El universo no tenía sentido hasta que el milagro de encontrarnos lo convirtió en un territorio interior infinito.
Antes y después de tí, después y antes de mí, en el profundo presente de lo tuyo y lo mío existe un eterno nosotros.
Como un vórtice de pura consciencia emergente que reúne lo nuestro a la corriente del todo. Te propongo que no dejes nunca de ser tú para que yo pueda siempre ser yo y en ese nosotros, eterno UNO de los dos, volvamos a vivir.
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