"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

martes, 28 de agosto de 2012

Alquimia proceso de unificación del alma


 
La alquimia es una ciencia, que busca el encuentro con el hombre y su propósito en éste mundo, y la manera de sanar o reubicar todo lo que nos aleje de ello.
 
Nuestra alma busca experiencias que acumular. Integrando emociones y experiencias en nuestro código genético trabajamos para ayudar a nuestra alma a obtener plenitud y mejorar las experiencias pasadas.
 
Debemos equilibrar dentro de nosotros las polaridades, y así encontrar ese espacio de compasión y amor. Si somos capaces de integrar las cargas negativas y positivas de nuestro pasado automáticamente crearemos cuanto deseemos de un modo equilibrado y armonioso.
 
Para ello debemos estar en el punto cero y crear una nueva realidad, estando preparados para integrar experiencias, viviendo en el momento presente. Debemos ser capaces de mantener nuestra atención centrada en vivir el momento presente, como un momento maravilloso. Esto nos ayudará a volvernos soberanos, libres, felices, ricos, seguros y a vivir una vida de abundancia.
 
Tienes que convertirte en un niño inocente para ver el reino que está dentro de ti. Transforma tu mente, no critiques, no manejes la situación. Usa tus herramientas interiores. Conviértete en misterioso y profundo. Que puedes aprender de ésta situación?
 
Conócete a ti mismo. No dudes de ti, todo ese potencial que tienes dentro esta esperando que tu lo despiertes. Seas quien fueres o lo que hagas, si deseas algo con firmeza, es porque ese deseo nació antes en el alma del universo. Y es tu misión en la tierra.
 
A través del soplo de la vida hay suficiente espacio para hacer un mosaico perfecto de armonía.  Escucha tu corazón. El conoce todas las cosas porque viene del alma del mundo y un día retornará a ella.
 
LA GRAN OBRA
 
 
 
Para llevar a cabo la Gran Obra que volverá a unir los dos componentes, el adepto contempla su propio cuerpo como el laboratorio; el corazón y los riñones son el crisol y el horno y las materias que deberán usarse son los Tres Tesoros:
 
 
  • Esencia (jing), que corresponde a groso modo con el cuerpo físico.
  • Energía (qi), que se asocia con el aliento interior, la energía vital y también con la respiración.
  • Espíritu (shen), que se relaciona con las funciones de la mente.
 
El alquimista debe recoger estos tres elementos, como si de minerales o plantas medicinales se tratase, y mezclarlas dentro del crisol (los centros psíquicos, dan lit, que pueden situarse en distintas partes del cuerpo), para su cocción, gracias a la acción del pensamiento concentrado, que representa el fuego.
 
Este trabajo se completa en cuatro etapas claramente diferenciadas, que pueden variar ligeramente, dependiendo de la escuela o el maestro, pero que siguen un proceso gradual de refinado interior. Un poema muy famoso dentro de la tradición alquímica dice así:
 
 
Fundir la esencia y transmutarla en energía (lian jing hua qi )
 
Fundir la energía y transmutarla en espíritu (lian qi hua shen )
 
Fundir el espíritu para retornar al Vacío (lian shen huan xu)
 
Fundir el Vacío para unirse con el Tao (lian xu he Dao)
 
 
     
Cuando el cuerpo, la respiración y la mente se funden en una sola unidad, se obtiene el “elixir” (dan, lit. “cinabrio”, como hemos visto anteriormente), que es un tipo de medicina destinada a reparar los daños provocados por el paso del tiempo y por distintos factores emocionales, físicos, energéticos, sexuales o alimenticios, que conducen a una pérdida continua de vitalidad en forma de goteo (lou), que termina conduciendo a la muerte.
 
Es por ello que, durante el proceso alquímico, en la práctica se tiende a sintetizar distintos elementos de las prácticas taoístas: técnicas respiratorias, visualizaciones, ejercicios energéticos (hoy conocidos como Qigong), alquimia, meditaciones, masajes y dieta.
El alquimista debe realizar un proceso destinado a “fijar” el alma yin, terrenal (po) movida por las pasiones y las emociones, que se convierte, después de la muerte, en un espíritu telúrico, controlando a su gemela, el alma yang, celestial (hun), de naturaleza luminosa.
 
El adepto buscará someter sin cuartel a todas aquellas actividades humanas que otorgan poder al alma po, responsable de la división entre el yin y el yang que moran en el interior de cada ser humano, y ejercitarse en técnicas que sublimen al alma yang para que ésta pueda volver a reunir los polos opuestos y alcanzar la unidad.


 


 
Gracias a la página amiga: http://themishara.wordpress.com

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