Ceder implica aceptar internamente lo que es,
es abrirse a la vida.
La resistencia es una contracción interior, un endurecimiento del cascarón del ego, es cerrarse.
Toda acción emprendida desde el estado de resistencia interior (al cual podríamos llamar negatividad), generará más resistencia externa y el universo no brindará su apoyo; la vida no ayudará.
El sol no puede penetrar cuando los postigos están cerrados. Cuando cedemos y nos entregamos, se abre una nueva dimensión de la conciencia. Si la acción es posible o necesaria, la acción estará en armonía con el todo y recibirá el apoyo de la inteligencia creadora, la conciencia incondicionada, con la cual nos volvemos uno, cuando estamos en un estado de apertura interior.
Entonces las circunstancias y las personas ayudan y colaboran, se producen las coincidencias. Si la acción no es posible, descansamos en la paz y la quietud interior... es actitud de entrega: descansamos en Dios.
Una Nueva Tierra...
"Yo soy el que soy"
VIVE BARAKAAKARAB EVIV
Debo decir que estoy totalmente de acuerdo, en cuanto realmente cedemos y nos entregamos a simplemente ser... Renacemos . Un abrazo y decirte que tu blog me llena de sensibilidad.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, sospecho que nos llenaremos mutuamente. Me alegra poder abrazarte en este espacio, recien llegada amiga...bienvenida.
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