"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

sábado, 20 de junio de 2015

Del liberador poder de danzar y girar



"(...)imagino que mis vueltas 
hacen nacer mundos".


"Y el Alma descendió al principio. Fuego, aire, tierra y agua amasaban un reino donde musas, devas y sueños lunares daban forma en una mujer al más sagrado movimiento del principio femenino.

Como Eurínome eligióse un 18 de junio para comenzar el giro por los espacios-tiempos de la existencia.




Sabía de la danza de las aves, de los profundos océanos de las sirenas, de las colmenas y santuarios de la tierra, porque dual se entregaba a la fricción de la propia experiencia, porque más allá del verbo ELLA ya era.

Danzó sobre sus mundos y parióse en un latido ancestral que gozó de su caos primordial sumido en un nacimiento imparable. Separó las luces de las sombras, las noches de los días, los mares de cielos, y en aquel re-nacerse imParable se procuró un reino capaz de resurgir en cada instante, capaz de soñarse y reinventarse, capaz de sostenerse y sostener.

Libre y eterna el alma acariciaba átomos y moléculas, gestando paisajes entre las estrellas que organizaban mundos y destinos, ríos, montañas, miradas, bocas,pieles, árboles y caminos...Amores donde contenerse, cuerpos donde estallar, versos donde mirarse, sentimientos donde estremecerse y buscar...

Y así el Alma descendió al principio y con la más bella sinfonía sideral, el amanecer y el ocaso la besaron...y del barro sagrado de los días...Nació para SER".




Regalos de la Senda, Por Anabel.C.H, en el sendero del Mago: Ángeles de Barro. 


En la mitología griega, Eurínome es una oceánide, hija de Océano y Tetis y madre con Zeus de las tres Cárites. Su nombre significa ‘amplio gobierno’. Eurínome, materializada en paloma, pone un huevo del que surge todo lo creado. El primer hombre es Pelasgo, ascendiente de los pelasgos, tribu griega precedente a los helenos.

Boecio y otros autores ofrecen otra versión según la cual fue la esposa de Ofión y reinó con él sobre los titanes antes de los tiempos de Crono. Pero cuando éste se alzó contra su padre, Eurínome fue vencida por Rea y arrojada al Tártaro o al fondo del mar. Algunos autores la hacen también con Zeus, madre del río Asopo.

Cuando Hefesto fue arrojado del Olimpo por Hera, Eurínome y Tetis lo recogieron en el fondo del mar.


Eurínome es la Diosa Creadora, la Madre de Todas las cosas en el mito pelasgo (los pelasgos eran el pueblo que ocupaba Grecia antes de las invasiones jonias, dorias y aqueas) de la creación.

Posteriormente pasó a la mitología griega clásica como una de las Oceánides (hijas del dios Océano y la titánide Tetis).

Sin embargo su nombre significa "amplio gobierno", por lo que su etimología apoyaría la afirmación de que era la Diosa Madre para los pelasgos.

Eurínome habría sido la creadora de la serpiente Ofión, (Όφίων, ‘serpiente’) hasta que ésta la ofendió pretendiendo ser el creador de todas las cosas y ella lo arrojó a las oscuras cavernas situadas bajo la Tierra (lo que luego se llamaría el Tártaro).

Sin embargo, versiones posteriores eliminan el destierro de Ofión por parte de Eurínome y cuentan que ambos reinaban juntos en el Olimpo hasta que fueron desterrados por Rea y Cronos.

Esta última versión habría sido bastante popular en la poesía órfica:

"Cantaba cómo la tierra, el cielo y el mar, una vez mezclados en una única forma, fueron separados unos de otros tras una disputa mortal, y cómo las estrellas y la luna y los caminos del sol no mantuvieron su lugar fijo en el cielo, y cómo las montañas se elevaron, y cómo los estrepitosos ríos con sus ninfas fueron creados, con todos los seres vivos. Y cantaba cómo en primer lugar Ofión y Eurínome, hija de Océano, tuvieron el dominio del nevado Olimpo, cómo por la fuerza cedieron su lugar a Crono y a Rea, y cómo cayeron a las olas de Océano; pero los otros dos gobernaban entonces sobre los benditos titanes, mientras Zeus, todavía niño y con los pensamientos de un niño, moraba en la cueva Dictea, y los Cíclopes nacidos de la tierra aún no le había armado con el rayo, el trueno y el relámpago, pues estas cosas darían fama a Zeus." ("Argonaútica", Apolonio de Rodas)


Licofronte (1191) nos cuenta que Rea era diestra en la lucha y de esta manera habría expulsado a la anterior "reina" del universo, Eurínome.

Eurínome tenía dedicado un templo en Arcadia, abierto solo una vez al año. Posteriormente su culto se fundió con el de Artemisa y con el de las tres Gracias, de las cuales se la hizo madre.

"Los dones de Céres que Triptolemo dió a conocer al poderoso Arcas, reemplazaban la bellota con que se mantenían en otro tiempo los Pelasgos, primeros habitantes de la Arcadia.

Apenas la aurora iluminó con sus primeros rayos el altar de Júpiter que corona el Monte Liceo...


El Monte Liceo era la montaña más alta de la Arcadia, y llevaba el nombre de Monte Sacro, porque Júpiter, según los arcades, había sido criado allí. Había en la cumbre de la montaña un altar, dedicado a aquel dios y desde aquel altar se descubría todo el Peloponeso. Los hombres no podían entrar en el recinto consagrado a Júpiter. Los cuerpos no proyectaban sombra alguna en aquel sitio. Aunque los hiriese el Sol."


(Pausanias in Arcad, cap. XXXVIII, Los viajes del jóven Anacarsis)*




Eurínome o Eurynome, “la universal”, es una Titánide, tal vez la primera. Los Titanes eran seres muy poderosos que precedieron a los dioses griegos del Olimpo. Cuenta la leyenda que en el principio, Eurínome emergió desnuda del caos, y empezó a girar en una danza que separó el mar del cielo y la oscuridad de la luz, poniendo así orden en el caos. Sus giros crearon la Tierra y las estrellas.

Su movimiento generó así mismo un fuerte viento que la diosa magnetizó: enrolló el viento dándole forma de gran serpiente, y lo llamó Ofión. 

Esta serpiente-viento fue su consorte, y ella se transformó en una paloma que puso un huevo cósmico del que nacieron todas las cosas. 




Orgullosa y despectiva, la serpiente se atribuyó posteriormente el mérito de todo, por lo cual Eurínome la desterró a una mazmorra del inframundo, desde dónde alguna vez todavía causa problemas de vez en cuando.



La Libertad dentro del Límite.



"Hoy disfruto del liberador poder de danzar y girar,
imagino que mis vueltas hacen nacer mundos".





ღ•❥*⁀`•.¸¸.* BarakaakaraBღ•❥*⁀`•.¸¸.*






*(Extracto de "Un Prodigio de la divina gracia: oración panegírica en honor del anacoreta director y padre San Francisco de Paula..." Escrito por Agustí Murull)

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