Sólo la confianza puede operar el cambio.
Detente en lo sublime de este instante.
Puedes oír el aleteo de mi corazón,
La calma en el estanque.
La belleza, en el estático semblante
del rostro que no tengo,
en la recién estrenada noche sin luna.
Mírame, liviano y sostenido,
En sí bemol.
Me oyes, puedes oírme.
Como un soplo,
como una exhalación.
Paso detrás de tí.
Una brisa repentina. Soy.
Un trueque, una emoción,
Un estallido certero en tu centro.
Ayer, hoy y mañana. Pulso.
Me ves…El futuro no existe.
Saltar al vacío con las manos vacías.
Es necesario creer. Ahora es magia.
Mago, hacedor y pájaro.
Disfruto
mecido,
por la mano,
que todo lo ve…
observado
por el ojo,
que todo lo toca…
cobijado,
por las alas
en las que confío.
Salto sin red y espero la señal.
En ese preciso instante, abriré las alas.
Mientras, sólo sucede...
Súbitamente. En un instante. Eterno.
Y brota la palabra, que muere en el silencio.
Sublime y estático momento de una noche sin luna.
Me ves. Puedes verme. No es extraño.
Soy de esa clase de pájaros, que no puede dejar de serlo.
Yo también, ahora lo sé.
Odin
Qué hermoso!...Gracias!!
ResponderEliminarA tí ave voladora¡¡¡ Un beso en un soplo para tí que me das alas...¡¡ ;-)
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