"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

miércoles, 21 de mayo de 2014

El camino




Por Leo­nardo Boff

"Tengo espe­cial fas­ci­na­ción por los cami­nos, espe­cial­mente por los cami­nos del campo que suben peno­sa­mente la mon­taña y desaparecen en la curva del bos­que. O los cami­nos cubier­tos de hojas mul­ti­co­lo­res en las tar­des gri­ses de otoño, por los cuáles andaba en mis tiem­pos de estu­diante en los Alpes del sur de Alema­nia. 

Y es que los cami­nos están den­tro de noso­tros. Hay que pre­gun­tar a los cami­nos el por­qué de las dis­tan­cias, por qué a veces son tor­tuo­sos, y can­san o son difí­ci­les de reco­rrer. Ellos guar­dan los secre­tos de los pies de los cami­nan­tes, el peso de su tris­teza, la lige­reza de su ale­gría al encon­trar a la per­sona amada."


El camino cons­ti­tuye uno de los arque­ti­pos 
más ances­tra­les de la psi­que humana. 



El ser humano guarda la memo­ria de todo el camino seguido a lo largo de los 13,7 miles de millo­nes de años del pro­ceso de la evolución. Guarda espe­cial­mente la memo­ria de cuando sur­gie­ron nues­tros ante­pa­sa­dos: la rama de los verte­bra­dos, la clase de los mamí­fe­ros, el orden de los pri­ma­tes, la fami­lia de los homí­ni­dos, el género homo, la espe­cie sapiens/​demens actual.

Debido a esta incon­men­su­ra­ble memo­ria, el camino humano se pre­senta tan com­plejo y a veces indes­ci­fra­ble. En el camino de cada per­sona tra­ba­jan siem­pre millones de expe­rien­cias de cami­nos pasa­dos y reco­rri­dos por incon­ta­bles gene­ra­cio­nes. 

La tarea de cada uno es pro­lon­gar este camino y hacer su camino de tal forma que mejore y pro­fun­dice el camino reci­bido, ende­rece lo tor­cido y legue a los futu­ros cami­nan­tes un camino enri­que­cido con su pisada.

El camino ha sido y sigue siendo una expe­rien­cia de rumbo que indica la meta y simul­tá­nea­mente es el medio por el cual se alcanza la meta. 

Sin camino nos sen­ti­mos per­di­dos, inte­rior y exte­rior­mente. Nos lle­na­mos de oscu­ri­dad y de con­fu­sión. Como hoy la huma­ni­dad, sin rumbo y en un vuelo ciego, sin brú­jula y sin estre­llas para orien­tar las noches tenebrosas.


Cada ser humano es homo via­tor, 
un cami­nante por los cami­nos de la vida. 
Como dice el poeta can­tante indí­gena argen­tino 
Atahualpa Yupan­qui : 


«el ser humano es la Tie­rra que camina»




No reci­bi­mos la exis­ten­cia aca­bada. Debe­mos cons­truirla. Y para eso hay que abrir camino, a par­tir y más allá de los cami­nos andados que nos pre­ce­die­ron. Incluso así, nues­tro camino per­so­nal nunca está dado com­ple­ta­mente. Tiene que ser cons­truido con creati­vi­dad y sin miedo. 


Como dice el poeta, español Anto­nio Machado: 


«cami­nante, no hay camino, 
se hace camino al andar».

Efec­ti­va­mente, esta­mos siem­pre en camino hacia noso­tros mis­mos. 

Fun­da­men­tal­mente,
 o nos rea­li­za­mos o nos per­de­mos. 


Por eso hay bási­ca­mente dos cami­nos como dice el pri­mer salmo de la Biblia: el camino del justo y el camino del impío, el camino de la luz o el camino de las tinie­blas, el camino del egoísmo o el camino de la soli­da­ri­dad, el camino del amor o el camino de la indi­fe­ren­cia, el camino de la paz o el camino del con­flicto. 


En una pala­bra: el camino que lleva a un fin bueno o el camino que lleva a un abismo.

Pero pres­te­mos aten­ción: la con­di­ción humana con­creta es siem­pre coexis­ten­cia de los dos cami­nos, que sue­len entre­cru­zarse. En el buen camino se esconde tam­bién el malo, y en el malo, el bueno. Ambos atra­vie­san nues­tro cora­zón. Este es nues­tro drama que puede trans­for­marse en cri­sis e incluso en tragedia.

Como es difí­cil sepa­rar total­mente la cizaña del trigo, el camino bueno del camino malo, esta­mos obli­ga­dos a hacer una opción fun­da­men­tal por uno de ellos: por el bueno, aun­que nos cueste renun­cias o incluso pueda traer­nos des­ven­ta­jas, pero por lo menos nos da paz de con­cien­cia y la per­cep­ción de que esta­mos en lo correcto. 

Y están los que optan por el camino del mal: éste es más fácil, no impone nin­guna limi­ta­ción, pues todo vale con tal de que nos bene­fi­cie. Pero cobra un pre­cio: la acu­sa­ción de la con­cien­cia, ries­gos de cas­ti­gos y hasta de ser eliminado.

La opción fun­da­men­tal con­fiere cua­li­dad ética al camino humano. 

Si opta­mos por el buen camino, los peque­ños pasos equi­vo­ca­dos o los tro­pie­zos no des­trui­rán el camino y su rumbo. Lo que cuenta real­mente frente a la con­cien­cia y ante Aquel que a todos juzga con jus­ti­cia es esta opción fundamental.

Por esta razón, la ten­den­cia domi­nante en la teo­lo­gía moral cris­tiana es sus­ti­tuir el len­guaje de pecado venial o mor­tal por otro más ade­cuado a esta uni­dad del camino humano: fide­li­dad o infi­de­li­dad a la opción fun­da­men­tal. 

No hay que ais­lar los actos y juz­gar­los des­co­nec­ta­dos de la opción fun­da­men­tal. Se trata de cap­tar la acti­tud básica y el pro­yecto de fondo que se tra­duce en actos y que uni­fica la direc­ción de la vida. 


Si ésta opta por el bien, con cons­tan­cia y fide­li­dad, con­fe­rirá mayor o menor bon­dad a los actos, no obs­tante los alti­ba­jos que ocu­rren siem­pre pero que no lle­gan a des­truir el camino del bien. 



Este vive en estado de gra­cia. 



Pero están también los que optan por el camino del mal. Cier­ta­mente pasa­rán por la severa clí­nica de Dios en caso de encon­trar mise­ri­cor­dia a sus maldades.

No hay esca­pa­to­ria: tene­mos que esco­ger qué camino cons­truir y cómo seguir por él, sabiendo que «vivir es peli­groso» (Gui­ma­rães Rosa). Pero nunca lo hace­mos solos. Con noso­tros cami­nan mul­ti­tu­des soli­ta­rias hacia el mismo des­tino, acom­pa­ña­das por Alguien lla­mado: 


“Emma­nuel, Dios con nosotros”



"YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA"


Toda conquista tiene un solo propósito: 
llevaros a lo “desconocido” tan eficazmente como sea posible. 
Una vez allí, permaneced tranquilos: 

La interrogación os lleva a vuestro destino. 

El resto es el resultado de la Gracia. 

No os apeguéis a ningún conocimiento, 
incluso las revelaciones más extraordinarias 
os llenaran de recuerdos 
y os dejarán el corazón vacío. 

La verdad es siempre nueva 
y solo existe en este mismo instante. 

La verdad más alta está más allá del conocimiento 

y la experiencia, más allá del tiempo y del espacio, 
más allá del ser, de la conciencia y de la unidad. 


Poco importa el camino espiritual que hayáis emprendido, 
las enseñanzas que habéis seguido, 
os deben reconducir al no camino, y a la no enseñanza. 

Una enseñanza verdadera es como un fuego ardiente que se consume. La enseñanza no solamente debe consumiros, 
si no consumirse también a si misma. 

Todo debe ser reducido a cenizas, 
y las cenizas que queden, 
también deben ser consumidas. 
Entonces y solo entonces, 
lo Último es realizado. 

La verdadera iluminación destruye la iluminación. 

Hay un momento en el que intuitivamente comprenderéis 
que para ser libres, debéis dejar vuestro apego a la libertad.

Tenéis que tomar la decisión de no volver jamás a mirar por encima de vuestros hombros para ver si sois libres 

o si otros saben si lo sois. 

Simplemente tenéis que dejar que ese pensamiento se consuma, poco importa lo que pase. 


Es poco en lo que yo os puedo ayudar. Os puedo decir lo que necesitáis hacer, pero sois vosotros quienes lo tenéis que hacer. 

Adyashanti





“Lo que el Universo quiere de nosotros es DESAPEGO. Respetar la libertad del otro, sí, pero el más importante desapego es el de uno mismo: la personalidad. Es el camino para amar incondicionalmente, que es como Ama el Universo: libérarme incluso de mí mismo, de lo que creo que soy”.

Matías de Stefano lo dijo así de claro ante 200 personas.Y no sólo porque lo diga Matias, también lo digo YO...

...AMA…







Agradecimientos: http://lapuertamagicadevictor.blogspot.com.es




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