"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

lunes, 26 de mayo de 2014

El comienzo del Cielo






GUERRERO – CIB

“Cuestionar y discernir”. La inteligencia como antesala de la sabiduría. En vez de preguntar el porqué de las cosas, preguntarle a las cosas mismas. La osadía y la intrepidez para salir de la prisión de la mente condicionada."


(...) "En el mundo de Dios todos los valores han sido invertidos y sólo la Cruz nos da la posibilidad de reconocer los que son auténticos. Lo que a los hombres parece sabio, noble y fuerte, para Dios es necio, vulgar y débil. Y lo que los hombres tienen por impotencia y locura, para Dios es omnipotencia y sabiduría suma.

La Cruz nos revela la existencia de una vida suprema y divina, y sólo aquella es la puerta que da acceso a la única realidad verdadera, a la única vida auténtica. 

La Cruz desbarata todas las obras terrenas y todos los esfuerzos humanos. Consiste en que todo sale de distinta manera a como esperábamos y habíamos pensado. Se cruza en el camino de nuestros planes y proyectos. Muchas veces nos disponemos para luchar y sufrir, nos prevenimos para una tribulación, nos proponemos resistir... Y, he aquí, que la Cruz aparece en una forma distinta e inesperada, quizá de una manera deplorable y ridícula, de suerte que nuestro orgullo y nuestro espíritu se desmoronan. En esto hay también un quebranto y una destrucción del propio "YO" de cada uno. Ahora bien, cuando el "yo" desaparece se presenta Dios. Por eso, cuando se lleva la Cruz y no se rechaza, ella misma nos introduce en la vida superior y divina.

Dios, antes de que aprendamos a buscarlo y a confiar únicamente en Él, debe quitarnos toda seguridad terrena basada en el poder humano. Sólo entonces empieza para nosotros, por medio de la Cruz, la nueva existencia: la vida divina.

La Cruz nos libera de la desesperación y del hastío porque nos muestra un reino nuevo. La muerte de lo terreno es la puerta que se abre a la vida auténtica. Solamente en la Cruz, se comprueban los verdaderos valores; aquello que no es capaz de resistir la prueba de la Cruz, aquello que no sobrevive a la muerte, en el fondo, no tiene valor. 

La Cruz es el comienzo del Cielo, porque purifica y perfecciona al hombre, hasta el punto de hacerle capaz de entender, contemplar y desear lo divino".

El misterio de la cruz





"...el alma inspirada e iluminada se halla en profunda paz y por el momento, no necesita encaminarse a ninguna otra meta."





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