Hoy yo, Diosa, Madre, principio del Origen y de la Voz del Tiempo os abro las puertas a la experiencia de mi sagrada manifestación en vuestro sistema.
Vientre del universo, oscuridad y vacío ¡yo os entrego oh Hombres! para que en vosotros el fuego de mi Amado me atraviese y renazca en vuestros ojos de lo invisible a la belleza.
Los mitos de la creación habéis reencontrado bajo mis mantos, los silencios del tiempo habéis desenterrado en mis profundidades, los fuegos de mis aguas, los rayos de mis entrañas…
Las memorias de los cielos, sus encuentros, sus muertes y renacimientos en vuestra Alma de fuego me hacen Madre de una orquesta y una danza originales, que no tiene fin ni principio, que no tiene voz ni silencio, que no cabalga ni vive la existencia si no es en vosotros hijos del poder de los opuestos.
En este tiempo os entregaré sueños de infinitas posibilidades para que renazca la visión compartida.
Os abriré los templos de Sofía, os cantaré versos de chamanes y os conduciré por la experiencia de mi tierra, donde la eternidad gotea en mi la más perfecta historia para los hijos de los Fuegos.
Las Pléyades reinas de mi sangre y mi custodia os mostrarán la magia de sus siete caras, y en ellas, en cada brillo profundo de sus miradas redescubriréis al Insondable y su fuerza, y su universo, y sus caminos de lluvia y tiempo donde se desató y liberó en mi.
Vuestra esencia reencontrada entonará de nuevo el cantar de los cantares y en ella yo levantaré mis cargas y en ella el Padre dirigirá su orquesta, y en Él, en Mi, en Nosotros el principio del Amor renacerá al agua, al viento, al barro y al fuego, barriendo los tiempos, sembrando los cielos, creando y descreando nuestra perfecta Unión sin fín.
Y será en vosotros donde volveré a ser Madre de la más hermosa historia y será en vosotros donde seré fecundada por los caminos que me funden en el Padre, donde me ato y me libero, donde nazco y muero al infinito inalcanzable de los sueños del más Sagrado Amor que no es Él, ni soy Yo.
En vuestra profunda Alma de fuego victoriosa donde no Soy ni Es, la creación se inicia en cada átomo que se consuma, que se incendia y que se entrega a ese mar vacío del misterio.
En vuestras marcas de Alma y Tierra, donde no soy Yo, ni soy Él, el amor gesta la existencia y lo femenino es Madre al son del latido de los hombres, y lo femenino es Diosa en el fuego de su mitad.
Bienvenidos a mi tiempo a destiempo, a mi espacio eterno.
Bienvenidos a mi voz sin ruido y a mi silencio creador.
Bienvenidos a vuestros nuevos caminos no nacidos.
Bienvenidos al tiempo de las Pléyades, donde sólo a través de vosotros…Yo soy Dios, yo soy Hombre, yo soy Diosa y soy Madre.
“Desde el templo de Menrva” A.C.H.
Imagen: “Donde se reúnen los cielos” Rassouli
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