Por supuesto que habrá dificultades. Y aprenderás a salirte de tu cabeza para entrar en tu inmediata experiencia corporal, saldrás de tus historias y conclusiones mentales para contactarte con la cruda energía del aquí-y-el-ahora, sintiendo directamente la devastación de tus sueños, en lugar de tratar de intelectualizar todo; permitiendo que el dolor, la ira y la tristeza de miles de años emerjan a través de tus poros, en lugar de descartarlos como una mera 'ilusión' o distraerte con nuevos sueños.
Todas tus ideas preconcebidas acerca de la 'iluminación' estallarán en millones de pedazos, tus felices ideas sobre el 'despertar espiritual' no sobrevivirán a esto, ¡oh no!
Te verás forzado a tener un encuentro cara-a-cara con la vida, sin la protección de papá y mamá, sin el escudo de tus creencias, sin la protección del ego, sin la seguridad de mierda que brindan los puntos de referencia fijos. Incluso tus más adorados gurús espirituales y filósofos dejarán de serte útiles.
El crudo placer y el dolor que las dificultades implican, sin ningún filtro, por fin.
Sin estar ya adormecido, volverás a ser amorosamente vulnerable como lo eras en un principio, antes de conocer los conceptos de lo correcto y lo equivocado, del bien y el mal, de Dios y el diablo.
En un principio, esto te parecerá aterrador - este depender únicamente de tu autoridad interna, esta absoluta apertura a la experiencia - pero aprenderás a confiar en el camino sin-camino, y construirás tu nido en el cálido seno de la inseguridad.
Y todo se desplegará en el más profundo de los silencios.
Sí, por supuesto que habrán dificultades. Pero, también habrá júbilo, uno que solo en tus sueños habías imaginado.
-Jeff Foster-
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