Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse.
Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.
Un día lo esencial, la belleza y su significado entre la maleza deja de pasarte desapercibido. Ese día llegó para quedarse, hace ya muchas lunas. Hay días que guardan regalos especiales, que de una u otra forma tienen que llegar. Estoy aprendiendo a predecirlo y a entender el lenguaje del mundo.
Eres y estas en cada cosa efímera. Eterna en ese instante congelado en una imagen que dictaba:
"Hay luz en todas partes"
Es increible la sincronicidad y la magia que traía en su esencia aquella rosa.
Y como salí a su encuentro, en cuanto la ví.
BARAKA
Y como salí a su encuentro, en cuanto la ví.
BARAKA
Hola Odín:
ResponderEliminarHe estado leyendo en tu blog. Es bello, lleno de sabiduría y buenas energías. Un placer. Besitos:
Tadeo
Gracias Tadeo:
ResponderEliminarLas energías del Señor de la Constelación de Acuario, ”cuyas estrellas brillan más por amor a nosotros, que por ellas mismas” decía Vicente Beltrán Anglada, se encuentran entre nosotros.
Tan sólo a través de esos cambios individuales llegaremos al cambio de la sociedad y a derribar cualquier cosa que impida la evolución del Alma Una.
Con todas mis conciencias, con todos mis cuerpos, cuidaré la Rosa Una, que me hace brillar más por amor a ella, que por mi misma. Sigamos donando...sigamos drenando...
Si un placer...
Namasté Tadeo. Namasté.
GRACIAS
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