"TANTO LOS BUENOS COMO LOS MALOS TIEMPOS NOS ENSEÑAN
VALIOSAS LECCIONES ACERCA DE LA VIDA Y ACERCA DE LA ORACIÓN DIARIA" PUEBLO
SIUX
Tal vez, el hecho de forzar situaciones, personas y cosas,
parece estar reñido con un final feliz.
La vida nos enseña, una y otra vez, que el hecho de aplicar
más fuerza que la justa, supone un dar la vuelta al objetivo perseguido,
convirtiendo en perjuicio lo que antes era bonanza.
El ser humano que se busca a sí mismo como principio y fin
de su aventura en la tierra, conforme se acerca a los niveles más recónditos de
su ser, retira aquella fuerza del músculo y deja paso a la inofensiva suavidad
del alma.
La garra que nació para agarrar y permitir sobrevivir al
cuerpo físico ya no sirve como herramienta para abrazar la levedad
Supra-mental. Y si en un tiempo la vida demandaba el desarrollo de la fuerza y
el enfrentamiento a la naturaleza, una vez "de vuelta a casa", es la
ternura y la caricia del silencio las que reman con mayor velocidad hacia el
puerto del alma.
El acto de fluir refleja ese suave resbalar de las aguas del
río por el cauce hacia el mar.
Fluir habla de observar cómo sucede el devenir sin despistarse. Fluir habla de comprobar cómo, sin forzar la propia intervención en el desenlace de los acontecimientos, las cosas encajan por sí solas en una dirección insospechadamente óptima.
Fluir significa sujetar delicadamente al ego, con sus miedos y deseos, y abrirse a la sintonía de un yo global más sabio que propicia aquella victoria en la que todos ganan.
Fluir significa apostar por la Confianza, con mayúsculas, en un principio de orden superior, a través del cual se mueven las fichas de la vida de manera sabia y misteriosa. Un flujo que avanza sin el miedo que propicia el no control de un agobiado ego que vive agarrado a la falsa seguridad de la tensión y la ansiedad anticipatoria.
Fluir es dejarse inundar por el presente sabiendo que el río de la vida discurre por entre las dos orillas de la claridad y la confusión, mientras el uno mismo observa a ambas. Un tercer punto más allá de ellas.
Fluir significa que la tristeza no perturba y que la frustración no nos arrebata del sólido promontorio interior desde el que atestiguar con la suave y benévola sonrisa del alma.
Fluir por la vida es situarse en el Testigo primordial, neutral y ecuánime que, de manera inafectada y totalmente imperturbable, observa el juego del dolor y del placer mientras el psico-cuerpo crece, se desarrolla, decae, envejece y muere.
Sin duda, a quien le sucede todo este proceso del vivir en un cuerpo, es al yo-Espectador de la aventura de la conciencia. El Testigo que observa a la mente soñadora de realidades estimulantes y contradictorias.
Unos lo llaman Tao, otros, simplemente, Alegría sin causa. Pero también se le llama, Bondad primordial, Pura Consciencia. De todas formas, son tan sólo nombres que apuntan a ESO que somos en esencia.
Una Identidad Suprema que no ha nacido ni morirá porque
existía antes y después del Big Bang, porque está fuera del tiempo y pertenece
al plano del Ser que llamamos infinito.
Si uno lo busca, tal vez, malgasta su tiempo porque nunca lo perdió, de la misma forma que la humedad nunca pierde al agua. Sucede que es el Todo, algo que el ego no puede concebir, mientras no sea eclipsado y expandido en momentos ocasionales de Gracia.
Se trata de instantes en los que brota la verdadera
naturaleza de la mente profunda en donde la gratitud y ternura se derraman.
De un instante de GRACIA, nací al Amor a ESO que Yo SOY. El camino me ha enseñado que estamos siendo entrenados para inundar la ausencia de Amor, de nuestra propia esencia cuando habitamos en él. Nunca pensé que el rostro del Amor, fuera tan voraz y generoso al mismo tiempo. Estábamos aprendiendo otro modo de AMAR y de Aceptar seguir el rio de la vida, sin oponer resistencia, agradeciendo pese a todo el instante de estar vivo.
Confío, en que el Universo
tenga sus razones para haberme traído de la mano de mi corazón hasta dónde
llegué. Consciente de que la mente y la emoción, dominan a menundo nuestras aguas, navego en un mar de dudas, con un único rumbo y certeza,
impulsada a Ser lo que Soy hacia lo que llevo dentro. Mi corazón.
Hasta llegar aquí, sólo ha sido un trayecto, sencillamente,
de aquello que llamamos VIDA y la confrontación con la pregunta ¿cómo vivirla? La Voz
Interior, mi Voz...no quiero otro camino. El reto es atreverse...y dejarse. Y no sentir nunca que estamos Solos. Aunque de soledad callada también es el camino, el mismo que nos lleva a compartir el rostro más amable, con los otros. Aquellos a los que brindar con el ejemplo, al sol de cada abrazo, nuestra Fe, en que nosostros somos el cambio, y lo contenemos todo.
La vida está ahí fuera, y nosotros en su devenir, nos vemos envueltos en "arribas" y "abajos", de dentro hacia afuera, en cielos infinitos que nos sujetan
más fuerte que nunca al AQUI Y AHORA.
La visión no la tenemos para anticiparnos a los hechos,
sino para vivirlos acorde a los nuevos tiempos.
VIVE BARAKA. TIRA DEL HILO.
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