"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

domingo, 23 de junio de 2013

Ni agua, ni luna




Si aceptas el ir y venir de la vida, el nacimiento y la muerte; si aceptas, no es preciso que crees ansiedad. Puedes amar. En sincronicidad con la muerte, ama. Y permite que suceda el amor. No pretendas seguridad, no temas a la muerte. Ésta llegará. Dale a la vida la oportunidad de florecer. Si florece realmente, la muerte será la culminación, no el final. Será el climax, el crescendo. Será la cumbre más alta, el Everest, no el final. 

Para un hombre que ha vivido correctamente, con amor (y ésta es la única manera correcta de vivir), la muerte llega como el éxtasis más bello. Muere con una canción en su corazón, sintiendo el éxtasis por todo el cuerpo, palpitando. Va a encontrarse con la divinidad amada. Ha aprendido como amar y cómo dar. Por lo que también en el momento de la muerte puede dar. Devuelve todo su ser a la naturaleza; el cuerpo, el aire va al aire, el fuego va al fuego, la tierra va a la tierra, el cielo va al cielo. Da, es un donante, y el ser va a la fuente, a Brahma; no se aferra. Pero no lo puedes hacer si durante toda la vida has sido alguien que se ha aferrado. En el momento de la muerte, si te aferras todo se vuelve feo. Si has estado siempre asustado y con miedo, y nunca has permitido el amor, entonces en el momento de la muerte te perderás la cumbre más alta que es posible, que fue posible. Estos son dos caminos: uno es correcto, el otro equivocado. 

El corazón y la cabeza son como las líneas paralelas, nunca se encuentran. Puedes dar un salto de la cabeza al corazón, pero no hay continuidad; es un salto. 

Si crees en la cabeza demasiado (lo que significa creer en la duda) este salto se hace imposible. 

¿Por qué es tan difícil amar para la lógica? Porque el amor necesita un acto muy valiente, y este acto valiente es entrar en lo desconocido. La lógica es siempre cobarde, nunca entra en lo desconocido. La lógica dice: "primero tengo que conocer. Cuando el territorio sea bien conocido, daré el paso". 

La lógica es ajena a la aventura. El amor es absolutamente aventurero; a veces llega a parecer loco. A la mente lógica le parece siempre loco ¿qué estás haciendo entrando en lo desconocido sin saber a dónde vas? ¿qué estás haciendo, dejando el territorio que era conocido, seguro, sin peligro, quedándote sin hogar innecesariamente? "No pierdas lo que tienes primero asegúrate de lo que vas a ganar" Éste es el problema. La lógica dice: "primero conoce bien el próximo escalón; sólo entonces deja el que estás pisando". Entonces nunca puedes dejarlo, porque no hay manera de conocer el próximo escalón si no llegas a él.

(...) Los que dan deberían sentirse agradecidos; da y agradece. Si puedes cumplir esta norma, el viejo cubo caerá, el agua se derramará. Toda maya, la ilusión, desaparece. Ni agua, ni luna. Entonces puedes mirar al cielo, la luna verdadera. Está siempre allí, pero tu estás atrapado en el reflejo. El amor es la luna verdadera. Lo demás es su reflejo.

(...) Si eres consciente, poco a poco te darás cuenta de que cada vez llegan menos pensamientos a la mente. El viejo cubo se rompe. El agua se derrama. No refleja la luna, y sólo cuando el reflejo se ha ido, puedes mirar el cielo, la luna real.


**************

Estaba mirando la luna reflejada en el balde de agua que llevaba. Hasta los reflejos son hermosos, porque reflejan la belleza absoluta. Un auténtico buscador puede ver que el reflejo es tan bello, hay tal música en él, que de él surge el deseo de conocer la fuente.


Mientras caminaba iba mirando la luna llena que se reflejaba en el balde de agua.

De pronto, las tiras de bambú que sostenían el balde se rompieron y el balde se deshizo.

El agua se derramó, el reflejo de la luna desapareció y Chiyono se iluminó.

Luego escribió este poema:

Por este camino y por este otro 
intenté mantener unido al balde, 
esperando que el frágil bambú 
nunca se rompiera.

Súbitamente el fondo se desprendió. 
Ya no más agua, 
ya no más la luna en el agua, 
Sólo el vacío en mi mano.


La iluminación es como un accidente. Pero no me malentiendas, no estoy diciéndote que no hagas nada para llegar a ella. Si no haces nada, ni siquiera el accidente sucederá. Sólo le sucede a aquellos que han trabajado mucho para ella, pero nunca ocurre por lo que ellos hacen, y nunca ocurre sin lo que ellos hacen. Todas tus meditaciones simplemente crearán una propensión al accidente, una invitación, nada más que eso.


PREPÁRATE PARA EL ACCIDENTE, PARA LO DESCONOCIDO, DISPUESTO, AGUARDANDO, RECEPTIVO. 

SIN LA INVITACIÓN EL INVITADO NUNCA VENDRÁ. 


Ni agua, ni luna. Osho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario