas nuestras debilidades y limitaciones, pues las debilidades, lagunas y vicios no son «uno mismo». Esto es lo que tenemos que tener muy claro.

Evidentemente, esta fusión con Dios no puede hacerse rápidamente. Aún a lo largo de toda una vida algunos no llegan a poseer esta conciencia superior, gracias a la cual sienten que son uno con el Eterno. 

De vez en cuando tienen un destello, una iluminación, pero al día siguiente se sienten de nuevo aislados, débiles, desgraciados. El que ha realizado esta fusión se siente en paz e iluminado, se siente inmortal... Ha llegado a un grado de conciencia tan elevado y amplio, que considera a todas las criaturas como si formaran parte de él mismo, y entonces ya no tiene enemigos, no puede hacer daño a nadie, ama a todos los seres porque siente que él mismo es quien vive en todas las criaturas. 


Obedece a una moral superior. Ese también es el sentido de la fórmula «Conócete a ti mismo».

Para llegar a este estado de conciencia se necesita una ascesis. 

En la India, se le llama Jnani yoga. Para alcanzar la conciencia de su identidad con Dios, los yoguis hindús utilizan la fórmula «yo soy El» («yo soy el que soy» «yo soy Eso» «Yo Soy»)


Meditando largo tiempo sobre esta frase, -el yogui acaba por tomar conciencia de que su yo no existe, que él no es otra cosa que «El», el Señor... El es único, todopoderoso, la única realidad 

Profundicemos ahora en el significado de la palabra «conocer». 

Se puede leer en la Biblia que Adán conoció a Eva, y nació Caín... ¿Acaso no la conocía antes? Abraham conoció a Sarah y nació Isaac... El conocimiento supone un contacto: Es la aproximación de los dos polos que quieren fundirse, o, si lo preferís, saborearse. Porque, ¿qué hacen los niños cuando son pequeños?

Cogen todo lo que cae en sus manos y se lo ponen en la boca; de esta manera aprenden a conocer las cosas. Para el niño, el órgano del conocimiento no es el cerebro sino la boca; quiere probarlo todo. 

Vosotros mismos, ¿qué hacéis para conocer un olor, un sonido, una imagen o un pensamiento? 


Lo dejáis entrar en vuestra nariz, en vuestras orejas, en vuestros oídos o en vuestra cabeza. Así pues, el conocimiento no es otra cosa que dejar penetrar en nuestro órgano el objeto que queremos conocer. La misma ley se aplica para el nacimiento de los hijos. 


El conocimiento se realiza, pues, mediante la penetración: algo nos penetra para fusionarse con nosotros.





Al fusionamos con un objeto o con un ser, vibramos en armonía y en la misma longitud de onda que él. Supongamos que tenéis dos diapasones de la misma longitud. 

Cuando hacéis vibrar uno de ellos, el otro responde porque vibra en la misma longitud de onda. Pues bien, para conocerse a sí mismo, para conocer este ser divino que está en nuestro interior, hay que llegar a vibrar en la misma longitud de onda que él. 


Esta condición es indispensable para que haya conocimiento.

Tomemos de nuevo el símbolo de la serpiente que devora su cola; ello significa que ha unido los dos polos, el masculino y el femenino, porque quiere conocerse. Pero imaginad que la serpiente es muy larga: 500, 1000, 10000 metros... Un día, mientras se pasea, se encuentra con una cola, se pregunta qué puede ser, y la muerde. ¡Y queda muy sorprendida al descubrir que es su propia cola! Al igual que los gatitos, los cuales juegan con su propia cola y cuando la muerden chillan, porque se dan cuenta de que es la suya. 

El hombre es un ser cuya realidad sobrepasa en mucho la apariencia física: lo que deambula por aquí abajo, por la tierra, es su cola, pero su cabeza, ¿dónde está? Mientras que los dos polos - la cabeza y la cola - permanezcan separados en su interior, tendrá que conformarse con reptar por el suelo.

La cola debe encontrar la cabeza y unirse a ella; la cola, el yo inferior, debe unirse a la cabeza, el Yo superior, que está arriba, en el cielo. En este momento se establece el contacto y se origina una circulación armoniosa y constante de energías. 


En el hombre encontramos la serpiente en la columna vertebral, es la serpiente Kundalini, la cual, una vez despertada, asciende a lo largo de la columna vertebral. Cuando finalmente se reúnen los dos polos, es decir, cuando Kundalini, que está abajo, se ha unido en lo alto con el espíritu universal, Shiva, el hombre se conoce a sí mismo y alcanza la plenitud.






«Conócete a ti mismo»


«A ti mismo» no es la cola que se mueve demasiado en el plano físico, sino que es la cabeza, el espíritu que está en lo alto. El auténtico matrimonio es el verdadero conocimiento. 

Pero el hombre todavía no ha realizado esta unión en sí mismo; sólo la realiza en cuanto a su parte externa: por todas partes establece conexiones, lazos, coloca circuitos en las fábricas, en las administraciones, en la política, en la economía, por todos lados excepto en su fuero interno, al que no sabe conectar nada, y por esto se siente incompleto.

La mayor realización a la que puede aspirar el ser humano es la de unir el yo inferior con el Yo superior, la cola con la cabeza. 

Indudablemente la cola posee algunas cualidades, cuanto menos tiene la facultad de moverse. Pero la cabeza tiene mucho más: los ojos, las orejas, la boca, la nariz, el cerebro. 


Por consiguiente, si podemos unimos a nuestro Yo superior que posee estas facultades tan desarrolladas, conoceremos todo lo que él conoce, veremos lo que él ve, oiremos lo que él oye y seremos perfectos. 


Pero mientras continuemos separados y sólo seamos una cola que se mueve, estas riquezas nos estarán vedadas.

Hay que unir la cola a la cabeza, es decir, unir «los dos extremos». 

Los Iniciados desde hace siglos han lanzado esta fórmula al mundo, pero los hombres no han comprendido el sentido; sólo lo aplican en el aspecto material, y cuando a final de mes el dinero empieza a escasear, comentan que no pueden unir los dos extremos. 


En realidad estos dos extremos son la cola y la cabeza de la serpiente. Poder unidos es conseguir desarrollar sucesivamente todos los chacras, desde el chacra Muladara, el más bajo, hasta el chacra Sahasrara, el más alto, a fin de conseguir la unidad.









Mientras no consigamos unir ambos extremos, continuaremos en la miseria y sufriremos privaciones. Y esto es tan cierto en el plano espiritual como en el físico.

Todos los poderes de la creación se encuentran en el matrimonio. 

¿Acaso habéis visto algún hombre o alguna mujer que hayan alumbrado solos un niño? No, porque se necesitan dos. 


Por este motivo todos aquellos que no se casen con el Cielo, no podrán ser nunca creadores y se quedarán "solteros". 


Hay que casarse, pero con el Cielo, para tener muchos niños. 



En el Génesis se dice: «Creced y multiplicaos»



Lo que sucede es que los hombres sólo han comprendido esta prescripción en el plano físico. 

Cada mandato tiene como mínimo tres interpretaciones, pero los seres humanos se conforman con conocer sólo las cosas en el plano físico, y ahí está el error: no querer ir más lejos. 


Hay que crecer y multiplicarse en el mundo de los pensamientos y de los sentimientos, para poder poblar la tierra día y noche de pequeñas criaturas luminosas y aladas que influirán en el mundo entero para la realización del Reino de Dios...

Hay que pensar en el matrimonio, pero allá arriba, para que del mismo modo que "ES arriba entonces sea abajo". Esta es la nueva filosofía, la nueva comprensión.

Si vamos a la salida del sol por la mañana, es porque el sol es un centro, el centro de nuestro sistema solar, y mirándolo nos dirigimos hacia nuestro propio centro.



Nuestro Yo, nuestro verdadero Yo, no vive aquí; está muy lejos de nuestro cuerpo, habita en el sol. Pero mantiene lazos con nuestro yo ilusorio, aquí, en la tierra, y si conseguimos establecer conscientemente comunicación entre ellos, nuestro pequeño yo resulta atraído por el sol, y enconces vive gozoso, en la luz. 

Por eso, recordadlo, os he dado determinados ejercicios para que los practiquéis a la salida del sol. Os imagináis, por ejemplo, que estáis en el sol y que desde allá arriba miráis hacia la tierra, y sonreís, diciendo: «Estás allá, mi pobre amigo, ¡si supieras lo bien que se está aquí!» 

De esta manera se establece un vínculo entre vuestro yo inferior y vuestro Yo superior, con lo cual restablecéis la conexión con vosotros mismos, reencontrándoos. 

Si hacéis este ejercicio durante años, conseguiréis recibir las cualidades de vuestro Yo superior. Y puesto que vuestro Yo superior es inmortal y conoce la historia del mundo, podrá comunicárosla. 

Al ser libre, os dará sus poderes. Al estar sumergido en un océano de felicidad, os dará una felicidad indescriptible.

Cuando los hombres y las mujeres se funden, sienten una inmensa alegría, pero no alcanzan a saber lo que significa esta alegría. Pero, precisamente, esta alegría es un testimonio de la veracidad del método: 


«unir los dos extremos» 



Cuando el hombre ha conseguido unir los dos extremos, ha conseguido reencontrarse, se siente colmado. Y entonces le invade una alegría, una dilatación de una naturaleza mucho más sutil. Se trata del éxtasis del que hablan los santos, los yoguis, los Iniciados que han conseguido alcanzarlo.

Ved que, en pocas palabras, os he transmitido el secreto del matrimonio. Debéis casaros, pero no solamente con criaturas externas a vosotros, porque entonces perderéis vuestras energías.


Debéis casaros con vosotros mismos, 
para que vuestras energías se multipliquen.




El simbolismo sexual del Tantra, como el tema de la sexualidad en general, siempre ha involucrado a la mente humana. 

La mente moderna parece estar obsesionada con ella también. Muchas personas en el Tantra, así como la mayoría de los eruditos que escriben sobre ella, parecen incapaces de ir más allá de las sugerencias físicas de estos símbolos hacía sus indicaciones espirituales. 

Esto ha mantenido el estudio y la práctica del Yoga Tántrico a un nivel superficial en el que sus energías cósmicas y creativas más profundas permanecen latentes.

Hay una tendencia a reducir la linga de Shiva y el yoni de Shakti, los dos principales símbolos tántricos- de fuerzas ascendente y descendente -  representados por piedras cónicas verticales para la linga de Shiva y piedras anillo o base para la de Shakti yoni - sólo a los órganos sexuales del macho y la hembra, siendo tan sólo una de sus representaciones, en términos de glorificación de lo erótico. 


La tradición de la sexualidad tántrica de mithuna usa el sexo sagrado como parte de la práctica de Yoga. Pero no es la única práctica de yoga tántrico y cuando se hace se integra en un conjunto mucho más amplio de prácticas.

Desde esta perspectiva ligada a la espiritualidad, sería un error mirar la linga y el yoni sólo en términos sexuales humanos, del mismo modo que sería un error ver a las deidades de Shiva y Shakti como únicos símbolos de la sexualidad, siempre más allá de lo aparente...estamos invitados a través del camino del verdadero amor....a alcanzar la verdad última, el principio sin fin... 

La Sexualidad, sin duda, es el más fuerte de nuestros impulsos biológicos y psicológicos. Sin embargo, la sexualidad va más allá del intercambio puramente físico, como fuerza impulsora y creadora, contenedora de fuerzas mayores, de las que es una manifestación el lingam, al igual que nuestra biología implica y abarca una naturaleza más sublime que roza la perfección cuando nos adentramos en el conocimiento de nuestro universo interno a través de nuestros sentidos y más allá de ellos...

La polaridad de fuerzas que descubrimos en la sexualidad se refleja en las grandes dualidades de la naturaleza de la electricidad y el magnetismo, a las fuerzas del fuego y el agua, el sol y la luna, y las formas de la montaña y el valle. 




La base del Yoga Tántrico es trabajar desde esta dualidad universal y la polaridad, y a través de  ella, volver a la unidad pura que hay detrás. 

La sexualidad es una fuerza importante que debemos entender en el proceso de unificación , ya sea que la elijamos para expresarlo en una relación humana o renunciar a ella por un camino más solitario de la práctica de la experimentación del proceso de Re-Unión. 

En cualquier caso, parece que la elección depende de la habilidad para comprender la energía que emana de la experiencia, del grado de consciencia y el manejo de las fuerzas entre polaridades, internas y externas. 

Un complejo proceso digno de los mejores equilibristas dónde la honestidad y humildad para con uno mismo es la premisa fundamental para realizar la elección hacía la que intuitiva y sabiamente nuestro ser nos lleva (compartirnos y expresarlo en una relación humana o renunciar a ella optando por el camino en solitario). 

El camino no estará exhento de pruebas y dificultades para el espíritu, que ha de llevar noblemente las energías sublimadas de frecuencias vibratorias superiores hacía campos inferiores dónde se realizará el proceso alquímico de transmutación de sustancias, cuyo éxito depende de la pureza de las aleaciones con las que condensemos la energía sexual en su potencial creador más elevado.

El lingam de Shiva se retrata a menudo en una forma cónica en posición vertical al igual que el órgano sexual masculino. El lingam es el símbolo del poder universal, la fuerza masculina cósmico o el principio Shiva. 

En el idioma sánscrito, la palabra lingam significa signo, se refiere a una «marca principal" o "características" de algo, el signo que permite conocer la naturaleza última de las cosas.

Atendiendo a su terminología, no es per se un sinónimo para el órgano sexual masculino, como algunos quieren creer. Lingam indica lo que es excepcional y determinante. 

En este sentido, el órgano sexual masculino puede decirse que es la característica distintiva o lingam de un hombre en un nivel físico, pero lingam en otros contextos pueden tener un significado muy diferente.

En la filosofía Yoga, el término linga se refiere al cuerpo sutil, que es el principio dominante en nuestra naturaleza sobre el cuerpo físico. 



El lingam de Shiva es también el cuerpo sutil y puede indicar la región superior del corazón a la cabeza. Es un lugar donde se celebra la energía, generada y sostenida.


El problema es que la mente moderna, sobre todo a partir del psicoanálisis Freudiano y su interpretación sobre la líbido y sexualidad, a menudo trata de usar el sexo como el principal medio de interpretar la vida, que se extiende incluso al arte y la espiritualidad, tratado a través del simbolismo sexual o la vida sexual de las personas involucradas. Este "reduccionismo a lo meramente sexual" pierde la sensibilidad y las inspiraciones más profundas y amplias que tiene en las personas esta energía sexual creadora cuando es revelada en el misterio de la creación en Re-unión entre polaridades o entre fusión de dos de los extremos encontrados y unidos.

Es un hecho que la sexualidad está aquí para casi todo el mundo, peso en la mayoría de los casos se practica una sexualidad atendiendo a niveles de conciencia inferiores, primitivos, podríamos decir, que responden a la necesidad de dar cobertura a las necesidades o instintos biológicos básicos, a la sombra de lo que se nos ha ocultado sobre nuestros verdaderos orígenes, naturaleza y comprensión del ser humano como fuente creadora cuando se expresa desde la naturaleza milagrosa del divino en nosotros, expresión más sublime y elevada del hombre hecho dios a través del AMAR DESDE LAS PROFUNDIDADES Y MISTERIOS QUE SURCA NUESTRO VERDADERO SER EN EL VIAJE HACIA ESE RE-ENCUENTRO Y UNIFICACIÓN EN EL SI MISMO Y CON LOS DEMÁS. 

La espiritualidad verdadera y genuina creatividad sólo puede ser alcanzada a través de la verdadera unión...



Algunos estudiosos han ido tan lejos como para tratar de reducir hindúes Devatas, dioses y diosas a símbolos sexuales, como si una figura como Ganesha, con la cabeza cortada de su padre, no era más que otra manifestación del complejo de Edipo, a falta de su implicaciones más profundas del yoga en su totalidad. 

Por supuesto, este tipo de estudios psicológicos se han realizado sobre el cristianismo y el judaísmo también. El mismo Freud, judio, que basó sus interpretaciones y esfuerzos en la disfuncionalidad y crean tendencia para explicar la realidad en términos de neurosis sexual, tratando de reducir a Moisés a través del complejo de Edipo, no nos ayudan a entender las implicaciones de la sexualidad y el pontencial de su energía desde el camino espiritual que lo es todo, habiéndonos quedado atrapados aún más en nuestros impulsos biológicos como los factores primarios de la vida. 


Shiva linga representa la energía ascendente de la conciencia y la vida en la naturaleza. Esto lo vemos en formas tales como la montaña, la nube de trueno, el árbol, y el ser humano en posición vertical. 

Muchos lingas como que en Kedarnath - el sitio más importante de Shiva en el Himalaya - son rocas en forma de pequeñas montañas. Muchos otros lingas se asocian a la luz, las lingas del Sol, la Luna y el Fuego. Ahí están los doce Jyotirlingas famosos o formas ligeras de Shiva en doce templos especiales en toda la India.

El estado de Tamil Nadu tiene formas Shiva linga especiales representando los cinco elementos con lingas de tierra, agua, fuego, aire y éter en templos especiales en la región.

A este respecto, cada elemento tiene su linga Shiva o fuerza determinante. La famosa colina de Arunachala, donde el gran sabio iluminado Ramana Maharshi se quedó, se dice que es el lingam fuego del señor Shiva.

Otros lingas Shiva se asocian con el oro o el cristal, los poderes de la luz en el reino de metal. El lingam de Shiva se describe a menudo en términos de luz, cristal o la transparencia. Shiva mismo se dice que es pura luz o la luz en su estado indiferenciado primario, Prakasha matra.

El Shiva linga está conectado al triángulo apuntando hacia arriba, que es también el símbolo de fuego. El linga está presente en el órgano sexual masculino, tanto en las plantas y en los animales. El culto del linga está conectado de manera más general a un culto de pilares, obeliscos, menhires y pirámides. El Culto tántrico linga está conectado a la adoración pilar védico (la stambha védica, skambha, Dharuna), que tiene paralelos en todo el mundo antiguo y en las culturas indígenas en general que aún pueden percibir los poderes espirituales detrás de las formaciones de la naturaleza.

El lingam de Shiva es a menudo un pilar de luz. En los rituales de combustión no védicos, el fuego podría hacerse aumentando en la forma de un pilar que también podría luego tomar la forma de un hombre. 

De hecho, el término Dharma originalmente se refiere a lo que defiende cosas y puede ser simbolizado por un pilar. El lingam de Shiva es el pilar universal de Dharma. El pilar es también un símbolo interno que indica la columna vertebral erguida y la mente concentrada.

En términos de nuestra naturaleza humana, hay varias lingams o marcas características. La fuerza de Prana es la lingam o pilar fuerza la defensa del cuerpo físico de acuerdo con las corrientes que de ella emanen. 

Este es el interior "Prana Linga '. Nuestra inteligencia más profunda o Buddhi nos proporciona el poder de penetración de discernir realidades superiores, la 'Buddhi Lingam'. 

El Atman o Yo superior es el linga última o la fuerza determinante de nuestra naturaleza que permanece constante y elevada (trascendente) en toda nuestra experiencia de vida, el "Atma Linga '.

El lingam y el yoni siempre van de la mano, en primer lugar en el nivel de los opuestos, como los triángulos apuntando hacia arriba y hacia abajo. El linga con el yoni debajo de él, la piedra de pie y la base del anillo, muestran la unión de las energías masculinas y femeninas, no sólo en la sexualidad, sino también como fuerzas electromagnéticas.

Además, el lingam en su movimiento crea un yoni, tal como un punto en su movimiento puede crear un círculo. 

Podemos ver esto en el movimiento circular de las estrellas, planetas y nebulosas, así como muchos otros diversos fenómenos en el mundo de la naturaleza. 

La luminaria central es el linga y su campo de la revolución es el yoni. Los planetas forman un yoni o círculo a medida que giran alrededor del Sol como la linga, del sistema solar, su principio central o eje. Sin embargo, el mismo Sol gira alrededor de otras estrellas y la creación de un yoni o círculo de su propia.

Stonehenge y otros lugares sagrados similares que se colocan piedras formadas en grandes círculos, muestran la unión de la linga y el yoni, el macho cósmico y los principios femeninos o Shiva-Shakti. 

El linga y el yoni también están unidos en el chakra o la rueda, con la linga como el eje y el yoni como la circunferencia. 

El uso hindú de chakras en el ritual y en el arte también refleja estas dos potencias. Cada chakra del cuerpo sutil muestra la unión de Shiva y Shakti energías de operativa en su nivel particular de manifestación.

The Shiva es el funcionamiento actual hacia arriba a través de la columna vertebral o Sushumna y la energía Shakti es la corriente horizontal a través del cual viaja, formando las diferentes lotos de los chakras. Juntos forman una espiral de fuerzas. Ambas fuerzas son necesarias para crear este movimiento dinámico.

La experiencia de la linga de Shiva en la meditación yóguica es una experiencia de un pilar de luz, la energía, la paz y la eternidad, expandir la mente, abriendo el ojo interior y traer paz profunda y firmeza al corazón. 


Desde la irradiación de olas, corrientes, círculos y remolinos de Shakti a la difusión de esta gracia, el amor y la sabiduría para todos. Para concentrar nuestra atención en la lingam es una de las mejores formas de meditación, calmando la mente y ponernos en contacto con nuestro ser interior y testigo más allá de toda la agitación y la tristeza del mundo.

En la curación ayurvédica, la creación de la lingam Prana o concentración de Prana en un nivel sutil es lo que permite la curación profunda y rejuvenecimiento de ocurrir. 

En la astrología védica, el lingam de Shiva representa el poder de la luz detrás del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas. En Vastu Shastra, el linga de Shiva se utiliza para estabilizar la energía espiritual y vital, como un conducto de las fuerzas cósmicas.



Para entender los últimos secretos de la vida hay que ser capaz de mirar a los poderes primordiales de la existencia, incluyendo las necesidades de sexo y comida, según sus conexiones más amplias e implicaciones universales. 

La sexualidad humana es sólo una de las muchas manifestaciones de las fuerzas cósmicas de la dualidad, reflejo de una sexualidad  de orden divino por así decirlo, que trasciende toda la existencia de la criatura.

Tenemos que aprender a ver la energía cósmica detrás de la sexualidad humana en lugar de tratar de reducir las polaridades espirituales a nuestras propias inclinaciones físicas y emocionales. 





Este es otro aspecto del Yoga en el que tenemos que mirar más allá de la psicología humana hacia la conciencia universal.

Hay que pensar en el matrimonio, pero allá arriba, para que del mismo modo que "ES arriba entonces sea abajo". Esta es la nueva filosofía, la nueva comprensión.

Si vamos a la salida del sol por la mañana, es porque el sol es un centro, el centro de nuestro sistema solar, y mirándolo nos dirigimos hacia nuestro propio centro. En el equilibrio de polaridades y el encuentro entre ellas el Sol y la Luna se besan en el centro, dónde la boca muerde a la cola y de la Totalidad Emerge el Círculo, la Perfección, El Ser Unificado.





Om-Namah-Shivaya



Adaptación desde el texto de Omraam M. Aivanhov: 
El matrimonio, Símbolo Universal. El hombre y la Naturaleza.
y otras informaciones.