"NO SE NACE MUJER, SE LLEGA A SERLO"
Simone de Beauvoir.
Simone de Beauvoir.
Antiguamente, para aprender a ser una verdadera mujer, era necesario recibir una iniciación. Tenía que entrar sola en el Templo del Puma y permanecer 7 días y 8 noches. Recostada sobre una piedra, conocía y saboreaba la verdadera soledad.
La oscuridad más absoluta afrontaba su miedo a lo desconocido e inmersa en el silencio más impenetrable buscaba conocer su verdadera naturaleza.Era una batalla muy difícil.La lucha más dura de sostener, no es aquella que se combate con un adversario, sino contra sí mismo.
Ahí, donde no percibía el más mínimo ruido, comenzaba a escuchar los sonidos emitidos por su cuerpo: los latidos de su corazón, los sonidos sordos de los pulmones, del hígado, del páncreas, del intestino, del estómago, de los ovarios...Cada órgano entonaba su propia música: sonidos nunca antes escuchados.
En aquél retiro absoluto, a través de la meditación, la reflexión y el análisis de toda su vida, la mujer vencía sus propios temores para averiguar quién era verdaderamente y para qué habia venido a la tierra.Aquella que entraba en el Templo del Puma, salía preparada y consciente de su propio poder y su propia fuerza.
Pero para poder comenzar su iniciación la mujer debía primero superar una serie de pruebas para mitigar su carácter y por lo tanto aprender, en el Templo, a controlar poco a poco, el propio cuerpo y la propia mente.Ahí dentro, era asaltada continuamente por dudas y temores: debía aprender a tener fe, porque quién no tiene fe en sí mismo, está perdido.
Concentrada sobre sí misma, recorría desde el recuerdo, todo lo que había hecho desde que había llegado al mundo.Por primera vez en su vida se afrontaba y se juzgaba a sí misma.
Encerrada en aquel recinto,la mujer debía aprender a atravesar la puerta de la eternidad sin temores.
Y si lo quería realmente, lograba hacerlo.Una vez comprendido, que la potencia reside en su interior, podía alzar su cabeza, mirar con amor y dulzura y accionar al mismo tiempo con serenidad y determinación.
Aquellas que entraban en el Templo del Puma aprendían a tender un puente, era una de las pruebas que tenían que superar.A través de la mujer el hombre puede alcanzar lo Absoluto, por eso es tan importante para ella dirigir su propia energía.Si logra tender ese puente de energía, el hombre que lo recorrerá sabrá que ella es el camino capaz de conducirlo a la divinidad.
Tendrá que aprender a sobreponerse a las dudas, a los temores, al dolor, a los miedos, a la desesperación, al cansancio, al fastidio, a la frustración, a la desilusión.Mediante aquella prueba, sabrá si su cuerpo trabaja en armonía con su mente en la individuación del peligro.
Gracias a la preparación recibida aprenderá a ver y a sentir en la oscuridad, a comprender si es el momento de esperar o de accionar y en el momento que sus sentidos le avisen de la existencia del peligro, sabrá afrontarlo recurriendo a su prudencia, a su sabiduría, a su calma y a su serenidad.Y cuando finalmente logre superar cualquier tipo de peligro, entonces aprenderá a viajar en el tiempo y en el espacio.
Hernán Huarache Mamani "El poder de la mujer"
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