“Langue des Oiseaux”
A las cartas del Tarot se les llama “lama” ("une
lame"), o láminas, porque en origen sus dibujos eran grabados sobre lamas
(tablillas) de madera y reproducidos por xilografía… —y llegados a este punto
no puedo por menos que regalaros otras palabras que me vienen al encuentro:
“l’àme” (el alma), “je l’aime” (yo la amo), “l’amant” (el/la amante), “lament”
(lamento), “la menthe” (menta, hierbabuena), “lama” (maestro mago budista), “la
mère” (la madre), la mar… —lámeme el alma ahora mismo, mi amor, mi amadora… El
Tarot nos permite la lectura de “l’être” (el ser) más allá de la visión de “les
lettres” (las letras), pero a su través, en lo escrito… la comprensión de sus
designios (“desseins”) más allá de las imágenes “dessinés” (dibujadas)… la
visión de las cosas ocultas, en sombra —“dans l’ombre”—, más allá de la lectura
de su nombre… Hay otro mundo, otra realidad profunda, detrás de las
apariencias, en la sombra.
Quizás por eso a la “langue des oiseaux” se la
conoce también como la lengua secreta de los filósofos, de quienes aman y
siguen los caminos de la sabiduría, a veces (h)ermitaños… Viajeros, a ratos
ermitaños, que se dejan encontrar y reconocer desde lejos, qué te voy a decir
de cerca...
Fuente: El Milagro (Facebook)
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