Las fuerzas y energias de este magnífico plenilunio de Leo manejadas y enfocadas desde la conciencia desarrollada y perceptiva de una “nueva visión y un nuevo modelo” constituyen un puente, un vínculo, una unión que nos permetirá dar un paso más allá hacia el ideal que timidamente, con más o menos esfuerzo, vamos reconociendo como una senda verdadera y pausible de nosotros mismos y del gran movimiento cósmico del que formamos parte.
Venus en géminis se reune en trígono con Saturno que está en libra, y este fabuloso encuentro nos inunda de la fuerza Crística de nuestro “alter ego” Venus (que durante su tránsito derramó todos los protocolos de un nuevo esquema mental creador) fortaleciendo los lazos y la síntesis de todos nuestros vehículos a través de la enorme fuerza generadora de equilibrio que el 2ºRayo Amor-Sabiduria insufla en todos los niveles y aspectos de nuestro ser.
Saturno en perfecta simbiosis estimula las frecuencias emocionales elevándolas hacia la comprensión y la vinculación sin resistencia con los procesos mentales, empujándonos con su excepcional potencia a producir y materializar la necesaria y apremiante fusión de los escenarios emocionales y mentales cuya síntesis nos permitirá empezar a percibir y generar un poderoso punto de encuentro entre los contrarios.
Mercurio y Urano intervienen activamente formando un trígono en los cielos que viene a reforzar y a potenciar el equilibrio entre la recién estrenada percepción de una mente intuitiva con la capacidad de trasladar sus destellos a la acción y la materia, suponiendo un poderoso empuje, especialmente en todos aquellos meditadores, servidores, precursores y pioneros que llevan largo tiempo reconociendo y asentando las distintas y poderosas corrientes energéticas de estos tiempos.
El flamante “mensajero de los dioses” junto a la gran fuente espiritual de Urano producirán progresivos y elevados escenarios donde la mente lógica y el subconsciente tanto individual como planetario se aliarán generando fuertes impulsos vitales y astrales que nos envolverán dando exactitiud y nitidez a los destellos intuitivos del alma, produciendo certezas en nuestro interior tan irrefutables que nos permitirán empezar a generar una “actitud” verdadera hacia un propósito individual y colectivo concreto.
Durante este plenilunio iniciaremos la senda hacia nuestra maestria consciente, asentando el conocimiento que nuestra inmensa labor de concentración ha generado, revelándonos sutilmente el grandioso poder de nuestro estado de UNIDAD INTERIOR.
Leo insuflador de las corrientes de la mente cósmica forma junto a Escorpio, Tauro y Acuario parte de la cruz fija cuya experiencia y tránsito es necesario recorrer para comprender y atesorar la sabiduria que permite transmutar el reflejo y la ilusión de los estados inferiores a traves del sendero probatorio hacia la Verdad Superior.
El alma se revela poderosa en nosotros mismos instándonos a abandonar “todas las armas” (lo aprendido, oido, seguido en otros) para enfrentarnos al “león” o personalidad a través de nuestras propias experiencias, ya que son el único y verdadero punto donde nuestro Maestro Interior genera la concentración necesaria para conducirnos a plasmar nuestra verdadera condición, para revelarnos quienes somos o podemos llegar a ser.
Es pues este plenilunio un inmenso corredor de fuerza dimensional donde empieza nuestro adiestramiento definido y donde debemos generar la frecuencia y potencia necesaria para demostrarnos a nosotros mismos que estamos listos para empezar a actuar como verdaderos Magos Blancos.
Durante estos días Júpiter y Marte que vienen demostrando su alta implicación con la Jerarquia y el sistema terrestre desde hace tiempo, derraman su poderosa energia de fuego generando una activación magnética de las redes humanas y grupos aportando una importante estímulo de la sincronicidad emocional.
Neptuno y su conjunción con Quirón propician búsquedas y reuniones, encuentros y viajes altamente sanadores y evolutivos, donde la hipersensibilidad y el vínculo con otras personas servirán de gran ayuda y empuje para producir la brillante síntesis interior que estamos llamados a realizar.
En nuestro entorno, en nuestro recorrido personal por la cueva de la personalidad y sus memorias celulares, en nuestra puesta en acción de nuevos modelos, poderosos encuentros sincrónicos con seres prodigiosamente vinculados a nuestra senda propiciarán la elevación de la vibración personal, mientras a su vez, estos encuentros divinos generan poderosos puentes de comunicación entre el mundo espiritual o solar, y el mundo material o lunar.
Leo nos guia durante estos días recordándonos que las fuerzas cósmicas inclinan pero no controlan los procesos de evolución consciente, y que somos nosotros mismos y el poder de una fuente ilimitada en nuestro interior, el único camino, puente y mediación que puede generar en la materia o vehículos inferiores de nuestro ser el sagrado proceso de fusión que termina revelando la verdadera condición divina de la humanidad.
La conciliación, la unión, la no resistencia hacia la unidad en nosotros mismos sólo puede ser generada en un espacio personal de vacio y equilibrio propio.
El conocimiento, la comprensión y el amor por nosotros mismos sin juicios ni divisiones es el poderoso punto cero de nuestra Quinta Esencia, un lugar de luz divina en nuestro interior capaz de generar una respuesta vibracional energética tan elevada, que nos permitirá comenzar a transitar una senda de acción divina y completa.
En la mediación simbólica, personal y única con la que nuestra Alma genera los escenarios milagrosos necesarios, sólo nuestra voz e intrerpretación tiene cabida, y es desde esa sabiduria innata e individual, que la transmutación hacia una senda divina de iluminaciones y revelaciones será llevada a cabo.
Comenzaremos a comprender, si nuestro esfuerzo es enfocado y nuestra acción en la materia consciente y luminosa que el verdadero movimiento de la era de Acuario es el de un fluir evolutivo por nuestra esencia divina en el cosmos, y no el involutivo esfuerzo del atesoramiento conocimiento a través del estudio.
Daremos entonces los primeros pasos en el verdadero sendero del Mago, donde la conciliación y el amor por nosotros mismos generarán sagrados y desinteresados actos de conciliación y amor por el mundo, y éstos a su vez, una grandiosa revelación del poder de una Esencia individual divina, que espera pasar a la acción en un momento cumbre para la humanidad y el cosmos.
NOTA MEDITATIVA:
La principal acción de Leo consiste en permitir que el Alma, la quinta Esencia, el Yo Superior que desde el vacio de la meditación surge sin ningún esfuerzo se precipite como único y sagrado mediador capaz de generar la sublime fuerza de Amor donde cualquier proceso o conflicto entre los distintos estados del Ser pueden ser sanados y puestos al servicio de la poderosa fuerza de la UNIDAD INTERIOR.
Este trabajo meditativo del plenilunio de Leo es una excepcional oportunidad para generar puentes y relaciones únicas entre los niveles inferiores o lunares y los niveles superiores o solares permitiéndonos crear un punto focal en nosotros mismos (punto medio) que será una fuente inspiradora y potencializadora donde los pares de opuestos se ponen al servicio de la relación y circulación ininterrumpida de las energias creadoras de la existencia.
Namasté.
Anabel.C.Huertas
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