"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

sábado, 30 de marzo de 2013

El Shri Yantra, la unión de los aspectos femenino y masculino de la divinidad




El yantra es uno de los emblemas más poderosos dentro de la simbología sagrada del Feng Shui. 

Proviene de la filosofía hindú en consecuencia es uno de los amuletos protectores más antiguos dentro de la amplia experiencia mística de la humanidad. 


Su nombre proviene de la palabra en sanscrito Yan que significa: 
concebir o traer luz al mundo. 


Éste actúa dentro de tu vida como una luz que te muestra el camino correcto para alcanzar tus propósitos. De esta forma se expresa el concepto del primer Yantra que existió y que cuenta la leyenda fue entregada por el mismo Shiva, dios hindú de la destrucción y la renovación, a un conjunto de sacerdotes que vivían como ermitaños en las montañas renunciando completamente a los apegos y deseos mundanos. 

Esta comunidad recibía el nombre de Rishis y fueron bendecidos con este regalo debido a su esfuerzo y constancia. Luego de recibir tal don, ellos decidieron entregárselo a los sacerdotes brahamánicos para que estos resguardaran dicha sabiduría. 

El yantra es un diagrama místico que consiste en una conjugación perfectamente simétrica de las formas geométricas básicas. Una de las lecciones más importantes que se obtiene de este diagrama místico es que todo lo que en la creación existe habita en equilibrio, un principio fundamental que también el Feng Shui promueve con el fin de ayudarte a conseguir una vida armoniosa y feliz. 


La realización de estos símbolos es un proceso de meditación en donde el practicante se concentra en los conceptos y por medio de estos crea la forma. Principalmente se usan líneas y formas básicas como el triángulo para dibujarlo, sin embargo, es común encontrar dentro de los diagramas más complejos figuras de dioses hindúes, dzambhalas o la flor de loto. 








También dentro de los más modernos podemos encontrar: el ojo que todo lo ve, la pirámide trunca, representaciones del Ying Yang e incluso billetes de diferentes países. El yantra más antiguo y el más importante entre todos los que existen es denominado Sri Yantra. 

Éste conserva en su interior la verdad absoluta con la que los seres sintientes pueden liberarse para siempre del eterno ciclo de reencarnaciones. Luego de haber sido creado, su sabiduría fue celosamente resguardada hasta que Vijak Kumar Gupta, doctor en filosofía, logró acceder a ella y copió en láminas de metal los diferentes símbolos. 






Sin embargo hoy los símbolos originales sólo se pueden ver sí se obtiene el permiso del supremo maestro del templo. También una amplia cantidad de monasterios budistas aprendieron esta meditación y diseñan sus propios yantras. 

En la actualidad son muchos los diseños que se han desarrollado bajo los principios geométricos que definen está práctica. Muchas de estas representaciones modernas sirven para activar las diferentes suertes que son deseadas por los seres humanos. Es así como nacen los yantras para activar dinero, protección, sabiduría o amor. Cada uno de estos se coloca en una coordenada específica dependiendo de lo que quieras obtener en tu vida. 

El yantra antiguo, que posee signos hindúes, debe ser colocado en el Noreste, pues te conecta con la energía de la sabiduría. El yantra con signos duales, parejas y corazones, que generalmente son los más modernos, debes situarlos en el Suroeste para tu pareja perfecta. 

Mientras que aquellos que poseen representaciones de billetes son para conectar tu prosperidad y por lo tanto se ubican en el Sureste. 

Sí lo prefieres, para activar la fuerza de protección del universo directamente en tu cuerpo, puedes llevarlo cerca de tu corazón. De esta forma éste será un vínculo que conecte en equilibrio dentro de tu vida las fuerzas del cielo y de la tierra.


El sri yantra o  Sri-antara, es el mandala más importante de la tradición hindú, que explica la creación a partir de la unión de los aspectos femenino y masculino de la divinidad.


Traducción de un extracto del libro de Ajit Mookerjee y Madhu Khann, “The Tantric Way”, Thames and Hudson, Londres, 1977:


El Sri Yantra, que es el más célebre de todos ellos, sirve para la proyección de un fragmento filosófico muy importante dentro del pensamiento tántrico. La fecha exacta de su concepción y de su construcción es difícil de determinar, lo que parece seguro es su gran antigüedad y que se ha venido transmitiendo a lo largo de los siglos.


La figura del Sri Yantra está formada por el encuentro de nueve triángulos; de entre ellos, cinco tienen su vértice hacia abajo y representan a Sakti, el aspecto femenino de la divinidad, y los otros cuatro, con el vértice hacia arriba, representan a Siva, el aspecto masculino. El conjunto se articula alrededor del bindu, el punto central que es el origen de toda manifestación. Dado que está compuesto por nueve (nava) triángulos (yoni), se le denomina también Navayoni Chakra, la rueda de los nueve triángulos.

El Sri Yantra, es un modelo que simboliza la forma y el poder propios de Sakti, así como las diversas etapas de su manifestación, es decir: de la creación, del universo. Y, como la propia creación, el Sri Yantra nace bajo el impulso del deseo primordial. Este impulso (kamakala) surgido de la naturaleza de Prakriti, crea una vibración (spanda) que resuena como un sonido (nada).
La manifestación se representa por un punto llamado bindu. En la primera etapa de la manifestación, a este punto se le llama para bindu, es el núcleo de energía concentrada, el germen del sonido último, y representa los aspectos dinámicos y estáticos de lo masculino y lo femenino (Siva y Sakti), unidos en uno. Contiene todas las potencialidades del devenir.

Cuando la creación comienza, este punto se transforma en apara bindu: “El punto esencial en medio del yantra es la Sakti suprema, que crece y toma la forma de un triángulo” (Kamakalavilasa). 



El punto recibe un rayo y en su seno se opera la polarización de Siva y Sakti, las energías dinámicas y estáticas comienzan a relacionarse y los dos puntos suplementarios emergen, para formar una tríada: el triángulo primordial, llamado mula-trikona. 




Estos puntos se representan por unas sílabas sánscritas y las tres vibraciones básicas de la pronunciación de estas sílabas emanan de un único sonido primordial. 


El triángulo hacia abajo representa el modelo de la primera forma del deseo original (el yoni, imagen del sexo femenino), en el proceso creador. Simboliza el principio dinámico de la creación. El elemento estático predomina en el para bindu, que representa el elemento masculino. Toda la creación proviene de estos dos principios, el punto y el triángulo, y de la felicidad de su unión. 



Así se dice que: “el Sri Yantra es el cuerpo de Siva y Sakti”








Así mismo, el triángulo primordial representa las tres cualidades de Sakti: la joven, la bella, la terrorífica; así como el triple proceso de: creación, preservación y disolución.


“Hay una hermandad de tántricos que espera la hora de su nacimiento. Esta hermandad despertará cuando se aproxime el final de la era de Kali. Al reconocer el poderoso Principio Femenino de la vida, la Hermandad del tantra transformará este mundo corrompido. Luego, en el momento estático en que una Edad se cambie por la siguiente, los fieles seguidores de la senda generosa alcanzarán su meta”.

Kaula Tantra
(Extraído de “Secretos sexuales, la Alquimia del Éxtasis” de Nik Douglas y Penny Slinger Lee).

viernes, 29 de marzo de 2013

Simplemente "han comenzado" a recordar





CARTA A LOS MAESTROS DE LA LUZ
Comando Ashtar a través de Keshavananda
6 de febrero del 2013


Queridos maestros de la luz,


Todos estos cientos y miles de personas interconectadas en estos grupos de Facebook, de Twitter o de tantas otras redes similares a lo ancho de todo el planeta configuran el cuerpo de los "servidores de la luz", o los maestros de la luz, aquellos seres que han comenzado a despertar a su compromiso con el Espíritu aquí en la Tierra. Ya hemos comentado en escritos anteriores como realmente todos los seres en el Universo son servidores de la luz, pues la Luz es el Espíritu, lo único Real. Cuando hablamos y nos dirigimos a los "servidores de la luz", o a los maestros, simplemente nos referimos a aquellos seres que han comenzado a "recordar". Los demás seres "dormidos" también son Dios, pero no han comenzado todavía ni a recordarlo.


Enfatizamos el término "comenzado", pues la mayoría de los que llamamos servidores de la luz, la mayoría de los maestros de nuestro mundo actual simplemente "han comenzado" a recordar.

Queda todavía un camino a recorrer para que ese "comenzar" se convierta en verdadera Presencia Crística. Y ese camino es el que ahora, tras el solsticio del 21-12-2012 y el comienzo de ese nuevo ciclo galáctico de luz que comenzó (o mejor dicho, que alcanzó su punto culminante) en la alineación con el Sol-Cristos central de nuestra galaxia (Hunab-Kú, le llamaban los Mayas) del 21 de diciembre del 2012, se nos pide recorrer rápida y gloriosamente, pues a partir del equinoccio del 20 de marzo de este 2013 ya no habrá tiempo, y entraremos de lleno en un ciclo acelerado de manifestación de una nueva y cada vez más desconocida realidad de 4ª-5ª dimensión, donde muchos hermanos de nuestro planeta van a necesitar ayuda. Ayuda de seres realmente conectados con su Ser Crístico, seres que hayan dejado ya atrás su "yo personalista", seres que hayan trascendido ese "yo" en el que la humanidad ha vivido por miles de años.

¿Y qué quiere decir "dejar atrás" ese yo personalista? Permítanme darles algunas líneas:

  • Un Ser Crístico no tiene "deseos personales". No va en busca de ellos, no se guía por ellos ni se los exige a los demás. Un Ser Crístico ha curado-sanado-liberado su yo emocional y ya no lo proyecta en el mundo.

  • Un Ser Crístico se ha hecho maestro consciente de sus pensamientos-emociones. Ya no se puede permitir proyectarlos impunemente sobre el mundo y los demás, pues es consciente de ellos. Un Ser Crístico ha alcanzado la maestría de sus pensamientos-emociones y de la "Presencia".

  • Un Ser Crístico no da opiniones ni consejos a los demás. No proyecta su historia personal sobre el mundo y sobre los otros seres. Un Ser Crístico no sana ni cura a nadie, pues esto no es posible en realidad y sólo el ego está interesado en curar y cambiar algo de otros. Un Ser Crístico simplemente "acoge" a los demás tal como son y les pone delante el ejemplo de "otra forma de estar". Todo lo demás no es cosa suya.

  • Un Ser Crístico vive fuera del juicio de cualquiera o de cualquier cosa, así como de sí mismo. Al ser completamente consciente de su naturaleza divina y de la naturaleza de lo que llamamos "realidad", sabe que cualquier juicio no es sino una proyección de sí mismo sobre los demás. De la misma forma, un Ser Crístico tiene exquisito cuidado en no tomar como suyo ningún juicio u opinión de los demás. Sabe que todo lo que oye o ve no son sino sus propias proyecciones y que identificarse con ellas sería calamitosamente caer en el juicio y la limitación de sí mismo.

  • Un Ser Crístico no está interesado en curar el cuerpo. En curar su cuerpo ni el cuerpo de nadie. Por lo tanto, no inventa ni aconseja remedios para curar lo que no necesita curación. Un Ser Crístico está interesado en despertar su Conciencia y en ayudar a que los demás puedan "ver" ese despertar. La sanación del cuerpo viene como añadidura y es una consecuencia del principio cuántico rector, que es la Conciencia. Un Ser Crístico sabe que el cuerpo es creado por la Conciencia, y por lo tanto, no es una causa sino "un efecto", y actúa así congruentemente con ello.

  • Un Ser Crístico sabe que lo que llamamos materia es sólo el efecto ordenador de la Conciencia, del Observador cuántico, que es el principio del Ser, del Espíritu, de Dios, el Principio Rector creando el Universo que percibimos como material. Un Ser Crístico vive, por lo tanto, en un mundo "mágico", fuera de todas las reglas que el mundo ha inventado y acepta como reales e ineludibles.

  • Un Ser Crístico vive fuera del miedo, pues comprende que la "realidad" no es más que su propia creación y no puede por menos que bendecirla. Un Ser Crístico simplemente bendice el mundo y todo lo que le rodea. No lucha contra nada, pues no existen los enemigos fuera de él. Un Ser Crístico sabe que cualquier lucha no es más que una lucha contra sí mismo.

  • Un Ser Crístico vive fuera del tiempo y el espacio. No pertenece al mundo, aunque está profundamente presente en él. Un Ser Crístico está más presente en el mundo que cualquiera, pero su conciencia está más allá del mundo. Y desde ahí, no puede más que bendecir y vivir regocijándose en el Amor que le rodea y camina con él.



Queridos servidores de la luz, ya no es el tiempo de seguir sanando cosas, de seguir sanando la historia personal. Todo eso ya quedó atrás... Ahora es el tiempo del Poder (de la Luz, el Amor y el Poder). El Poder del Espíritu manifestándose a través del canal que tú eres, encarnado en nuestra amada Gaia, la Madre Tierra.

En una siguiente publicación profundizaremos más y expondremos las herramientas de que disponemos para dar este paso definitivo que se nos pide ahora que demos.

Queridos servidores de la Luz, no se nos pide ningún "sacrificio", sólo se nos pide que aceptemos traer ya el Cielo a la Tierra. No en el mundo, SINO EN TI. 

El mundo no tiene que cambiar. Esa es la "gran trampa" de tantos llamados servidores de la luz. No esperes a ver ese cambio afuera, pues es sólo un cambio en ti. Luego lo verás afuera. Tú eres el Observador, el Creador cuántico. Y ahora ya estamos en otra dimensión de la realidad donde eso funciona de manera cada vez más inmediata. Y desde ahí podremos compartirlo con muchos otros seres.

El Cielo simplemente está ya disponible para que podamos hacer "download" (descargarlo). Al estilo de la nueva energía plasmada en ese adelanto de la red de redes que se nos regaló y que los niños (ya mayores) índigo y cristal tan bien han sabido implementar y materializar sobre la Tierra, ese "download" es gratis...

Un feliz "réquiem" por el mantra más repetido por la humanidad en los últimos 10.000 años y que ahora deja completamente de tener significado. El mantra del "yo", que rezaba así: "yo, mí, me, conmigo".

En el Amor y el Servicio,
Keshavananda.
6 de febrero del 2013

Publicado por: Oscar José Salazar



Un Ser Crístico debe ser uno que empieza a sentir el anhelo de Ser él Mismo...

El Ser Humano Completo

y eso es un trabajo de por vida...me conformaría con llegar a Ser 

Todo es lo mismo.




El ser en la dualidad aparente del Universo que es Uno. Sólo aparece múltiple ante nuestra confusión que proviene de ver la realidad exterior, sin tener en cuenta la realidad interior. El huevo como símbolo del Universo, que todo lo contiene en perfecto equilibrio al cual debemos procurar.


"Coloca el huevo delante de tí, al Dios en su comienzo. Y contémplalo. 
E incúbalo con la magia cálida de tu mirada" 










Maat, vibración: sustancia que impregna la existencia.





Cada Generación tiene sus profetas, cada
época se rige por distintos parámetros,
pero lo que permanece inmutable en los
cielos y la tierra es MAAT.

Solo los sabios lo comprenderán.
La verdad y la justicia es la luz.

Solo las almas puras se regocijarán.
La verdad otorga libertad.

Solo los buscadores se alegrarán.
La justicia equilibra el Cosmos.

Solo los despiertos sabrán ver y escuchar.
La luz disipa toda tiniebla del alma.

MAAT es vibración.

El verbo es vibración.

MAAT es mensaje y vibración en UNO.

Si el contenido y la contundencia de su lenguajese modifica
Pierde su vibración y deja de ser MAAT.


MAAT es, la diosa de la verdad y la justicia.



MAAT, es el arquetipo del ORDEN, la VERDAD, 
la JUSTICIA, la LUZ y la ARMONÍA CÓSMICA. 


La hija de RA. 


Es un concepto abstracto de justicia universal, de equilibrio, la luz y la armonía cósmica que deben imperar en el mundo desde el Alfa hasta el Omega.

Ella no tiene comienzo ni fin, ES. Su carácter es dualista, su principio representa la LUZ DE LA VERDAD. Es la fuerza benefactora de la que se nutre el ser. Propiciar el predominio de MAAT en el mundo y en la vida de los seres es obrar por la prosperidad y bienestar, que nacen de los principios de ORDEN, VERDAD Y JUSTICIA.


MAAT es, más que una divinidad, es un principio universal, anterior a los dioses. La clave de MAAT es que desde el principio al fin, desde el ALFA hasta el OMEGA, su sustancia tiene que impregnar a la existencia, para que todo se mantenga en armonía y orden.



MAAT es el alimento espiritual de la existencia, para que EL TODO venza al error. El Universo está amenazado continuamente por poderosos enemigos, servidores del error y la mentira, que promueven de manera insistente el retorno al caos.

La fuerza opuesta a MAAT es ISEFET y su reino es la maldad, el caos, la injusticia, el conflicto, la destrucción, el error, la mentira y la corrupción.

Egipto, la tierra sagrada por excelencia pasó por momentos de desorden caótico, en el que los hombres llegaron a pensar que MAAT había sido vencida por ISEFET.
  

MAAT es invencible.

La custodia de sus secretos es ISIS, tras su velo se halla la repuesta.

La no-comprensión de MAAT es la incapacidad del ser coartado, por el temor y el ego.
La luz de MAAT se manifestó en la densidad, para desde allí buscar el retorno al hogar.


Tú eres la luz de la verdad.


Extraído del Libro de Maat ~ El Legado de Hermes Trimegisto


Gracias a la página amiga: http://lavisiondelcorazon.blogspot.com.es


jueves, 28 de marzo de 2013

Hacia el Ángel Solar







Por V.B Anglada

En nuestra conversación del mes anterior nos referimos concretamente a los triángulos cósmicos que inspiraron el proceso de la iniciación. Vimos así, en un rápido bosquejo, ideas que antaño pertenecían al entrenamiento iniciático de los discípulos del mundo y aquellos que estaban preparados para dar el salto que va del 4º Reino al 5º Reino de la Naturaleza, que va del Reino Humano al Reino de los Cielos. 

Asistimos así a la creación de nuestro Sistema Solar, con aquellas grandes conjunciones magnéticas que propiciaron el aspecto nacimiento de una gran Entidad psicológica perteneciente a la gran cadena de Sirio. Vimos después, siguiendo el hilo de estos grandes triángulos iniciáticos de nuestro Sistema Solar, cómo y de qué manera un triángulo constituido por ciertas definidas constelaciones como son la constelación de Sagitario, de Géminis y de Cáncer, que dieron la oportunidad de manifestación física de nuestro Logos planetario a través de aquella Entidad esotéricamente conocida como SANAT KUMARA, proveniente del esquema venusiano, es decir, de la cadena de Venus. 

Después asistimos al nacimiento del Reino Humano como tal, y entendiendo por Reino Humano al hombre-animal de aquellos tiempos, hace unos veinte millones de años, en que había conseguido un cuerpo físico de tremendas proporciones porque tenía que luchar contra un ambiente hostil y adverso de proporciones para las cuales nuestra mente no está capacitada para su comprensión. Y, una conjunción similar a la anterior, por medio del planeta Júpiter, Mercurio y Venus, propició una respuesta desde el Corazón Místico del Sol, tal como esotéricamente se dice, que dio como consecuencia la venida de los Ángeles Solares, aquellos que la tradición, la leyenda del más acendrado misticismo, nombra o denomina los Prometeos del Cosmos. 

Así que la bella leyenda de Prometeo, de aquel hijo de dioses, que apiadado de la oscuridad con que viven los hijos de los hombres, aprovecha el sueño de Júpiter, su padre –todo esto es simbólico–, para robarle el fuego creador y la luz para llevarla a los hombres de la Tierra que viven en la ignorancia y que viven en las tinieblas, y fruto de ello es el tremendo castigo que Júpiter impone a su hijo Prometeo, encadenándole a una roca en el espacio, siendo sus entrañas picoteadas por los buitres. Las entrañas, como ustedes saben, constituyen el aspecto conflictivo de la humanidad por cuanto tiene relación con el plexo solar, que es donde está luchando actualmente toda la humanidad. 

Bien, entonces, siguiendo la derivación de esos triángulos, quizás sería útil también interpretar el valor del triángulo cósmico constituido por tres grandes Entidades que están actualmente canalizando las energías de la Constelación de Acuario. Estos excelsos seres son: el Avatar de Síntesis, conectado con la Constelación de la Osa Mayor; tiene relación también con el Espíritu de la Paz, un excelso Ser psicológico que está tratando de llevarle a la Tierra las energías que proceden de Sirio; y tenemos también al Señor Buda, que está tratando de llevarle a la humanidad las energías que proceden del Gran Centro Planetario de SHAMBALLA, en el desierto de Gobi. 

En el centro de este triángulo se halla, como siempre, la legendaria imagen de Cristo, aquel que en los lenguajes orientales se denomina el Señor Maitreya, pero que cíclicamente reencarna para llevarles a los hombres, cual otro Prometeo, la luz y el amor que existen en el Corazón del Logos solar.

...Entonces, ustedes también se preguntarán, cómo y de qué manera podemos ser conscientes del Prometeo que está dormido en el corazón del hombre. Yo les diría que la humanidad está pasando ahora por una gran crisis iniciática que debe conducirle al umbral del 5º Reino de la Naturaleza, y que esta crisis forzosamente tiene que producir grandes dificultades en el orden espiritual y también en el aspecto psicológico. 

Todo cuanto existe por doquier es una obra dentro de la cual siempre se ve una imagen de Prometeo, si se nos dice que Dios está en todas las cosas, este Dios está latente en el corazón del átomo como está latiendo en el corazón de la más esplendente de las galaxias

Solamente es la conciencia que cada cual hace de la forma que le envuelve lo que dificulta su apreciación del Cosmos, y si les hablo, precisamente, de abrir la mente al Cosmos, es para evitar el proceso de cristalización al cual está expuesta la humanidad siguiendo las líneas de mínima resistencia de lo tradicional o de lo arcaico o de aquellos valores trascendidos. 

Nuestra mente está capacitada para crear, entonces, sólo falta restituirle a nuestra vida psicológica aquella luz que en el principio de los tiempos, en el principio de nuestra vida como entidad de Reino, debemos conquistar. 

Así, que toda la problemática social se halla circunscrita en la relación que podemos establecer conscientemente con el Prometeo que, según se nos dice, es el Ángel Solar, al cual nos hemos referido anteriormente. 


...El proceso normal y real del espíritu se inicia con el contacto que puede establecer nuestra entidad psicológica humana, constituida por una mente, por una sensibilidad emocional, y por un cuerpo físico, con esta entidad que llamamos el Ángel Solar. 





Ustedes saben que la representación de la estrella de cinco puntas es el símbolo de Cristo en la Nueva Era, los valores fundamentales del espíritu están siempre depositados en manos de los grandes Maestros que están viviendo dentro del 5º Reino y están tratando de aproximar a todas aquellas unidades de conciencia de la humanidad que den el esfuerzo requerido dentro de su naturaleza psicológica y que vivan en armonía con los demás.

Entonces, el primer paso para la conquista de Prometeo es el equilibrio de valores psicológicos... Si estamos realmente interesados en mejorar el ambiente social tendremos que mejorar nosotros esencialmente. 


¿Por qué no podemos creer en milagros? 

Porque el milagro no existe, solamente existe un esfuerzo del ser humano buscando un arquetipo, una superación, una perfección, y es este gigantesco esfuerzo 
del hombre buscando el arquetipo de perfección 
lo que hace que el ambiente social tenga otro valor 
desde el punto de vista de la ética y de la moral.

Ese es el verdadero milagro...


...Y es esta realidad, es este placer de lo intuitivo, es esta fuerza impelente del espíritu lo que hace que realmente podamos establecer un nexo de unión entre la pequeña personalidad integrada dentro de los factores mentales, emocionales y físicos, y que pueda ascender a la búsqueda del Ángel Solar, y esto lo hacemos siempre que estemos atentos, siempre que estemos investigando, siempre que estemos de acuerdo con la ley, siempre que estemos buscando realmente aquel arquetipo que sabemos existe en una desconocida parte de nosotros mismos.


...Desde el momento en que ustedes están plenamente atentos y apercibidos al proceso que se está estructurando a su inmediato alrededor y le prestan todo el calor de su vida, están definiendo sus Rayos de actividad, por el poder de la magia de la palabra, cada vez que formalizamos de forma técnica una explicación más o menos técnica de los Rayos, estamos adentrándonos, vía antakarana, este hilo de luz que nos conecta con el Ángel Solar, estamos adentrándonos ya por la línea de nuestros Rayos, y cuando hablamos de sendero estamos hablando de la línea de nuestro propio Rayo, y siempre he tenido interés en repetir, y no me cansaré nunca de hacerlo, de que no se pueden dar técnicas generales de entrenamiento espiritual a todas las personas, que cada persona es un caso, como cada enfermo clínicamente es un caso, biológicamente hablando.

De ahí que existe el peligro de regresión cuando cualquier tipo de persona no ha deducido de sí mismo el sendero que debe llevarle a la vida espiritual del Ángel Solar, (y) se puede fácilmente desviar, entonces, ¿qué es lo que ocurre?, existe una fragmentación del propósito, la persona llega a persuadirse de que para él no existe el sendero y está prácticamente incapacitado para la lucha por los valores eternos del espíritu.

Pero existe para todo ser nacido, y para todo hombre inteligente y mujer de buena voluntad, un sendero único que es el sendero de la atención formidable, depositada esta atención en los valores actuantes de la vida, y esta atención es la que nutre la psicología del ser con el matiz de lo espiritual porque sin darse cuenta está creando el sendero, el sendero que lo va apartando de la masa y lo hace cada vez más singular, más individual, cuidado no digo individualista, digo individual en el sentido de lo singular.

Está integrando los valores de la mente y de la emoción y del cuerpo de tal manera que esos Rayos funcionan de una manera sincrónica y armoniosa, y resulta en este momento que el individuo está hallando por propia iniciativa, y sin cuidado aparte alguno de elemento externo, cuál es su verdadera línea de Rayo. 



¿Qué es lo que ocurre precisamente cuando estamos interesados en cualquier problema, en cualquier situación? Cuando toda nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad están depositados en cualquier momento del tiempo existe una solución de tipo inmediato, porque la solución es que el observador y lo observado se constituyen en un solo ser. Cuando se constituye este solo ser entre muchas personas existe paz individual y paz social, ¿verdad?


...Entonces, no vamos a hablar del ángel como de un recreo mental o como un estímulo de nuestro intelecto, estamos hablando del Ángel Solar como una gran y profunda responsabilidad del ser humano que ha visto, aunque sea siquiera en una débil medida, aquella luz que debe transformarnos en Prometeos. Ahí está el proceso y ahí está también la gran aventura de la conciencia, ahí está también el gran desafío para el hombre inteligente de nuestra era, de esta era de oportunidades que todos estamos viviendo.


Es decir, que el paso de la evolución, lo que debe convertir al ser humano en una entidad divina es el antakarana, este hilo luminoso que arranca del corazón y de la mente del hombre y que converge en la mente y el corazón del Ángel Solar, estableciéndose así una línea vinculativa de valores psicológicos que hace que lo inmanente se convierta en trascendente, y también que la fuerza de lo trascendente se pueda manifestar a través de lo inmanente

Cuando psicológicamente se nos habla ya del Yo trascendente es que dentro de la psicología se empieza ya a demostrarse esta fuerza superior del espíritu que trata de ser consciente en el hombre.




Ha llegado el momento en que se debe realizar una fusión de voluntades, esa voluntad dispersa que es el hombre cuya misión es centralizar sus actitudes o sus líneas típicas de Rayo para convertirse en un ser integrado o la integración de un proceso de sus mecanismos de trabajo para llegar a remontar su vida dentro de la vida del Ángel Solar, y este Ángel Solar, este Yo trascendente del cual empieza ahora a ocuparse la ciencia psicológica, es la esperanza para un mundo mejor.


No se trata de vanas teorías, se trata de que cada uno de nosotros tenemos dentro de nuestro corazón la fuerza misteriosa de este Ángel, y cuando se nos dice ocultamente, místicamente, “Cristo en ti, esperanza de gloria” se está refiriendo siempre a esta entidad intermediaria entre el hombre y la propia divinidad, y cuando esto ya es un hecho, cuando el hombre ha ascendido por la ruta de traslación, revelando secreto tras secreto y consiguiendo la revelación de misterio tras misterio:


Podemos decir entonces que se está realizando 
en la vida un milagro, 
y ese milagro es el milagro de orden 
para este siglo de caos. 



Un orden, un equilibrio y una armonía
 que todos tenemos el deber de establecer en la Tierra. 





Conferencia: Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, 11 de junio de 1977


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martes, 26 de marzo de 2013

El Quinto Sol: La Androginía del Ávatar



"Sed sabios como serpientes y sencillos como palomas".


Este adagio, atribuido a Jesús, podría ser uno de sólo tres líneas en el Nuevo Testamento, que reflejan algunas auténticas visiones gnósticas.

Los otros dos serían: 

"Vosotros conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", y
 "Si tienes un solo ojo, todo tu cuerpo estará lleno de luz".


Estas tres líneas hablan sobre el mismo tema: las facultades paranormales (siddhis) de aquellos que dominan el poder de la serpiente, el kundalini. He argumentado extensivamente que el gnostikoi de los Misterios Paganos fueron adeptos del kundalini.

Ellos no controlaban el poder de la serpiente - nadie lo hace - pero se permitieron ser canales flexibles para ello. Dominaron sus efectos mediante el logro de estados de concentración constantes, libres de alucinaciones. Este tipo de concentración, lograda al estar de pie con los ojos abiertos, es un requisito para observar la de la Luz Orgánica.

Uno de los efectos de este sublime encuentro es un sentimiento de exquisita ternura, de infinita suavidad, ya que la luminosidad de la sustancia primaria del cuerpo de Sophía es suave. 

La Luz Orgánica tiene una textura comparable al malavisco (que yo originalmente había considerado llamarlo Luz Mallow, o Luz Suave, y lo llamamos así en ciertos escritos sobre biofísicas de Gaia.) 

Siendo testigos de que la Luz nos hace "suaves como palomas." Otro efecto es que usted ve la verdad, no está limitado a entenderla solamente. En la antigüedad, cuando las convenciones culturales y literarias seguían el ejemplo educativo de la telestai, los maestros de la Escuela de Misterios, la palabra griega aletheia, era usada para referirse tanto "verdad" como "realidad".

Esta es la norma en algunos escritos gnósticos, y el mismo sentido se produce en Platón. Lo que en última instancia es la verdad, es la realidad misma. Sólo la Verdad es real. 

Contemplando la Luz Orgánica, "conoceréis la verdad y la verdad os hará libres", porque en la omnipresente suave luminosidad uno ve la Semejanza, el Vacío primordial, que es Shunyata, no el vacío, sino una plenitud, un pleno auto-radiante en el cual la verdad de todo posible pensamiento, emoción y percepción pura y suprema alcanza la madurez, y llega a ella...

"La madurez es todo", dijo Goethe, él, quien solía contemplar la naturaleza "intensamente" para observar lo que sucede dentro de los sentidos, y no sólo lo que los sentidos presentan como producto externo, como un producto terminado. 

La Luz Orgánica es rica en contenido: un pozo de información viva, una fuente ilimitada de inteligencia, auto-articulante. Las tradiciones asiáticas llaman a la realización que brinda sabija samadhi", "concentración perfecta con semilla", en contraste con nirbija samadhi", "concentración sin semilla". 

En El Manual del buscador - The Seeker's Handbook (1991), se explica que lo primero es no saber nada a través de conocer todo, y la segundo es saber todo a través de no saber nada. 

Estas cuestiones serían - serán - asuntos rutinarios para el partido de Xolotl, los técnicos de lo sagrado que se mueven furtivamente entre las tribus del final de los tiempos. Ellos son técnicos. Pero a menudo pueden aparecer como poetas, novelistas, bailarines, músicos, herbolarios, físico-culturistas, trabajadores de la piedra, cuidadores de animales, y simples artesanos que no están abiertos a revelar su estado de adeptos. 

Hay un aspecto de arlequín en cuanto a los guías con cabeza de perro del final de los tiempos, aunque algunos de ellos son sombríos, con tendencias a vestirse de negro y usar plata y adornos de coral, como Silvio Manuel. Algunos de ellos se sientan modestamente a un lado, sonriendo en la oscuridad. Xólotl tiene cabeza de perro, porque en la jerga oculta, ese animal representa la clariaudiencia, la audición en las frecuencias caninas. 

El partido de Xólotl tiene diversas facultades ocultas, pero más notablemente la capacidad de escuchar sub-vocalmente - escuchar y transmitir.

El dibujo de Jean Delville de Parsifal fue hecho alrededor de 1885 en el apogeo del Renacimiento de lo Oculto en Europa. 

Delville estaba asociado con los movimientos artísticos del "20" y la Rosa + Cruz (Croix), impregnados de esoterismo. En esta imagen estilizada arriba, él muestra el secreto de la clariaudiencia con cabeza de perro: los tubos eustacianos, columnas de aire que funcionan como antenas para mediar en frecuencias más allá del rango de audición normal. El autor muestra las columnas disparando hacia abajo desde los oídos de Parsifal, y alrededor de la cabeza, los cuernos de la clarividencia, otro conjunto de antenas pero receptivas a la luz en vez del sonido, en particular la suave, Luz Lunar Orgánica.

Delville quería representar a Parsifal como el ejemplo del iniciado entrenado y capaz de enviar y recibir clarividente y clariaudientemente.

Podía también haber estado representando a uno del equipo de Xólotl. La corriente de la serpiente en la columna vertebral se dobla como un helecho, cayendo dentro de un nudo de tres horquillas de fuego caliente en el chakra del soma, un centro psicosomático que está por debajo del corazón, conocido sólo por los siddhas y excluido del modelo habitual de los chakras. Delville lo representa simbólicamente con la letra hebrea Shin, "fuego divino". 

El partido de Xólotl pudiera parecer frío, distante y austero, llegando, incluso, a ser amenazante. 

Pero conocer a estos magos íntimamente es tocar el candor secreto (calor) que ellos encarnan, con inflexión en estilo y finura sexual erótica. Las serpientes de la sabiduría se mueven entre las tribus del final de los tiempos, como - bueno, como suaves y plumosas serpientes. Se deslizan entre categorías y términos, evadiendo y debilitando y saboteando códigos culturales, pero son claros y explícitos en su sintaxis. 

Su musa es el lenguaje mismo, la prostituta consumada y el metamorfo final. 




Quetzalcoatl tiene dos hermanos.de ellos es el chamán de la competencia, Tezcatlipoca, Señor del Espejo Humeante.El otro es su hermano gemelo Xólotl.

La estatuaria azteca representa a las dos deidades, Quetzalcoatl y Xolotl, espalda con espalda, unidos en una sola entidad con el rostro de Jano.

La vasta emergencia espiritual a la cual deberá someterse la especie humana en un número cada vez mayor, con desastres naturales, violencia social, y una absoluta locura en escalada hasta 2012 y después, abrirá los sellos de las facultades paranormales y romperá las compuertas de la realidad no-ordinaria .

A medida que el mundo que han hecho los seres humanos se deshace en convulsiones de fuego e inundaciones, surgirá nuevamente el mundo, pero por primera vez dentro de la percepción humana, porque viendo el venir el Siguiente Mundo con traumática extrapolación traumática de los sentidos hacia una realidad no-ordinaria, en el momento mismo en el que observamos la destrucción del mundo existente.

El fin de los tiempos 2012 traerá la destrucción física a una escala inimaginable - esto no es una profecía, sino una inferencia de sentido común, basada en hechos observables y datos, tales como la tasa de derretimiento del hielo de la plataforma de Groenlandia (retroalimentación distrópica). Implica un cambio total de imagen del planeta en paralelo con un despertar visionario y la sumersión a estados alterados y percepción paranormal, un cambio a una anomalía evolutiva y magia chamánica.

La escala de la ley natural será invertida: en lugar de que la supervivencia dependa de la conformidad de cada uno a una realidad consensuada, dependerá de algunos individuos entrando y navegando en los reinos de la realidad no-ordinaria.





Por Rubén Lombida y Frank Díaz
Tomado de "Ensayos sobre la Naturaleza del Avatar"




En los últimos estudios relativos al pensamiento tolteca, se apunta a revindicar la figura de Quetzalcoatl, núcleo de la Toltequidad, como imagen arquetípica proveniente de la misma región de la conciencia humana de donde vienen sus homólogos en otras culturas. 

La imagen arquetípica, en este caso, es la del Mesías o Avatar, el fenómeno cíclico de la manifestación divina por medio de la encarnación en el cuerpo de un ser humano.

El presente artículo está dedicado a Quetzalcoatl, el Avatar por excelencia de las tierras americanas, examinando varios aspectos de su condición avatárica, en especial, la androginia. Para eso, empezaré refiriéndome brevemente al fenómeno avatárico en sus características más esenciales, para luego centrarme en la androginia como ejemplo de la condición avatárica de Quetzalcoatl.


El Avatar

La historia de las religiones está sujeta a la aparición de Avatares o Mesías que inician un nuevo paradigma religioso, desplazando o depurando los ya existentes, a fin de actualizar el camino del hombre a lo divino. 

En la generalidad de los casos, el Avatar es un ser humano que, en virtud de un esfuerzo personal trascendente, sintoniza a cabalidad la esencia energética y numinosa de nuestro género y se transforma, por tanto, en un vehículo carnal de lo Divino accesible al ser humano. 

A partir de ese momento y gradualmente, durante el proceso de avatarización, las circunstancias de su vida “normal” adquieren significados (anteriormente en estado germinal) que colindan, cada vez más, con lo mítico y lo arquetípico.

A medida que el individuo común encarna al Avatar, los hechos de su existencia personal se recombinan en un patrón de sentido que resuena con ciclos de cumplimiento cósmico que le confieren la condición de “elegido”, para canalizar lo divino en términos humanos. 




A su vez, el Mesías, al asumir la condición de “elegido”, se somete al empuje evolutivo que emana de la fuente de Todo, y el sentido de su viaje a lo divino se revierte, de tal suerte, que arriba a un umbral tras el cual lo numinoso avanza hacia él y lo inunda, anulando toda huella de su (anterior) existencia terrena.

En este punto se consuma la encarnación y el Mesías alcanza el estado de “hijo de dios”, semilla divina recién germinada que contiene, en el comprimido ser carnal que aparenta ser, todo el cúmulo de las posibilidades humanas. 

En tal condición, cada uno de los atributos que posee (nombres, historia, hechos) simbolizan y rastrean constantemente todo el conjunto de eventos cosmológicos y leyes universales que atañen al hombre y su entorno, en tanto organismo y como ser luminoso. 

Estos atributos, que van gradando y permutándose en varios niveles de abstracción, son en sí mismos claves para alcanzar los medios ocultos en la conciencia humana, para que cada hombre o mujer se transforme en émulo del Avatar.

El fenómeno avatárico es, pues, el alfa-omega de la aspiración religiosa, y el punto de partida y referencial para que el humano opte por trascenderse y alinearse con lo divino.


El Andrógino

Todas las religiones tuvieron como inicio la germinación avatárica en la figura de un individuo que, de manera parcial o total, encarnó la divinidad y se constituyó en guía para promover la fe en los otros. 

Los iniciadores de religiones (entendido el término religión como el sincero esfuerzo por la plenitud, y no la degradación de lo divino en términos profanos que caracteriza a sectas y religiones oficiales, que solo tratan con las alternativas humanas por medio de códigos morales, con poco o ningún respaldo en el impulso trasgresor y trascendente de nuestras posibilidades), tanto los conocidos como los desconocidos, fueron vectores del fenómeno avatárico y, como tal, ejemplo de la perfección como proceso de divinización progresiva.


Uno de los atributos que caracterizan al humano elevado a Mesías es la androginia. 





La doctrina del andrógino o hermafrodita afirma que el cuerpo físico del Avatar, de naturaleza masculina, es solo la mitad de su ser. La otra mitad, de naturaleza femenina, permanece oculta al ojo profano y sólo se hace patente a quienes, venciendo los retos de la iniciación mistérica, encarnan el proceso avatárico. 

Algunos historiadores de la religión intentan entender esta creencia como el producto de la observación que hicieron los antiguos del ocasional nacimiento de niños con doble sexualidad. Sin embargo, el mito del andrógino es de tal manera sugerente, y refleja de un modo tan fiel, no sólo la aspiración trascendental que nos caracteriza como humanos, sino también los pasos para encauzarla, que podemos considerarlo sin exageración la esencia del pensamiento religioso universal.


La androginia es el estado que define la transición hacia la Totalidad. 


Consiste en la reducción de lo diverso a una dualidad de dos polos opuestos que, finalmente, se completan en el Uno. El andrógino contiene en sí los principios polares masculino y femenino en una síntesis copular que es producto de haber llevado las fuerzas generativas (representadas por la energía sexual) más allá de su ordinario estado de esencia parcial que precisa de su opuesto para completarse.

Es en el ámbito sexual donde más se observan la restricción dual a que están sometidas las fuerzas generativas en su estado ordinario. Dos seres de sexo opuesto deben unirse para generar un tercero que, a su vez, también será de uno u otro sexo. De este modo, la anulación de la dualidad en lo uno es solo temporal, y siempre externa a los seres implicados. 

Por el contrario, el andrógino produce dentro de sí la unión bisexual que solo tiene a la unicidad como resultado.







El andrógino es un ser humano evolucionado 
que, para ser vector de la divinidad, 
sintetiza sus dualidades internas
 mediante una cópula alquímica 
que tiene como resultado un nuevo ser: 

El mismo. 


Este nuevo ser es la fusión de los dos reinos de percepción accesibles al hombre (lo conocido y lo desconocido) en un estado de conciencia única y global desde el que se alcanza todo lo que puede atestiguar el humano como especie. Otra definición de Mesías o Avatar sería, entonces, la de un ser que reduce todas sus fuerzas constituyentes a una polaridad que luego se expande a lo Uno, a la totalidad de sí mismo. Es cuando alcanza esa totalidad, que el Mesías consuma la manifestación de la Divinidad.



Los andróginos civilizadores

En algunas religiones, la creencia en la doble naturaleza del Avatar es directa. 


Por ejemplo, el mito griego habla de la búsqueda que realizó el Avatar Hermes de su media naranja, la cual sólo se completó cuando se fundió en un abrazo con Afrodita, la diosa del amor, alcanzando ambos, de ese modo, un nuevo estado de existencia llamado Hermafroditas.

En otras religiones, el hermafroditismo se enmascara tras diversas metáforas, ya que se le considera un acto de trasgresión a los dictados de la Naturaleza. Generalmente, el tema utilizado es el de la relación entre dos hermanos - con frecuencia gemelos - los cuales, al proceder de un mismo útero, son en esencia una sola persona. 

Uno de esos casos tiene lugar en el panteón egipcio, basado en el culto al Avatar Osiris y la virgen madre Isis. A fin de acentuar la íntima relación entre ambos, el mito no sólo los une en matrimonio, sino que también afirma que eran hermanos, creencia que dio origen a la institución matrimonial de los faraones.

En el mito cristiano, Isis se transforma en Isabel y, posteriormente, en María, la madre de Jesús. A fin de evitar el incesto con su propia madre (algo horrible para la mentalidad judía), la androginia se transfiere a Santiago, el gemelo de Jesús, mientras que la feminidad, como tema específico, se transfiere a Juan, su discípulo amado. Aún antes de que tomaran forma estas creencias, Jesús aludió al proceso en términos abstractos, al decir: "Se unirá el hombre a su mujer y ambos vendrán a ser una sola carne... Cuando seáis capaces de hacer de dos, uno, y de lo interior, lo exterior, y cuando consigáis unir lo masculino con lo femenino, de modo que el macho deje de serlo y la hembra también, entonces podréis entrar (al Reino)".


Las creencias de la India también bordean el tema andrógino, pues su Avatar, Krishna, se manifiesta en intima relación con una joven llamada Radha, conformando entre ambos el concepto teológico de Radakrishna. 


Cabe destacar que Radha no es la esposa oficial de Krishna, sino su amante; de este modo, la teología hindú sortea el escabroso asunto del incesto entre hermanos, al transferir la trasgresión implícita en el hermafroditismo a un tabú menos fuerte: la relación entre amantes clandestinos.

Otra aparición velada del mito andrógino tiene lugar en el budismo tibetano, basado en el doble pontificado del Dalai y el Trashi Lama. El primero representa la cara del budismo, su aspecto masculino, solar y exterior, razón por la cual se le conoce internacionalmente. El segundo, en cambio, permanece casi escondido, ejerciendo una autoridad exclusivamente espiritual. La doctrina budista asume en forma explícita la androginia de Buda a través de su advocación Avalokitesvara, el Señor de la Compasión, quien, en la tradición china, se transforma directamente en una deidad femenina, Kwan Yin.



La doctrina reaparece al otro lado del Pacífico, donde encontramos la historia del Avatar Manco Capac, quien civilizó los Andes con la ayuda de su esposa-hermana, Mama Ocllo. La leyenda cuenta que, al llegar a la llanura donde más tarde sería edificada la capital del imperio inca, Manco lanzó su bastón hacia la tierra, donde se clavó por entero; mediante este fálico gesto, supo que el lugar era fértil y apto para nutrir humanos, y lo llamo Cuzco, ombligo - una alusión fisiológica que no sólo indica la posición central de esta ciudad en el mundo andino, sino su carácter de conducto hacia la Pacha Mama o madre tierra.

En Mesoamérica aparecen dos versiones independientes y completas del mito hermafrodita. 


Una de ellas quedó descrita en el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, donde se relata la historia de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, cuyos nombres significan, respectivamente, cerbatana y ocelote hembra. Como es obvio, estos nombres tienen connotaciones sexuales; se trata de las personalidades masculina y femenina de un mismo ser, cuyas aventuras en el inframundo destronaron a los dioses de la muerte, creando las condiciones para que fuera posible la vida humana.



En algunos casos, en su viaje al más allá contaban con el auxilio de habitantes del Inframundo, conocidos como wayob (literalmente, “espíritus compañeros”).

Estos seres residentes en Xibalbá no son dioses, ni tampoco espíritus comunes, pero su carácter sagrado les permite auxiliar al alma del difunto durante las distintas pruebas a las que se ve sometido en su viaje. En opinión de los especialistas en mitología y religiosidad maya, los wayob son espíritus protectores que actúan como psicopompos (guías de almas), dirigiendo a los fallecidos y haciéndoles comprender dónde se encuentran y cuál es su nuevo estado.


El juego de pelota.

Podría dar la impresión de que es un juego practicado en una especie de cancha, en el que los participantes golpean una pelota de caucho para hacerla pasar por un aro de piedra, era un simple divertimento para los antiguos mayas, similar a nuestros deportes actuales. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El llamado “juego de pelota” fue el rito religioso más importantes de los antiguos mayas, pues constituía una representación simbólica de uno de los relatos sagrados clave de esta civilización, íntimamente relacionado, de nuevo, con el Inframundo.


Según el Popol Vuh, dos hermanos divinos llamados Hun Hunaihpú (Uno cerbatana y Dios de la fertilidad) y Vucub Hunaihpú (Siete cerbatana) estaban obsesionados con el juego de pelota, y pasaban horas y horas practicándolo. Un día causaron tanto alboroto con su juego que molestaron a los señores del Inframundo, quienes les retaron a descender para jugar con ellos. Tras una serie de pruebas a las que fueron sometidos, los dos hermanos murieron asesinados.


Recreación actual del juego de pelota.



La cabeza de Hun Hunaihpú fue colgada de un árbol y los señores del reino de la muerte prohibieron tajantemente tocar sus frutos.

Sin embargo, la joven Ixchiq, hija de un señor de la muerte, se acercó un día al árbol y la cabeza de Hun Hunaihpú le escupió en una mano, dejándola embarazada. 



Temiendo la ira de su padre, Ixchiq escapó a la superficie, donde dio a luz a dos hijos: Hunahpú e Ixbalanqué.


Éstos heredaron la pasión de su padre y su tío por el juego de pelota, y la historia volvió a repetirse. Un día, mientras jugaban, los señores del Inframundo les retaron a competir con ellos, y en su descenso fueron igualmente sometidos a distintas pruebas. A diferencia de lo que ocurrió con su padre, los gemelos lograron superar las trampas gracias a su ingenio y, tras realizar varios milagros, derrotaron y mataron a Uno Muerte y Siete Muerte, asesinos de su progenitor. 



Tras la victoria fueron ascendidos al cielo, convirtiéndose en el Sol y la Luna.


La segunda versión de este mito es la del príncipe de Tula, Ce Acatl Topiltzin, más conocido por su título de Quetzalcoatl, serpiente emplumada. Los documentos que se conservan contienen numerosos incidentes de su biografía, tanto histórica como mítica, a través de los cuales se transparenta el simbolismo andrógino con una claridad que no encontramos en ninguna otra creencia de la tierra. Es por ello que la historia de Ce Acatl merece un análisis particular.


La androginia de Quetzalcoatl

Significado: Quetzal (ave) Cóatl (serpiente) 
Simbolismo: Comunión entre el cielo y la tierra (lo espiritual y lo material) 




Deidad solar azteca

La serpiente emplumada, patrona de los nobles y los guerreros. Su juventud debía renovarse con sacrificios humanos. Se dice que fue un hombre blanco, rubio y de vasto saber, que enseñó varias artes a los antiguos pobladores de México. Tras una experiencia traumática, se suicidó y renació con forma de serpiente. Pasaba por un demiurgo, ya que bajó a los infiernos para robar los esqueletos de los difuntos e infundirles vida con su propia sangre.

El mito de Quetzalcoatl es, por antonomasia (y literalmente), el paradigma del hombre elevado a la condición de Mesías. Tal condición está impresa en su mismo nombre, que designa la trasgresión de lo mundano y la síntesis polar propia del Mesías. Este título era otorgado en el México antiguo a la persona que asumía el reto de imitar al avatar Quetzalcoatl, al punto de transfigurarse en él. Veamos, entonces, las particularidades mesiánicas en general, y andróginas en particular, inherentes al mito de la Serpiente Emplumada.

¿Qué significa ese título? La asociación simbólica entre el reptil y el ave, lo que se arrastra y lo que vuela, es empleada en todo el mundo antiguo para señalar al Mesías. 

Representa la unión del Espíritu y la materia, de Dios y el hombre, del Alma y el cuerpo, de las fuerzas evolutivas y las involutivas, en fin, de toda dualidad, en un único Ser. Una unión que se constituye propiamente en un superesfuerzo redentor, pues permite que el reptil sublimado remonte el vuelo y se libere de sus limitaciones terrenas.

El término Coatl, serpiente, es una alusión gráfica a dos aspectos del ciclo: el estacionario, representado por los anillos anuales en la cola del reptil, y el cósmico, representado por el hecho de que este animal puede morderse la cola para completar un círculo perfecto. 

La iconografía muestra que la serpiente era asociada con un elemento al cual se le ha asignado tradicionalmente un carácter generador: el agua. La palabra Coatl procede de la raíz Cau, Cuau o Coa, que significa aquello que se yergue y extiende, de donde se colige claramente un sentido fálico que es enfatizado por el nombre de la hipóstasis humana de Quetzalcoatl, Acatl, caña.

Por su parte, la otra raíz del nombre, Quetzalli, no sólo contiene el sentido literal de mechón de plumas o cabellos (con lo cual ya contiene un elemento cíclico: la muda de los animales), y el metafórico de preciosidad, sino que también significa, en su apócope Quetza, la cópula de los animales, acepción que queda reforzada por su asociación con el nombre de la serpiente. Un sinónimo de Quetzalli, pronunciado Ihuitl, plumón, es el glifo empleado en los códices para representar específicamente el sexo femenino y la condición de madre.

Entre los mayas, este plumón, a veces substituido por un punto dentro de un glifo lunar representado en forma de matriz cerrada o entreabierta, tiene el significado jeroglífico de Ahau, señor solar o iniciado. Dicho signo ocupa la posición número veinte o final de la secuencia calendárica maya, posición que, entre los nahuas, es ocupada por el glifo Xochitl, flor; y Flor es precisamente uno de los nombres aplicados al Avatar mesoamericano. Como el plumón o el mechón de cabellos entre los animales, la flor evidencia en las plantas la madurez del órgano generador. De modo que el carácter generacional o periódico del nombre de Quetzalcoatl, resulta por demás obvio.

El creyente de habla nahuatl que escuchaba ese nombre, no sólo imaginaba en primera instancia un reptil acuático emplumado, sino, también, un híbrido precioso e imposible, bisexual, en acto de autofecundación y reproducción constante, equivalente al signo eurasiático del Ave Fénix. ¡Imposible diseñar una síntesis más gráfica de la Totalidad!

El elemento sexual implícito en el nombre divino es importante a la hora de comprender otros títulos de Quetzalcoatl, que reflejan sus múltiples facultades creadoras, como los fálicos Ce Acatl, uno caña, Topiltsin, respetable bastón, Yacatecuhtli, el puntero, y Tepoztecatl, el de la espada; o los yónicos Xochipilli, príncipe-princesa de las flores, Tecuciztecatl, el del caracol marino, Mayapiltontli, hijo del maguey, y Macuilxochitl, quinta flor. Pero también explica la generalidad de los títulos mesiánicos en las diferentes culturas de la tierra. De hecho, Quetzalcoatl es Venus-Afrodita, el astro que, en Eurasia, patrocina las relaciones eróticas y, en América, las guerras (extensiones sociales de la guerra primordial de los sexos).


Como se comprende, Quetzalcoatl no es otro que el andrógino ideal, el Señor de Venus, quien contiene y comparte en sí mismo los atributos del macho y la hembra místicos. 


Un ser, por tanto, en perpetua reproducción, encarnación del ciclo por excelencia – y no del ciclo abstracto de los cronólogos, sino de la periodicidad concreta, viva, de la generación de los seres. Un simbolismo que queda aludido, en ciertas esculturas, a través del emblema del corazón del sacrificado, trasladado a la zona ventral como un útero místico donde tiene lugar la gestación espiritual del género humano.

Este significado queda acentuado por otros simbolismos asociados a la Deidad; particularmente, por el nombre de Cipactli con que a veces se le designa. Cipactli es el primer signo de la veintena o ciclo prototípico de los mesoamericanos; por lo tanto, representa toda sucesión periódica. Puede demostrarse la relación etimológica de este nombre con el egipcio Sebek, el cocodrilo devorador de las estaciones; con el caldeo Sabac, representado como un dragón de siete cabezas; y con el semita Sabat, aplicado en un principio los hebreos a cualquier período cerrado de tiempo, y posteriormente a su ciclo principal, la semana. También el Jesús se aplicó a sí mismo un título similar al responder a sus detractores: "El Hijo del Hombre es Señor del Sabat."

La condición del andrógino se explicita en la iconografía mesoamericana a través del corazón sacrificado dispuesto a manera de útero, así como a través del caracol (emblema de las recurrencias de la existencia), del cual, en ocasiones, sale un ser caracterizado con los atributos un Quetzalcoatl. El caracol es un animal notable porque se fecunda y reproduce por sí mismo; su concha aparece, tanto en el arte indoamericano como en el europeo, en asociación con Venus, con los órganos generadores y con las ondas marinas que simbolizan el flujo del tiempo.

La leyenda de Nacxitl

Se alude al andrógino en dos episodios de la vida de Quetzalcoatl. El primero es el pecado de su representante terrestre, Ce Acatl Topiltzin Nacxitl, quien era el rey sacerdote de Tula. Cuentan las crónicas que, en cierta ocasión, Nacxitl fue embriagado por unos hechiceros; como resultado de ello, cedió a la tentación carnal e hizo que le trajeran a su hermana, Quetzalpetlatl, con la cual cohabitó y tuvo un hijo.

Tal como afirma un códice, esta ruptura de sus votos monásticos transformó a Nacxitl en emblema del pecado de todo el pueblo: "Ellos perdieron su inocencia en el pecado carnal de Nacxit, en el pecado de Nacxit y de sus compañeros" (Chilam Balam de Chumayel, Kahlay de la Conquista). Sin embargo, lo que desde la óptica de la moral social fue considerado como una violación de las normas que mantenían separados y fijos en sus roles al hombre y la mujer, en sentido místico fue considerado la condición necesaria para cierta fecundación espiritual, a través de la cual, Nacxitl se transformó, gracias a sus innumerables penitencias, en el Mesías de Mesoamérica. La idea subyacente en este mito es que la unificación sólo es posible a partir de un estado básico de separación, que se sublima gracias a la acumulación del merecimiento espiritual derivado de un sostenido intento de trascendencia.

El segundo episodio quetzalcoatliano que contienen claras alusiones bisexuales, es su descenso al inframundo en busca de los "huesos de los antepasados" (las propias semillas psicológicas y místicas de su condición como Avatar). Para ganar estos huesos, y a pedido de su doble impersonal, el Dios de los Muertos, el héroe tiene que "hacer resonar el caracol de viento cuatro veces". 

El cuatro no sólo era el número enfático entre los nahuas, sino que corresponde al número de orden de Nacxitl (cuyo nombre se traduce cuarto paso) como manifestación de Quetzalcoatl durante el Quinto Sol. Este caracol, equivalente de las flautas mágicas de Krishna y Orfeo, la cerbatana de Hunahpú, las flautas pánicas de Pan y Viracocha y las trompetas del Apocalipsis, representa al ducto del aliento en un sentido fisiológico y al vehículo humano del Ser Supremo en lectura teológica.

Al penetrar dentro del instrumento de viento en forma de abeja, el mito no sólo identifica al héroe con el gusano hermafrodita, sino que indica por qué vías simbólicas o literales puede este transformarse en un ser alado que, precisamente, se distingue por sacrificar su distinción sexual en aras de un trabajo. Xicoco, abejas, es el nombre del monte sagrado de Tula, vinculado a los ritos iniciáticos en los que seguramente participó el príncipe Ce Acatl, y emblema de los iniciados toltecas, apodados los "trabajadores de la oscuridad".

El resultado de esta penetración artificiosa de Quetzalcoatl en un objeto que le estaba vedado, es la incorporación de una esencia ósea (el hueso es en Mesoamérica símbolo de lo esencial o permanente dentro del ser humano) que le comunica mágicamente la sabiduría de los Culua, los grandes antepasados. El texto especifica claramente la condición extraterrena, asexuada o más bien intrasexuada o "venusina" de estos seres, pues añade: "Y estaban unidos, confundidos, los huesos del hombre y la mujer. Aun no habían sido separados" (Códice Chimalpopoca).

Este emblema binario significa que, así como la unificación de los principios generativos en un solo ser es anterior a la manifestación del Universo, y por tanto, atemporal, también Quetzalcoatl, como símbolo de integración, es primario, no sujeto a medida y, por ello, Señor del Tiempo - esa realidad de la que todo emana y a la que todo vuelve, en sí misma sencilla, incompuesta e increada.


La emergencia del nagual

Durante su inmersión en las entrañas de la tierra, Ce Acatl pierde su nombre humano y gana el de Xolotl, monstruo. Este nombre es muy particular, ya que deriva de la raíz nahuatl Xol, que significa resbalar, mezclar; lo cual nos indica que Xolotl representa la fusión de las polaridades y de cualquier particularidad, necesaria para penetrar en ese ámbito que, por su naturaleza, está vedado a la forma humana, donde descansan las causas arquetípicas de todo lo existente.


El binomio Xolotl-Quetzalcoatl es, en el plano divino, equivalente del que conforman en el plano humano Ce Acatl y su hermana Quetzalpetlatl. Aunque asexuado - o, más bien, precisamente por su condición asexual, pasiva -, Xolotl es el representante de la naturaleza femenina en el reino de lo numinoso, allí donde se sintetizan los cuatro elementos fundamentales en el vórtice de la creación. Es por ello que el vórtice, desarrollado en forma de glifo Ollin, movimiento circular, llegó a constituir su jeroglífico identificador.

Pero el mito de Xolotl no sólo pretendía explicar el modo como llegamos a existir en el tiempo del origen, sino que también tenía una dimensión inmediata, práctica, representada en la vida cotidiana por el espacio de los sueños. Los mesoamericanos fueron, quizás, el pueblo de la antigüedad que más atención le prestó a los sueños, desarrollando su interpretación como una disciplina con nombre propio, de la cual existían especialistas e incluso manuales. Consideraban al ámbito del sueño como nuestro inframundo particular, a las visiones que allí tenemos, como manifestaciones de los poderes divinos o infernales, y al acto de dormir, como una actualización particular de la épica de Quetzalcoatl. Por supuesto, en esta visión, Xolotl es el sujeto de las experiencias cuando uno está dormido.

El nombre técnico de Xolotl como patrón del sueño era Nahualli, nagual. De ahí que otro de los títulos aplicados a Quetzalcoatl - esta vez como triunfador en la batalla de la síntesis de las polaridades -, fuese Nahualpiltzintli, el príncipe de las transformaciones. Nahualli significa, etimológicamente, duplicado. La creencia en el nagual es la causa por la cual, la lengua nawatl llama al ser humano Tlakatl, mitad. La idea era que, sólo a través de una duplicación, la mitad que somos puede llegar a realizarse en el Uno, que es el fin propuesto por la metáfora del andrógino.

A través del nagual, la androginia se sale del campo de la teología y el mito, y se transforma en una posibilidad al alcance de la persona común y corriente. El retorno de Xolotl a la superficie de la tierra, luego de haber derrotado al Dios de los Muertos, arrebatándole el secreto de la vida eterna, prefigura la emergencia del nagual en nuestra vida personal, luego de la victoria en la guerra contra el sueño. El Avatar abandona su nicho divino y recobra en uno mismo su dimensión humana, transformando su dualidad en modelo de un proceso de conciencia que podemos emprender, a fin de llevar nuestra existencia hasta su natural completud.


La mujer serpiente

Una consecuencia de estas creencias, fue el desarrollo en Mesoamérica de una institución social de enorme importancia y específicamente andrógina: la del doble patronazgo religioso. En otras culturas hubo experiencias similares; baste recordar las instituciones egipcia e inca de los reyes hermanos y la regencia dual de los lamas en el budismo tibetano. En el caso de Mesoamérica, lo particular es que la más alta dignidad religiosa cayó en manos de una mujer que, por causa de su nivel jerárquico e iniciático, fue llamada Cihuacoatl o Coacihuatl, mujer serpiente.

Cihuacoatl no es un nombre propio, sino un título de la diosa Quilaztli, verdura, quien es la antropomorfización de la Naturaleza. Quilaztli-Cihuacoatl es el lado femenino de Quetzalcoatl, encargado de suministrarnos el alimento físico y espiritual; por tal razón, también se le conoce como Tonacacihuatl, señora de nuestro sustento. Al aplicar este nombre a la persona que representaba a la comunidad de creyentes ante los dioses, aquella sociedad reconocía que, en el fenómeno religioso, se mezclan dos elementos polares, uno masculino, constituido por los ritos, dogmas, jerarquías y costumbres, y otro femenino o "nagual", constituido por la enseñanza profunda, liberadora, fin último de todo esfuerzo espiritual.






En la época final de los mexicas (un pueblo tremendamente machista), a partir de una reforma que hizo el general Tlahcahelel, la dignidad de la Cihuacoatl recayó sobre un varón; pero este sacerdote estaba obligado a vestir de mujer y a hablar y comportarse como tal (lo cual dio origen al mito español de que los líderes religiosos de Mesoamérica eran sodomitas), lo cual delata el origen literalmente andrógina de la institución. Una prueba de ello es la respuesta que dio cierta Cihuacoatl a los líderes mexicas, durante la época de la peregrinación, en la cual se califica a sí misma como una mujer: "Sabed que soy mujer de valor y esfuerzo." 

Y, aunque me conocéis por mi nombre ordinario, que es Quilaztli, sabed que soy tan valerosa, que tengo otros cuatro nombres con los que se reconoce mi poder: Cohuacihuatl, mujer culebra, Cuauhcihuatl, mujer águila, Yaocihuatl, mujer guerrera, y Tzitzimicihuatl, mujer infernal" (De la Serna, Tratado de las Supersticiones).


Pero la Cihuacoatl no actuaba sola pues esto, lejos de ser una expresión del equilibrio entre sexos, lo habría sido de feminismo. Los cronistas de Indias reportaron que, junto a ella, también regía un sacerdote masculino llamado Quetzalcoatl. Ambos tenían su sede en la ciudad de Cholula y su influencia llegaba a todo el país.

Las funciones del Quetzalcoatl y la Cihuacoatl se deducen a partir del análisis de sus otros títulos. Él recibía el apodo de Topiltzin Tlachiach Tizacosque, nuestro señor de la tierra amarilla y el lado frontal (del cuerpo), mientras que ella era llamada Tonantzin Aquiach Amapane, nuestra madre de los canales del agua y el lado dorsal (del cuerpo). Cabe destacar que los sentidos frontal y dorsal del cuerpo humano estaban (y aún están) relacionados, en la cosmovisión mesoamericana, con los sexos masculino y femenino, respectivamente. Pero, más revelador aún, el frente del cuerpo representa lo evidente, externo y superficial, mientras que el dorso se lo invisible, interno y esencial. 

En consecuencia, el monje varón estaba encargado de la conducción de los asuntos públicos de la religión, mientras que la mujer era consultada en cuestiones de naturaleza esotérica.

Un cronista asegura que la regencia de ambos monjes se extendía durante los 52 años del ciclo del Fuego Nuevo, siendo sustituidos provisionalmente por sus primeros ministros, si morían antes de ese lapso; lo cual nos dice que ambos, en su conjunto, eran la encarnación de la fuerza cíclica creadora del Universo, y que de ninguna manera se esperaba que actuaran en forma independiente o contradictoria.

Obviamente, esta institución fue diseñada para balancear las atribuciones políticas y religiosas propias del pontífice supremo de una gran fe - como era la tolteca -, ya que hubiera sido peligrosos depositar ambas en una sola persona, sobre todo, si ello necesariamente implicaba suprimir a uno de los géneros en la ecuación del poder. Esto refleja el equilibrio inherente a la propuesta civilizadora mesoamericana; pero, más allá de su utilidad práctica, demuestra que la institución del Quetzalcoatl y la Cihuacoatl tenía una cualidad moralizadora, al exponer al creyente, en una forma sencilla y clara, la naturaleza andrógina del Ser Supremo y la necesidad de encarnar esa naturaleza a través de la síntesis de nuestras polaridades.



Conclusión

Como hemos visto, el balance de los sexos es un principio fundamental de las propuestas religiosas en toda la tierra, que se transparenta en forma más o menos clara a través de los mitos de cada pueblo. Los símbolos de ese balance esconden, no sólo una explicación del mundo, sino una propuesta de acción que afecta a la vida presente y futura del creyente, cuyo pivote es el mito avatárico. 

En la medida en que una fe consigue mantener vigente ese balance, se aproxima al ideal hermafrodita encarnado por el Avatar; por el contrario, cuando ese balance es perturbado, el Avatar pierde su dimensión humana y, con ello, su carisma y poder renovador.





Les creencias de los mesoamericanos reconocieron plenamente la naturaleza dual del Avatar, que expresaron a través del nombre de Quetzalcoatl. Con todas sus connotaciones simbólicas - a la que sumamos ahora la androginia - y sus implicaciones esotéricas y sociales, ese nombre es la más perfecta prueba de la inserción del Maestro indoamericano en el contexto universal del culto avatárico.




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