Energías de Junio: Empezando a reconocer
la senda del zoodíaco Mayor “Sirius”
Fotografía: Zena Holloway
“En cuanto uno se compromete con firmeza, la providencia se mueve también. Ocurren toda suerte de cosas destinadas a ayudarnos que, de lo contrario, jamás habrían ocurrido; incidentes, imprevistos, encuentros y un apoyo material que nadie habría imaginado jamás que obtendría”
W.Hutchinson Murray.
Durante estos días intensos de junio la plena actividad de Géminis nos conduce al reconocimiento y materialización de todos los aspectos del conocimiento ancestral.
El sendero nos empuja a “pasar a la acción” como única via posible para que los procesos subjetivos tomen forma en la materia, acercándonos cada vez más a la ilimitada fuente de sabiduria que encerrada en nuestra Alma, aguarda reencarnación, tras reencarnación, ser experimentada por completo para revelarnos el “secreto de las edades” y conducirnos a un nuevo modelo de influencia, donde las fuerzas universales, no se centran ya en la revelación del Hombre-Dios, si no en ponerlo al servicio del entramado creador del zoodíaco Superior.
Sirius altamente vinculada a Géminis, nos ofrece destellos de esa nueva via evolutiva y genera una poderosa atracción mental hacia nuevos conceptos espirituales, nuevos delineamientos astrológicos, y nuevas convocatorias de co-creación conjunta, al servicio de realidades cada vez mayores, que a su vez, exigen mucho más perfeccionamiento y responsabilidad a la humanidad.
Las constelaciones cuya influencia e interacción con Géminis derraman sus pinceladas de sabiduria universal y conocimiento ancestral , nos empujan a un emergente llamado, donde después de haber atesorado la “teoria” durante este tiempo de reestructuración y búsqueda, debemos trasladarla a la cotidianidad, compartiéndola y expresándola de acción y pensamiento para que ésta se convierta en un foco que traspase el abismo de la separatividad dimensional, creando un espacio “real” que transitar.
Nos dice Alice Bailey sobre las constelaciones que trabajan a través de Géminis:
“Cuando miramos los cielos estrellados en la noche y ubicamos a Sirio, la Estrella Perro, la historia de nuestro pasado, presente y futuro está dramáticamente representada.
- Tenemos la historia de nuestro pasado en Lepus, la Liebre, de pies veloces, engañada, loca, amarrada a la rueda de la vida, identificada con el aspecto materia, y siempre la enemiga de “El Príncipe que Viene”.
- En el Can Menor, tenemos la historia del aspirante, de nuestra suerte presente. Morando dentro nuestro está el gobernante interior, la divinidad oculta, el redentor.Nosotros salimos victoriosos y a triunfar, pero tenemos que hacerlo como el discípulo agobiado, soportando por otros y sirviendo.
- En el Can Mayor tenemos representado nuestro futuro y una consumación, gloriosa más allá de toda presente realización. Si todas las religiones y escrituras del mundo se perdieran y no nos quedara nada excepto los cielos estrellados, con la historia del zodíaco y el significado de los nombres de las diversas estrellas que se encuentran en las diferentes constelaciones, podríamos seguir las huellas de la historia del hombre, recobrar el conocimiento de nuestra meta y aprender el modo de su realización.”
Empezamos durante este tiempo a transitar la sabiduria y el recuerdo de fuerzas menos fraccionadas que se manifiestan en el sendero zoodiacal Mayor.
Sirius es la primera de las 7 fuerzas que gracias al desarrollo magnético de nuestros centros, está empezando sintetizar su luz sobre la tierra desvelándonos poco a poco nuestra vinculación con esta via iluminativa.
Un acercamiento o ascensión a este “conocimiento” y fuerza ha sido convocado ya por la humanidad y su influencia empieza a dejarse ver de forma concreta.
Durante todas las edades, esta estrella ha marcado los delineamientos de antigüas civilizaciones, de ocultitas y astrónomos de todos los tiempos, y es cada vez más comprendida, su función de “fuego espiritual”.
En este tiempo trascendental todo el aprendizaje que la humanidad ha realizado hasta manifestar la realidad concreta donde el ser humano empieza a asentar su poder como Hombre-Dios, debe ser ahora revisada, reenfocada y dirigida hacia las nuevas vias co-creadoras, y fluir en los designios de una rueda zoodiacal Superior.
La humanidad cada vez más consciente de sus propios misterios y de la conexión universal a la que pertenencen, son ahora capaces de llevar a cabo la culminación del zoodíaco inferior, consumando las acciones necesarias para que la materialización de un único centro de fuerza en su Ser, sea el nuevo “patrón” en la navegación de una senda evolutiva superior.
Quienes aún están sumidos en procesos de la personalidad tienen la oportunidad de acelerar su tránsito generador del punto medio planetario, gracias a todos aquellos que ya están manifestando y revelando su influencia a las fuerzas cósmicas superiores, y que son vitales inspiradores y aceleradores cuánticos para quienes empiezan ahora a “despertar”.
Sirius conocido en la antigüedad “como el perro que guia las ovejas a la montaña” (recordemos que la montaña es símbolo de las iniciaciones mayores) es la primera fuerza motriz del universo, que está revelando su creciente “conexión” a ese nuevo estatus superior de la conciencia humana.
Muchas sociedades secretas han estado transitando ya la “via de Sirius” como fuerza transmisora “del sol detrás del sol”, pero es ahora, gracias a la exteriorización de todo lo velado que infunde la recién estrenada era de acuario, que la humanidad empezará a percibir, es sagrada conexión con “fuerzas” y entidades que hasta ahora, sólo han sido conocidas y utilizadas por órdenes secretas y ocultistas.
Empezar el sendero del zoodíaco Mayor, y sentir la influencia, guia y directrices de las conexiones milenarias entre las Pléyades, Sirius y la Osa Mayor, sólo es posible una vez han sido asentadas y materializadas en el interno, los procesos evolutivos del zoodiaco inferior.
“Las pruebas de Hércules” deben haber sido superadas, y el hombre-Dios que encarnamos debe haber empezado a dar sus primeros pasos para genenerar la interacción telepática con las fuerzas Superiores.
Durante este tránsito hacia el solsticio invernal el 21-12-12, grandes vórtices de energia se aúnan a nuestra realidad planetaria para insuflar un empuje definitivo en el asentamiento de esa nueva naturaleza de la humanidad y de sus justas relaciones.
Comenzar a regar las semillas que han sido plantadas durante la intensa búsqueda interior de estos tiempos prodigiosos es la forma natural de comenzar la estricta via de servicio del zoódico Mayor.
Sólo en la materialización de la conciencia Crística cuyo exponente de Amor universal es el servicio, los adeptos, inciados y discipulos en provación empezarán a recibir los destellos de los tránsitos superiores y los delineamientos hacia la meta común del universo.
El total compromiso con nuestros hermanos, con los reinos inferiores de los que somos custodios, y el despliegue sobre el inconsciente colectivo de la gran Conciencia Crística, es la única forma a través de la cual el sendero Mayor, puede comenzar a ser transitado.
Abran pues sus nuevos caminos. Rieguen todo aquello que han estado aprendiendo y que permanece en los niveles astrales y mentales aguardando una dirección y una acción.Den un paso por fin rodeando su realidad aunque no sepan muy bien cual será el sentido o resultado de su despertar cuántico.
Realicen la metafísica de hacer concretos todos los sueños e intuiciones que en su reino interno ya se revelan con grandeza y omnipresencia.
Sean, experimenten lo que son…y bríndenle a sus hermanos la oportunidad de que la inspiración fulgurante que en ustedes se gesta, sea la luz, el puente y la esperanza para que la armonia y la fraternidad sean la tónica y el ritmo reinante en una Nueva Tierra.
Por Anabel C.Huertas
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