La flor nacional de la India es
el loto, que al mismo tiempo de ser hermosa nace de entre el fango y el lodo,
motivo por el cual su representación se asocia con la aspiración y el potencial
de los humanos.
Su peculiaridad radica que al momento de abrirse pura y
perfecta, se eleva y jamás es tocada por el barro.
Es de este increíble instante de
donde los hindúes iniciaron su respeto y adoración a la imagen del loto. Los
pétalos que se abren simbolizan el crecimiento espiritual, la pureza de cuerpo
y mente.
El loto es el símbolo del
nacimiento divino, ya que el dios Brahma emerge del ombligo de Vishnu, sentado
sobre una Flor de Loto, para crear el Universo.
También representa el sol y la
rueda del nacimiento y del renacimiento, ya que sus pétalos se abren al
amanecer y se cierran cuando oscurece sumergiendo intacta nuevamente entre el
fango y el lodo.
Ademas, posee la particularidad
de ser la única flor que es fruto y flor a la vez, encerrando un principio
budista de causa y efecto, donde toda acción que realizamos es una causa que
tiene su potencial en sí misma, el efecto… Así como el loto que es la causa
(semilla) y efecto (flor) a la vez. Su semilla es casi eterna, ya que tiene la
capacidad para germinar cientos de años después.
Estamos juntos hoy.
Estaremos juntos mañana.
Estaremos juntos en el origen de cada momento.
Nos veremos en todas las formas de vida.
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