PADMINI, EL AMOR MÁGICO
“¡Padmini! Ahora veía su rostro
con toda nitidez, como si estuviera en la concavidad central de mi cerebro.
Ella se aproximaba a mí y me hablaba al oído. Sentía sus labios húmedos y
calientes en la oreja, diciéndome:
‘Mi amado, un día me tendrás. Búscame.Búscame. Detrás de una bandada de golondrinas, tu amada aparecerá. Búscame’.
‘Mi amado, un día me tendrás. Búscame.Búscame. Detrás de una bandada de golondrinas, tu amada aparecerá. Búscame’.
Y mi mente
fue como un rayo de luz saltando fuera del tiempo y del espacio, acogiendo de
golpe millares de recuerdos y de vivencias, viajando a lugares remotos en
épocas remotas.”
Padmini, el amor mágico es la historia de un hombre que, vida
tras vida, reencarnación tras reencarnación, busca incansablemente a la mujer
amada. En este largo peregrinaje el protagonista renuncia a su propia
liberación espiritual y, mientras busca a su amada se busca a sí mismo, caminando hacia su propio ser interior.
Escrita por Ramiro Calle, esta
novela es una aventura más allá del tiempo y del espacio, es la búsqueda de la
mujer mágica, de la Shakti, la Belle Damme, la energía femenina, en suma, la
búsqueda de nuestro propio yo.
"Estaba llorando por todas
mis vidas terrenas, por mi largo peregrinar, salpicado de infinito dolor, a
través de la sinuosa ruta de la transmigración; estaba llorando por tantas
madres perdidas, por todas las ausencias padecidas, por todo el sufrimiento
acumulado desde la noche de los tiempos
y al que solo es posible poner fin cuando nos establecemos, más allá de la
alegría y de la pena, en el ser interior.
Pero un día, mi Naraín querido,
comprenderás que no se nace ni se muere, que no hay encuentro ni separación,
que no existe ganancia ni pérdida. Un día comprenderás que todo el universo no
es otra cosa, mi Naraín que un espejismo que brota de nuestra mente ignorante.
Un día comprenderás que más allá de este océano de aflicción, tan seductor a
veces sin embargo, hay un estado de paz inconmensurable.Ese día volverás a ser
aquel que jamás dejaste de ser.
-¡La he amado tanto¡
-¡Oh, no, Naraín, no te
engañes¡¿Acaso has hecho otra cosa que amarte a tí mismo?"
"..También un día
comprenderás, no lo dudes, que nada libera más que el amor y que la plenitud
que el otorga. Has perseguido reflejos inútiles y buscando fuera de ti lo que
sólo reside en tu interior."
"Tal vez me quedaban un
millón de reencarnaciones, tal vez...Pero a los pies de aquel venerable sabio,
sentí que había empezado a amar y que no era necesario correr en pos de Padmini
porque ella formaba parte, como todas las criaturas del universo, de mi misma
esencia."
"...pero también sabía que
un día me reconocería como el que nunca había dejado de ser y que al renunciar
a Padmini la habría ganado para siempre."
El amor se disfrazará de mil
rostros diferentes, nos embriagará con miles de ambrosías, nos hechizará, nos
embaucará, nos hará rodar experimentando diversas situaciones, el amor es una llaga abierta, el
amor es difícil de reconocer, le confundimos constantemente, y nos movemos tras él con un instinto que nos hace desfallecer, el amor es un juego que nos ata y
desata, es un yugo que nos deja sin
aliento, nos exprime y nos redime, es el mayor de los apegos, al cual nos
sometemos sin pensar. Tanto el deseo
como la aversión nos hacen sucumbir, nos destrozan y nos ajetrean a su antojo,
siendo sus víctimas y sus siervos.
Pero el verdadero amor es parte de nuestro Espíritu universal, el Yo superior, el observador silencioso que aguarda nuestro despertar.
Pero el verdadero amor es parte de nuestro Espíritu universal, el Yo superior, el observador silencioso que aguarda nuestro despertar.
Es el gran libertador, que nos lleva a la perfección y que
acaba con el ciclo de las reencarnaciones.
¿Qué puede decir el alma
prisionera de múltiples experiencias amando, muriendo y naciendo,
siempre en búsqueda de algo, siempre sedienta de algo?
Tomar conciencia de
nuestro destino puede ocasionarnos más dolor que el que nunca hubiésemos
deseado, pero a veces ese máximo peso nos hace sucumbir de tal manera que es la
única forma de poder despertar en nuestro camino.
La
felicidad es una búsqueda abrupta que acaba siempre rompiendo el equilibrio. Para encontrarla no hace falta perseguirla, ella te encontrará...Irás a buscarla más allá de ésta tierra y volverás impregnado del mismo polvo de estrellas del que nuestro Ser interno está hecho. La materia entonces rebosará de espíritu, y lejos de perseguir la felicidad, comenzaremos a ser guiados desde el estado de paz interior, que la define, dónde el Amor pone su acento.
Padmini es la esperanza de
corregir el camino hacia la verdadera liberación, donde lejos de los amores
mundanos y de deudas kármicas, la
podremos hallar, si somos capaces de vencer nuestros propios deseos, que al final,
siempre resultan ser, los designios de nuestros egos caprichosos.
Sólo en ausencia de ego, y completo abandono al Ser Real y a sus designios, alcanzaremos la liberación y podremos empezar a dejarnos sorprender desde el verdadero amor, por el encuentro con la esperanza, en cada instante.
"...pero también sabía que un día me reconocería como el que nunca había dejado de Ser y que al renunciar a Padmini la habría ganado para siempre."
Padmini, El Amor Mágico- Ramiro Calle
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