"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

martes, 19 de julio de 2011

¿Con qué derecho el tiempo, separa la flor del árbol que era suyo?


 

Había signos en el aire.
Había presagios en el cielo.
Tenía que brotar la gracia de repente,
con sus pasos de gloria.
Con todos sus gérmenes sagrados,
con su aliento de vida o muerte.
Venía la belleza de quién sabe donde.
Venía hacía mis ojos,
con su andar de planeta seguro de su tiempo…
Es la ley misteriosa que de pronto se encarna,
Y se hace realidad en un instante.

El azar se presenta,
con todas sus fuerzas invencibles.
El azar con sus constelaciones desatadas
que súbito se anudan,
para cumplir con un destino en las piedras lentas.

El aire vibra de los sonidos de la vieja flauta.
Una dulce amistad ha nacido en el mundo.
Acaso un gran peligro se yergue de su noche.
La voz de un hombre dice Estrella,
y tiembla como una estrella.
El viento pasa y el azul amado,
deja caer su aroma,
para ungir las cabezas señaladas.

Ahí viene sobre dos pies alados
envuelta de música de nardos y de bosques,
la gracia y la belleza,
entre los ruidos de las calles
sobre sus pies alados,
aparece de pronto entre los hombres y las casas
y todo cae en el vacío.
Los ruidos, las casas y las calles.
Como las ropas de una mujer que se desnuda.

Sólo tú quedas en el mundo
sólo tu cuerpo como una flor inmensa,
que llena de universo.

¡Oh tierra cómo te has hecho bella en un instante!

Dos miradas se cruzan,
Y canta un árbol nuevo.
Dos manos se entrelazan,
Dos anhelos se encuentran,
Dos angustias se hablan en secreto.
¿Por qué, razón?


Solo los signos y el azar lo saben
Dos corazones reconocen un impulso ciego
Y el camino que se abre al infinito.

Un hombre dice estrella,
y hay un temblor en los espacios.
Un hombre dice Mar,
y las olas se agrandan satisfechas.
Un hombre dice Selva,
y los árboles comprenden su deber milenario.
Un hombre dice Viento,
y todo se agita hasta la muerte.

Estrella yo no te pido tu destino.
Ni exijo mas aroma a la flor de la tarde.
Yo quiero solo una amistad de anchas orillas,
un gran río profundo.
Que embruje mi país,
y haga cantar las aguas dormiladas
que siempre creen olvidar su vida.

La calle del azar,
el punto mismo,
donde se encuentran los designios,
los ojos se adivinan,
se entornan suaves,
saben que juntos van a mirar las cosas.

Los labios se presienten,
Palpitan como flores que empiezan la jornada
¿Son besos? ¿Son palabras?
¿Es un cambio de ideas a través de los años?
¿Por qué llegas tan tarde a mi jardín,
por qué no apresuraste la marcha en las tinieblas?
¿Con qué derecho el tiempo,
separa la flor del árbol que era suyo?
¿Por qué pone distancias en los años?
¿No sabes que este trozo de tierra te aguardaba
Cansado de cantar y de llamarte?

Yo te había elegido,
Como la tierra el árbol de su gracia.
Como el naufragio al barco más amado,
esto es grande y es triste.
Porque no hay modo de cambiar los signos.
Mi exaltación acaso te asustaba,
Ella era real como las tempestades.
Perdona lo que venga y es que ya ha nacido
No es culpa mía si el destino habla.
Entre el cielo y la tierra,
hay algo grande que comienza.
Tierra y cielo sienten temblar las rocas y las nubes
Cielo y tierra son cómplices del sueño,
y sus pájaros nacientes sin permiso

¿Serás mi estrella, entre la vida y la muerte sorprendida?
Ven hacia mi más mía que mis huesos.
Ven entre mirtos y mármoles profundos.


¡Oh cuerpo del ritmo eterno!
¡Oh la amistad de músicas y cielos infinitos!
¡Oh belleza del mundo!

*** Permíteme acordarme de mí mismo ***
Poema estrella hija de estrella

Vicente Huidobro


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