En su interior había un fuego,
él no sabía de dónde procedía
pero le hacía llorar y derretirse como una vela.
"Has hecho bien", le dijo ella, pero escúchame,
todo eso son los abalorios del amor, las ramas las hojas y los capullos.
"Debes vivir en la raíz para ser un auténtico amante"
Y eso donde está, ¡Dímelo!
Has hecho todas las acciones externas pero no has muerto.
Debes morir. Al oír esto se tumbó boca arriba riéndose y murió.
Se abrió como una rosa que cae al suelo y murió...riéndose.
Esa risa fue su libertad, y su regalo a la eternidad.

oyó la llamada de regreso al hogar, y ahí fue.
Cuando la luz regresa a la fuente,
nada de lo que se ha iluminado se lleva consigo.
Puede que haya vertido sus rayos sobre un montón de basura
o en un jardín o en el centro de un ojo humano. Da igual.
Se va, y cuando se va,
la extensa llanura se torna apasionadamente desolada,
deseando que regrese.
Rumi.
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